22 de abril de 2025

Feria de Cali, excluyente

31 de diciembre de 2011

La alegría, la embriaguez, la concuspicencia, la lascivia que desata la feria es abrumadora. No llega al tugurio, por supuesto. Allá nadie va. Ni la iglesia alcahueta y solapada, a quien solo le interesa recoger las limosnas dominicales, ni las damas grises, o verdes o rojas. Ni  los medios de comunicación, que en gra parte son cómplces de la inequidad y la injusticia, ya que pertenecen y están orientados por los dueños del capital, los contertulios del club Colombia.
 
Claro que las ventas de aguardiente y ron se disparan. Y eso es bueno para un Estado ladrón y cantinero.
 
Pensemos por un momento que puede sentir un padre de familia que vive en una casa de cartón, o de bahareque, o de latas, con sus hijos sabiendo que a pocas cuadras de su "casa" el pueblo -que tiene medios- se desenfrena, se obnubila, se enloquece – porque le han hecho creer que su feria es la mejor entre todas las ferias…feria excluyente
 
Lo más triste es que esos sinverguenzas  que organizan las bacanales como negocio supremo, los políticos, son el producto de las acciones de un pueblo irresponsable que vota por ellos sin analizar la gravedad de la falta que está cometiendo. Para comprobar una vez más que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen…
 
¿Y saben? la experiencia  más dolorosa para un ser humano es el hambre, cuando se padece viendo a los demás cantar, comer, beber, exhibir sus carruajes, lanzar aullidos de felicidad.
Que ironía: los que cubrieron las calles para que sólo los que pagan en las tarimas gocen del espectáculo  con seguridad lo sabían.
 
Amigo: cada vez que se siente a manteles y le sirvan su abundante comida, piense que allá, en las barriadas, hay gente que no podrá hacer lo mismo.
 
Feliz año lleno de buenas viandas para todos.
 
Orlando López García
Miam