23 de mayo de 2025

“El que recibe favores vende libertades”

2 de diciembre de 2011

Para él, en todos los departamentos de Colombia se vive el problema de la financiación de los medios, que trae consigo el gran dilema entre un periodismo de calidad y otro para que haya financiación.

Dio su opinión sobre este y otros hechos que se viven en Tolima, y necesitan una revisión a la luz de la ética.   

EL NUEVO DÍA: A usted muchos lo ven hoy como una especie de oráculo donde acuden los periodistas en busca de discernimiento. ¿No le parece angustiante estar en una posición de ese tipo?

JAVIER DARÍO RESTREPO:  No. La estructura misma del consultorio deja a un lado esa idea, porque en cada consulta yo tengo que consultar. Me obliga a estudiar y en ese sentido me parece muy estimulante, pero además de lo que yo respondo siempre incluyo el texto de un autor, que ayuda a la gente a entender la respuesta y tener contacto con quienes han tratado el mismo tema. 

Eso del gurú y del gran consultor es parte de las hipérboles que son tan dadas en los periodistas. Pero es simplemente un lugar donde se estudia ética; yo vengo estudiándola desde hace mucho tiempo, me gusta hacerlo y luego esos autores que me enseñan a mí, son los que les enseñan en las consultas.

END: Hablando de consultas, tengo una y es que al inicio del mandato del gobernador del Tolima, Óscar Barreto, él firmó un convenio con la Universidad de Ibagué para profesionalizar, con la totalidad de gastos pagos, comunicadores de la región. Se inscribieron cerca de 33 periodistas, pertenecientes a casi todos los medios de la ciudad, unos 28 se mantuvieron en el curso y hay 18 a punto de graduarse en diciembre.  Discutí con colegas sobre si les parecía sano recibir ayudas de las mismas fuentes que cubren, pero creo que al asunto le faltó análisis. ¿Qué piensa al respecto? 

JDR: Es un caso muy parecido al que me he encontrado en otras partes, donde los periodistas dicen estar muy satisfechos, particularmente las agremiaciones, cuando un gobierno les ofrece un plan de vivienda. ¿Y qué sucede con esto? Que usted no debe deberle favores a nadie. Mi vieja mamá, que ya murió, decía que “el que recibe favores vende libertades” y la libertad es el fundamento de la profesión periodística. 

Usted no puede concebir un periodista que no sea, en primer lugar independiente, y siendo independiente ya puede ser libre. Si yo entro a depender de las mismas entidades que por obligación debo fiscalizar, me estoy poniendo una venda en los ojos.

Muy hábil por parte del Gobierno, muy ingenuo por parte de los periodistas no ponerle a eso un tope.

El Gobierno no tiene por qué estar concediendo esa clase de favores porque no es un favor sino una obligación. 

Luego, si se hizo con la pretensión de que les quedaran debiendo el favor al Gobierno eso lo deben tener muy claro en su conciencia los periodistas para ser aún más críticos.

Ahora, el periodista no debe considerarse una clase especial dentro de la sociedad; si hay vivienda para los ciudadanos, también para los comunicadores, pero como ciudadanos que son.

Insisto en que los periodistas a veces nos creamos la conciencia de que somos una casta privilegiada y eso es una conciencia muy dañina.  

END: Otro caso que quería comentarle es la estrategia de medios de la multinacional minera AngloGold Ashanti. En los últimos meses, en por lo menos tres de los noticieros radiales de Ibagué crearon una sección que llaman “noticias positivas”, en la que entre la información de organizaciones sociales y eventos de las administraciones local y regional, introducen a su vez material promocional sobre inversiones de AngloGold en su zona de interés, pero como si fuera noticia, en un formato exactamente igual para todas las emisoras. ¿Cómo interpretar esto?

JDR: Una de las tendencias que más se le critica a los noticieros y periódicos, es el privilegiarse la noticia roja, la de catástrofes, crímenes y demás y es como un péndulo. En un extremo está la noticia roja que abre todos los días y del otro lado está la noticia rosa. 

Uno como periodista no debe buscar ni la roja ni la rosa, sino la noticia escueta y darla bien. No limitarse a reproducir comunicados ni a contar hechos simplemente de lo que está viendo y oyendo.

Uno tiene la obligación no sólo de eso, sino de pensar la noticia, ampliar la visión sobre ella, antecedentes, contexto, proyección, visión de especialistas, testigos privilegiados.

Cuando se da de esta manera no es ni roja ni rosa, sino tiene el color del hecho mismo. Particularmente en la parte rosa, se presta para la manipulación a favor de alguien o de algo, al igual que la roja. Puesto que es sensacionalista, vende, siempre hay una intencionalidad comercial y la información no puede ser una mercancía.

Entre esos dos extremos está uno en que no se está pensando si se va o no a vender a noticia, sino que su lector es alguien que va a entender lo que está sucediendo.

Cuando el receptor entiende, tiene la materia prima para decidir si participa o no, si aprueba o no, para convertirse en sujeto de la historia y esa es la gran aspiración de uno como periodista.

Lo otro son simples trucos de publicidad. Entonces, eso de que yo meto como si fuera noticia lo que es una propaganda, es un engaño y un engaño detestable al lector y luego el periodista mismo se está engañando, porque cree que hace periodismo, pero lo que hace es ese género menor y degradado que es el periodismo propaganda.

END: Esta empresa minera además ha invitado a la mayoría de gerentes y directores de medios de comunicación, periodistas del Tolima y también de importantes periódicos económicos nacionales a visitar, con gastos pagos, una mina en Brasil, que muestra la perspectiva ‘positiva’ del negocio. ¿Qué podría decir sobre este tipo de estrategias?

 JDR: En este momento creo que hay una ofensiva en todo el país por parte de las compañías mineras internacionales.

Esa ofensiva comenzó por la cabeza. El Presidente está totalmente convencido de que la locomotora minera es una que debe marchar, así tenga que sacrificar otros elementos, particularmente la ecología.

Es una locomotora que ha logrado corromper a los antiguos altos funcionarios del Gobierno. Es escandaloso el número de personas que desempeñaron cargos, desde ministros hasta jefes de secciones y demás personas que en ese momento defendían los intereses del país, ahora saltaron a esas compañías y están defendiendo los intereses de estas contra los del país.

 Si eso sucede a ese nivel, que es el máximo de nuestro Gobierno, hay que pensar en lo que está sucediendo en los medios de comunicación y los otros niveles intermedios.

Y como es gente que va tras de mucho dinero, viene con mucho dinero y lo está utilizando como arma para corromper personas y violar reglamentos y normas. La misma Constitución es muy clara en sus artículos de minería sobre cuáles son las tareas que debe ­desempeñar un Gobierno en ese caso y la principal es proteger los recursos.

En esa pugna, que es de colosos, el periodismo está armado solamente con la palabra, que no se puede envilecer sino cada vez potenciar más para defender los intereses de todos.

Y ahí es cuando vienen los trucos, que son vulgares, de llevar gente a viajes. Hay que recordar que en un municipio de la costa se llevaron a los concejales a Brasil, y los tuvieron en días de carnaval, por cierto, a cuerpo de rey.

Después los concejales tuvieron que venir a deliberar algunos pedidos que ellos estaban haciendo; naturalmente, vinieron condicionados. 

Eso lo que nos quiere decir es que cada vez el precio de las conciencias está cayendo más, se venden. Y el periodista no tiene por qué vender su conciencia y si es el gerente de un medio de comunicación, debe tener sus restricciones.

Yo periodista frente a alguien que hizo eso, él allá con sus cosas, pero en lo mío no tiene que dejarse influir.

Es decir, son cosas que ponen a prueba la consistencia de la conciencia profesional.
Si es débil y minada por una cantidad de intereses y de carencias económicas, naturalmente es un periodismo que no está muy distante de la prostitución.

El periodista vendedor de pauta

EL NUEVO DÍA: ¿Qué opina de que periodistas recién salidos de las facultades al entrar a medios de comunicación se vean obligados a vender cupos de pauta?

Javier Darío Restrepo: Es una forma de corromper al periodista. No tiene que ser vendedor de pauta y es la expresión de una de las debilidades y amenazas que se ciernen sobre el periodismo.Precisamente, con periodistas de Villavicencio le dedicamos un rato largo al problema que tienen.

Allí hay 53 noticieros de radio. Les decía yo qué clase de información podría tener una población en donde los 53 noticieros no se están preocupando por entregar información, sino por obtener la pauta. Eso no es periodismo, es convertir a la noticia en una mercancía y el noticiero en un mercado.

Entonces siempre que el periodista se vea invitado o constreñido a vender publicidad y demás, son veces que se está atentando contra su integridad, eso lo corrompe y mina su independencia.Puede darse un periodista que no sepa leer ni escribir, pero no uno que no sea independiente.

El que no sabe leer ni escribir por lo menos podrá hablar y de pronto resulta con talento para obtener la información, pero sin independencia no puede hacer ninguna de las cosas.

Por tanto, es como si al joven que sale de la universidad y lo obligan a vender pauta, de entrada lo emascularan, lo volvieran impotente. Son periodistas eunucos, porque no tienen independencia.

Allí el problema no es tanto con el periodista mismo, sino con la sociedad, porque se la está condenando a recibir ese remedo de información que es la que se produce por parte de periodistas dependientes de vender la pauta.

END: ¿Qué le diría a una persona que está animada a estudiar o está estudiando periodismo?  

JDR: Destruya los mitos de que es una profesión fácil, para hacerse rico o para hacerse famoso.

Si logra tumbar estos tres mitos, yo creo que está frente a la realidad de la profesión y al llegar a la realidad, que acabe con otro mito: esto no es una profesión que se pueda ejercer como un poder, sino que se tiene que ejercer como un servicio.

Y agréguele otro elemento, es una profesión que no sólo se hace con inteligencia, sino con pasión. Si uno no es apasionado, mejor váyase a vender arepas o chorizos.

El periodismo y el poder

EL NUEVO DÍA: Usted tiene contacto constante con periodistas de todos los otros países de Latinoamérica por las conferencias que ofrece sobre ética ¿Son muy diferentes las preocupaciones que tienen en comparación con Colombia?

Javier Darío Restrepo: En realidad son muy parecidas. Hay un tema en que coinciden, es uno de los más consultados, y es la responsabilidad social del periodista, que tiene muchas aplicaciones y de estas están hablando permanentemente.

La importancia que tiene es que te hace ver el ambiente y las circunstancias en que se está ejerciendo el periodismo en todo el continente. Tiene aspectos parecidos, pero otros muy singulares, propios de cada región. 

Por ejemplo, las preguntas que me hacen los periodistas mexicanos en cierta forma están influidas por esa angustia en que se están moviendo por razones de las amenazas y los atentados de los narcotraficantes.

Está el caso de Venezuela, donde los periodistas tienen problemas enormes por razón de la radicalización que hay de la opinión. Hay quienes son unos convencidos de que Chávez es la solución y otros, en la orilla contraria.

END: Pero aquí no fue muy distinto durante el anterior Gobierno.JDR: Es la misma situación que tenemos nosotros aquí, sólo que es más angustiante allá porque es una condición de dictadura, que procede muy enérgicamente y particularmente contra los medios de comunicación.

Los periodistas bolivianos están con la misma preocupación. Sienten que su Gobierno, el de Evo Morales, que sienten de mano dura, está buscando asumir el control de los medios de comunicación y saca una legislación para combatir la intolerancia con los indígenas.

Esto ha llevado a unos casos que son de verdadera exageración, como el de un periodista que tiene un programa de radio y recibe llamadas telefónicas. Una de ellas es de alguien que habla lenguaje racista y el pobre periodista que no puede controlar eso, debe responderle al Gobierno y está en problemas en este momento.

Llega uno a Ecuador y encuentra el mismo problema. En próximas semanas estaré en Guayaquil, con los periodistas de El Universo, que fue condenado por la justicia a pagar 40 millones (de dólares) y sus directivos a tres años de prisión.

Ellos hacen preguntas relacionadas con su deber y actitudes para la defensa de la libertad de expresión.

Cada país tiene su ambiente y origina problemas, conflictos que se traducen en preguntas, de modo que el consultorio tiene de importante y fascinante que es una especie de tribuna de donde uno puede observar la vida de los distintos países y los conflictos de los periodistas.

END: Tocó un tema que llama la atención y es la intervención de los gobiernos en la prensa. A mi parecer, en Colombia los medios estamos tan intervenidos como en otros países, pero de manera tácita. ¿Qué opina al respecto?

JDR: Con el problema de la censura hubo una evolución en que el control de los gobiernos sobre los medios de comunicación es cada vez más sutil y más efectivo.

Digo sutil, porque no es el caso que sucedió en tiempos de Rojas Pinilla, en que el censor entraba al periódico, preguntaba cuál era el material que tenía y decía qué iba o qué no.

Desde luego, eso no se lo soporta ningún periódico, hoy sería impensable, pero en cambio hay un operación de relaciones públicas desde los gobiernos, y de tipos expertos en opinión, que prácticamente manipulan la información a merced de una cierta superficialidad y afán de los medios.

Están más preocupados por entregar el material a la hora de cierre que porque este sea un material que resista toda crítica y particularmente, las demandas que puedan hacer los lectores.

Me explico: para hacer un buen artículo, una buena información se necesita tiempo, no puede dejarse todo para última hora y resulta que tanto los gobiernos como los delincuentes son expertos en eso.

Una de las cosas que aprendí en mis tiempos de reportería en el noticiero (24 Horas) fue que los comunicados de Pablo Escobar siempre llegaban a las 6:00 de la tarde, hora de cierre.

Era algo fríamente calculado. Ante un comunicado, de los que siempre eran importantes porque tenían en vilo a la opinión pública y la seguridad, había la opción de esperar a investigar bien y desarrollarlo y no poderlo publicar hoy, pero venía lo otro y es que los demás medios lo iban a publicar.

Entonces ¿qué había que hacer? Mantener una especie de predisposición de modo que tuviéramos contextos listos para poder actuar rápidamente, pero sin esa servidumbre de transcribir textualmente.

Cuando se transcribe literalmente, sin agregarle nada, uno como periodista está profesionalmente derrotado.

Debe tenerse la capacidad de examinar la información que le llega, sobre todo si es oficial, que es la más desconfiable de todas las informaciones, porque desde el poder una de las armas que se utiliza es la mentira y las medias palabras.

Ese deber no siempre se entiende, entonces da como resultado que un Gobierno que maneje con cierta habilidad las informaciones logra que estas, tal como salen de la Casa de Nariño, sean las que los medios publican.

Cuando eso sucede, Casa de Nariño triunfa, los medios de comunicación han sido derrotados porque son manipulados.El deber de hacer crítica sobre todos los materiales, ante todo aquellos particularmente que vienen de los altos poderes es una obligación incancelable por parte del periodista.

Si eso se cumpliera así, habrían sido muy diferentes las cosas durante el régimen de Uribe y serían muy distintas en este momento.Hay una especie de predisposición de los medios a estar cerca del poder, el poder de por sí atrae, es una especie de imán y llama a los periodistas y este debe ejercer una disciplina de autocrítica y no dejarse atraer del poder para que no pierda su capacidad de crítica.  

END: Entonces, ¿Uribe dejó enquistado su propio sistema para manipular los medios?

JDR: Es que Uribe es un muy buen comunicador. Ahora sin poder, y sin embargo cada que suelta un Twitter, inmediatamente todo el mundo se lo reproduce.

Y frente a un persona con esa capacidad, el periodista debe redoblar su talante crítico, porque quien ejerce esa capacidad de comunicar es porque está mezclando una gran cantidad de propaganda a la información y el periodista debe vacunarse contra cualquier clase de intento de propaganda.

END: ¿Algo de esa estrategia le ha ayudado a que le dure tanto la luna de miel con los periodistas al presidente Juan Manuel Santos?  

JDR: Indudablemente. Además que el hombre ha tenido el talento de diseñar una política que es una respuesta a las grandes fallas que tenía el gobierno Uribe y, luego, es una especie de vacuna contra esa herencia que dejó Uribe que es bastante dañina, particularmente todo ese intento de manipulación de las instituciones, que viene a ser lo propio de un talante dictatorial.

Capacidad de discernir 

EL NUEVO DÍA: Frente a todas esas dudas que surgen entre los periodistas, ¿será que estamos perdiendo la capacidad de discernir entre lo que es y no aceptable?

Javier Darío Restrepo: Creo que el periodismo está adquiriendo una conciencia de su deber ser, lo que sucede es que antes no se tenía una idea muy clara de lo que es el periodismo. Esa naturaleza de la profesión ya se ha ido descubriendo y viviendo poco a poco por parte de los periodistas. Hoy son muy sensibles a esas cosas a las que antes no lo eran.

No es que exista una pérdida de ética, lo que pasa es que la ética ahora es mucho más exigente porque cada vez la profesión tiene  mayor poder tecnológico y en la medida de este, se incrementan los deberes. Hoy es impensable hacer una información superficial, incluso dañina porque va a usar internet, está a un clic de cualquier ser humano sobre el que tiene deberes muy claros.  

END:   Yo siento que hemos perdido, en vez de ganar, en el tema de la ética periodística.

JDR: Yo creo que se se está ganando, claro que mi concepto es uno que está viciado por lo que hago constantemente. Estoy en contacto con periodistas interesados en los asuntos éticos. Estuve ayer (el pasado 23 de noviembre)  en Villavicencio, con periodistas del Llano, fueron tres horas trabajando, y apasionados con el asunto, con preguntas muy interesantes, es decir, personas para las que la ética es importante. Pero aparte de los 30 que estaban allí, ¿qué pasa con los otros 700 que hay allá?, no sabe uno. 

Sí deduzco de las preguntas que hacen que la forma en que está operando la empresa periodística contradice un ideal ético. Cada vez toman un perfil más acentuado de negocio y en vez de mandar el director el que está mandando es el gerente y estos son los que imponen la pauta y el director se pliega a eso. 

Luego los periodistas sienten la presión que se les ejerce de la lógica comercial de los medios, no de la lógica periodística; es una pugna que hay y cuando se encuentra en medio de la pugna o apela a su ideal ético y entonces siente que se enfrenta a todo el poder, o apela a la conveniencia, al interés puramente comercial y va a defender su ingreso, su ‘puestico’, y en esas circunstancias está feriando su alma, su dignidad, porque primero está comer y después filosofar.

END: Ese tema lo he discutido con otros colegas y uno me dijo alguna vez que había que “jugar el juego” y buscar a la vez hacer el periodismo que se quiere y que el periodista más hábil es el que puede hacer las dos cosas. Yo lo veo difícil, ¿usted qué piensa?.

JDR: Yo entiendo lo de ‘jugar el juego’, pero de esta manera: uno juega este juego con calidad.

El periodista debe jugar a hacerse indispensable y que la calidad de lo que uno produce llegue a ser tan importante que inmediatamente se debe abrir la posibilidad de hacer un periodismo con conciencia ética.

Lo otro de utilizar astucias y demás, eso nunca conduce a nada bueno. El periodista no puede renunciar en ningún momento a su ideal ético, hay que respaldarlo con calidad; al fin y al cabo lo que le interesa a un medio es entregar material de calidad, porque de por sí es una buena base para el negocio, pero es una calidad que debe subordinar el negocio a las finalidades e intencionalidades que tiene una buena información. 

Hay una cosa interesante en la ética del periodismo y es que no se puede separar de la técnica. La técnica periodística es técnica si es ética, la ética periodística está asentada en la realidad si es de calidad técnica.

Son dos cosas que están unidas, como la expresión de Gabriel García Márquez, que es parte del título de uno de mis libros,  “el zumbido y el moscardón”.  

Lo decía en el primer taller de ética de la FNPI, y antes de que comenzáramos me preguntó cómo va a ser la cosa; le expliqué que uno de los temas que quiero desarrollar y dejar claro en la cabeza de esta gente, es que si usted quiere ser buen periodista debe ser ético y si quiere ser ético debe ser un magnífico periodista.