29 de abril de 2025

Más apoyo estatal para caficultura ‘pasada por agua’ pedirá Quindío

29 de noviembre de 2011
29 de noviembre de 2011

“En el momento y a través de la institucionalidad hemos recibido información de una cosecha de cerca de siete millones de sacos de pergamino producidos en el país, mientras que la disminución en la producción quindiana, a pesar de ser difícil calcularla, podría estar entre 20% y 30%”, explicó al respecto el director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Quindío, Guillermo Zuluaga Álvarez.

Y aunque el dirigente gremial señala que la afectación en los volúmenes producidos se vería compensado con los extraordinarios precios logrados en la bolsa, es claro que el impacto sobrepasa el aspecto puramente productivo y habría perjudicado ya la infraestructura productiva del sector. “La afectación, por ejemplo en el tema de los acueductos del comité, se ha presentado en mayor porcentaje en las bocatomas del alto del Oso, en Pijao; y en Génova, las cuales alimentan a varios municipios, incluso a Montenegro y Quimbaya.

La cordillera en general se ha visto muy perjudicada por deslizamientos y factores geológicos, y de acuerdo con estudios realizados por la universidad, sabemos que la tierra no resiste más agua, lo que implica movimiento en las tuberías y daños las bocatomas.

Somos conscientes del problema, pero el agua es tanta que no hemos podido reparar los inconvenientes. Estamos calculando cuánto valdrían los arreglos de la red y en este sentido la semana pasada estuvimos con la división de Ingeniería para tener un presupuesto aproximado y presentarlo a la junta el año entrante, sin embargo por los daños de estos días se han hecho adiciones presupuestales por más de 300 millones de pesos”, indicó.

Ante esta situación, los representantes del departamento centrarían su propuesta en el encuentro en la corresponsabilidad del Estado en la recuperación de la infraestructura, de acuerdo a lo expresado con el presidente del Comité, Josué Martínez Montoya.

“La idea es que a la caficultura le den la mano, porque fue el motor de desarrollo del país y la que financió procesos como la tecnificación de Ecopetrol. Pedimos cada año que no nos dejen solos, y no es una solicitud a la Federación Nacional de Cafeteros porque teniendo en cuenta que el Fondo Nacional del Café cuenta recursos generados por una producción de menos de ocho millones de sacos sabemos que no se cuenta con el capital; la propuesta es que el Estado colombiano —gobernadores y alcaldes— es el que tiene que ponernos cuidado. El cafetero trabajó, ayudó y ahorró, ahora queremos que el Estado también haga lo mismo.

El directivo fue enfático en señalar el desconocimiento por parte de los gobiernos de su papel como restaurador e impulsor del desarrollo rural, un rol que desde hace años se dejó sobre los hombros del gremio. “El plan del departamento es fácil de transitar, pero la cordillera sufre por la pendiente. Registramos precipitaciones de 60 mm3 por aguacero, lo que quiere decir que en un mes nos puede caer el agua de un año, y por causa de la escorrentía vemos cómo se pierde la producción, los acueductos, las vías, sin que el Estado intervenga.

El Estado dejó perder el paso Ríoverde-Barragán, porque era un caso ya conocido por el presidente de la República, que prometió hacer una reparación para evitar el daño, pero en tres meses el río se llevó la calzada. La restauración de la red secundaria y terciaria en el departamento podría alcanzar unos $500 millones, pero el gobernador no nos ha apoyado pese a que ya había prometido hacerlo, y continúa hablando del Plan Departamental de Aguas, pero hasta el momento no sabemos cómo va a hacer para que suba el agua del río Quindío hasta Génova”.

Martínez Montoya hizo también un llamado a otros gremios, al tener en cuenta las constantes quejas de otros sectores productivos de la región. “40 mil hectáreas en el Quindío se reconvirtieron a la lechería y esta es la hora en la que ni Colanta ni Parmalat nos aporta un sólo peso para la reparación de los carreteables que usan con camiones llenos de leche que deterioran aún más el tránsito”.

Una tarea juiciosa
Martínez Montoya reveló que se estudia la posibilidad en el departamento de replantear el modelo de cultivo del grano, adoptando mayores distancias entre plantas, al estilo de cómo se acostumbraba en los años 70, para así aminorar el impacto del invierno. Por su parte los procesos relacionados con la recuperación de la productividad continúan presentando cifras satisfactorias en la región.

“En cuanto a renovación vamos muy bien, superando las expectativas de renovación en los últimos 10 años con alrededor de cuatro mil 800 hectáreas renovadas de la meta establecida de cinco mil 200. Por otra parte, en materia de entrega de fertilizante a los campesinos la ejecución alcanza el 82%, con dos mil 305 cafeteros beneficiados y un valor entregado de mil 372 millones 177 mil 763 pesos. Asimismo, en la dotación de fungicidas, la ejecución también es del 82%, correspondiente a $730 millones 050 mil 355 y dos mil 428 productores”, ilustró Zuluaga Álvarez.
Los datos regionales contrastan con las cifras relacionadas por el gerente general de la FNC, Luis Genaro Muñoz Ortega: 84% de ejecución en entrega de fungicidas, 79% en fertilizantes y 84,6% de hectáreas renovadas. La comparación demuestra que desde el ámbito territorial sí se ha hecho la tarea de manera juiciosa.

“Los niveles nacionales presentan un panorama promisorio para la actividad, creemos que este año cerrará con más del 90% de la superficie cultivada de manera tecnificada, con variaciones resistentes a la roya y en edad de producción. Estas acciones permitirán a mediano plazo mejorar la rentabilidad, toda vez que en el mundo, y de acuerdo con estudios de J. Ganes Consulting, LMC y Usda, se esperaría que el año cafetero 2011-2012 cierre con un déficit de 400 mil sacos”, explicó el dirigente nacional.