Lecciones de las elecciones en el Quindío
Otra lección importante es la diferencia entre el votante nacional y el votante regional. Las expectativas son distintas, y esa es la razón por la cual el presidente Uribe no pudo trasladar su capital político, salvo en algunos casos marginales, a los candidatos que apoyó. Sin embargo, se equivocan quienes piensan que estas elecciones lo dejan acabado políticamente. Su discurso es nacional y su rol irá creciendo a medida que Santos se aparte del libreto de la Seguridad Democrática con el cual se hizo elegir. Créanlo, terminará encabezando la oposición.
La derrota de Peñalosa y el triunfo de Petro en Bogotá son tal vez los dos hechos más significativos de la jornada electoral, junto con el triunfo del voto en blanco en Bello. La derrota de Peñalosa es increíble. Hace un tiempo atrás era seguro ganador y prefirió el apoyo innecesario y dañino de Uribe, con lo cual propició la salida de Mockus y la caída en barrena de su aspiración, por cuarta vez.
Se tiene que ser muy torpe políticamente, bajo la brillante asesoría de Lucho Garzón, para perder una elección ante un contrincante que hace cuatro meses no tenía en sus cuentas dirigir los destinos de la capital del país. Lo cierto es que a pesar de la debacle del Polo con la alcaldía de Moreno, Bogotá ha decidido darle una oportunidad más a la izquierda, esta vez reflejada en el movimiento Progresistas, lo cual de paso le sirve al presidente Santos, porque un triunfo de Peñalosa hubiese significado tener a Uribe dando lora desde el Palacio de Liévano.
Los triunfos de Fajardo en Medellín, Guerrero en Cali, y Elsa Noguera en Barranquilla son un ejemplo de madurez política en tiempos de incertidumbre.
En el Quindío estuvo duro el pulso entre el clan Valencia- Oyola y el clan de Amparo Arbeláez y sus adláteres. En la gobernación triunfó Sandra Paola Hurtado como respuesta a una candidatura impuesta por Ignacio Gallego y Libardo Taborda, y hay quienes sostienen que ese pulso lo ganó la recién destituida senadora liberal. Lo cierto es que Sandra Paola le imprimió un estilo a su campaña que convenció a muchos de ser una fuerza renovadora ante la vetusta candidatura de Belén Sánchez. Si bien el entorno de la nueva gobernadora no parece ser el mejor, se espera una administración al servicio de los municipios, en especial de la población más vulnerable.
El caso de la alcaldía de Armenia es más complejo. Luz Piedad Valencia esperaba un holgado triunfo, pero a esta hora aún se define voto a voto en el reconteo, dejando una sombra de duda sobre el resultado. Roberto Jaramillo sorprendió a propios y a extraños. Si bien la alianza con Hurtado le ayudó, lo cierto es que Roberto supo comunicarse con el ciudadano y enviar una señal de renovación, que es lo que parece estaba buscando el elector quindiano en esta oportunidad.
Vamos a ver cómo se define el tema, pero lo cierto es que Roberto queda con un capital político importante de cara al futuro. Ojala pueda construir una fuerza independiente al margen de amparitos y otras aves raras. La renovación a medias del Concejo de Armenia es una buena señal para el control político de la administración municipal, aunque no sobra recordar que algunos de los elegidos allí y otros en la Asamblea tendrán que rendir cuentas ante la justicia y pueden perder sus cargos.
El triunfo de Juan Carlos Giraldo en Calarcá es una buena noticia luego de la controvertida alcaldía del Mira.
Coletilla. Todos los candidatos asesorados por JJ Rendón perdieron ¿Devolverá la plata? Crónica del Quindío.