Política con pimienta
Con un vestido clásico como corresponde a su edad, bien plantado, derecho como una palma, Prieto Ocampo sorprendió con su vitalidad a más de uno en el acto de posesión de su hijo, en la tarde de ayer en la Asamblea de Caldas. Los años le han pasado por un ladito. En la cima de sus años dorados, su lucidez, que mezcla con mucho rigor conceptual, es admirable.
Por derecho propio
Quien escriba la historia de Caldas de los últimos cincuenta años, necesariamente tendrá que dedicarle un buen espacio a este caldense que ocupó la alcaldía de Bogotá y el ministerio de Desarrollo Económico, además de haber sido presidente de la Andi, la agremiación que aglutina los empresarios más importantes de Colombia. Durante muchos años, Prieto fue presidente de Única, cuando esta empresa figuraba entre las principales firmas textiles de Colombia al lado de Coltejer y Fabricato. Fue la época dorada de esta empresa netamente manizaleña que llegó a generar más de 1.500 empleos directos. Después de gerenciar exitosamente esta compañía, Prieto se radicó en Bogotá donde le agregó hitos visibles a su fulgurante carrera. Hoy, casi a los 90 años, no deja de leer, pensar y observar al país desde su tranquilo hogar en Bogotá. Nos alegramos ver a Luis Prieto en tan excelentes condiciones.
Los resquemores
“Entiendo y comprendo la prevención que políticamente pudo haber causado mi nombramiento entre los partidos o grupos políticos que no acompañan a los candidatos de mi partido en esta confrontación electoral”, expresó el gobernador (e) de Caldas Francisco José Prieto Uribe durante su posesión en la Asamblea Departamental, al referirse a las reacciones y críticas que suscitó su designación.
Les tapó la boca
Está en lo cierto, gobernador. Y fue tanta la prevención que los senadores Sierra, Lizcano y Zuluaga, además de los representantes de sus respectivos grupos, le pidieron al presidente Santos que dejara a Juan Fernando Londoño, viceministro de Justicia, en el cargo, hasta después del 30 de octubre. Pero Prieto les tapó la boca en su discurso de posesión: “No soy de suspicacias ni de connivencias que atenten contra la ley. Soy de principios no negociables. Esta posición no la busqué, y si bien puedo comprender esa prevención, también puedo manifestar pública y enfáticamente que sé leer mis tiempos y mis circunstancias personales, y en este caso políticas”.
Compás de espera
Lo cierto es que Prieto ya es gobernador y lo que deben hacer los grupos políticos que le declararon la oposición es darle un compás de espera. No es prudente juzgarlo sin poseer elementos de juicio.