28 de marzo de 2024

“El cambio del peso no es sinónimo de dolarización”: senador Antonio Guerra

14 de septiembre de 2011
14 de septiembre de 2011

Algunas observaciones tienen relación con los eventuales costos que el cambio de denominación podría acarrear al presupuesto general de la Nación, y el riesgo de una posible dolarización de nuestra moneda.

El propio Ministro de Hacienda y Crédito Público, Juan Carlos Echeverry, fue enfático en aclarar que “no es amigo de la dolarización”, saliendo al paso a comentarios sobre el tema.

Precisamente, durante el Foro realizado en el Auditorio Luis Guillermo Vélez, el Gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, resaltó que esta es una iniciativa que surge en un momento de estabilidad de precios, de una inflación del tres por ciento que se ha mantenido durante los últimos tres años.

“Si uno quiere hacer un cambio quitándole tres ceros al peso, debe cumplirse en el mejor momento, como ahora”, enfatizó el gerente del emisor.

En cuanto a los eventuales costos que acarrea la impresión de los nuevos billetes y la fabricación de las nuevas monedas, Uribe anotó que si se da un periodo de transición, no tiene por qué costar altas sumas, puesto que de todas formas los billetes se reemplazan en la medida que se van deteriorando.

Respecto a las monedas, dijo que ellas tienen un periodo de durabilidad de tres años y anotó que lo que se debe fabricar son monedas de baja denominación.

“Entre más tiempo tengamos para reemplazarlos, menores van a ser los costos y el impacto que ello tenga sobre las cuentas del Banco. Se requiere trabajar en un programa educativo, para que la gente aprenda rápidamente a manejar las monedas nuevas”, indicó Uribe.

Añadió que “analizamos cuánto cuesta y nos da un valor aproximado de 170 mil millones de pesos. Eso no significa que los asuma el banco en un año, porque se puede diferir en cambio en varios años, para que convivan las monedas viejas y las nuevas”.

En el marco del Foro, el gerente del Banco de la República anunció que con o sin el proyecto de Ley, todas las monedas se van a cambiar, que la composición metálica será otra. “Vamos a hacer unas pequeñas con metales más baratos, porque a raíz de lo que ha pasado con la economía mundial, es posible que haya fluctuaciones en los precios de los metales y hacia el futuro van a ser más altos y debemos buscar ahorros presentes”, explicó.

El Gerente del Banco, José Darío Uribe, fue enfático al aclarar que la impresión de los billetes y la fabricación de las monedas no se paga a través del Presupuesto General de la Nación, sino con dineros del emisor que tiene autonomía técnica y presupuestal, Calculó que la campaña educativa cuesta 30 mil millones de pesos.

Sobre el “redondeo”, afirmó que si el proyecto se aprueba, “nosotros sacaríamos las denominaciones similares a las que tiene el dólar de EE.UU. Circularán el centavo, los cinco centavos, los de diez y los veinticinco. Nosotros emitiríamos la nueva moneda de centavo para atender el “redondeo” de las vueltas en los almacenes. Supermercados, etc., con precisión… y por supuesto, la moneda de peso”.
Subrayó que los costos son los de las monedas, pero, agregó, diferidos a varios años, no afecta nuestras cuentas…De todas maneras hay que hacerlo.

El Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, anotó que el “el tiempo ya llegó para cambiar la denominación del peso” y observó que las transacciones serán más fáciles si le quitamos este costo de los tres ceros y añadió que es más fácil si a los 10 millones de transacciones se le quita ese costo.

Colocó como ejemplo el caso del Perú, país que no sintió el problema de la transacción, porque la gente cargaba en sus bolsillos las dos denominaciones, la nueva y la vieja.

A una pregunta sobre si el proyecto pretende dolarizar la moneda colombiana, respondió que no se ha hablado de cambio monetario…”No soy partidario de la dolarización”, puntualizó.

Finalmente explicó que el proyecto plantea la necesidad de hacer más fáciles las operaciones financieras; que con su aplicación no hay ganadores ni perdedores, como lo han insinuado algunos contradictores de la iniciativa.