13 de febrero de 2025

Las mujeres toman las riendas en Medellín

12 de agosto de 2011
12 de agosto de 2011

El motivo es que la segunda ciudad más grande del país se ha dotado de un servicio particular para garantizar la seguridad en el estadio Atanasio Girardot: más de 100 oficiales de policía son mujeres, de las cuales 40 componen la unidad de la policía montada. “Todas son policías de formación, pero también fueron seleccionadas debido a su interés por la equitación”, explica el teniente coronel Mauricio Cartagena Urueña, de la Policía Nacional, responsable de la seguridad del recinto deportivo de Medellín. “Aunque cada vez hay más mujeres en la policía colombiana, haber creado un grupo de intervención exclusivamente femenino supone una novedad en el país”.
Y, según afirma, su encanto constituye una garantía de éxito en las tareas de control del público. “Tener un equipo de muchachas rompe algunas barreras, y la distancia entre la policía y los aficionados se reduce. Esto endulza las relaciones, las facilita, y calma más fácilmente a nuestros hinchas”, explica antes de añadir que sus subordinadas no pierden de vista el objetivo principal de su presencia en el estadio. “Por otra parte, si es necesario intervenir, ¡estas policías tienen la fuerza, el carácter y el entrenamiento necesarios para hacerlo!”.
En cualquier caso, desde el comienzo del torneo, las amazonas de Medellín no han tenido que subir a sus grandes monturas para preservar la seguridad. Todo transcurre sin complicaciones, y su presencia en las inmediaciones del recinto a buen seguro tiene mucho que ver con ello. “Hasta ahora no hemos tenido ningún problema, en primer lugar porque el ambiente es festivo”, confirma la subteniente Lina Lozano Espinoza, que dirige un equipo de cinco policías a caballo. “Está siendo una experiencia excelente, y notamos que va en los dos sentidos. Valoramos nuestro papel y el público reacciona muy bien ante nuestra presencia”.

Psicología y algo más
Para explicar esta aceptación entre los seguidores sudamericanos, Lina se adentra un poco en la psicología. “Nuestra presencia da más confianza a los espectadores, porque hablar con una mujer, y que les dé consejos, sin duda les evoca la imagen de sus madres, sus hijas o su pareja”, analiza, subida a su fiel caballo de batalla, de nombre Siriri. “El respeto por las mujeres, por una parte, y el tamaño del caballo, por la otra, impone y proporciona otra manera de comunicarse, lo que permite que el público esté más atento”.
Y quienes acudan al estadio Atanasio Girardot harán bien en acostumbrarse, porque todo apunta a que la experiencia se trasladará a los encuentros de la liga nacional. “Esta unidad se ha creado específicamente para el Mundial sub-20, y se ha venido sometiendo a una formación especial desde hace seis meses, pero el objetivo es poder contar con ella en todos los partidos y todos los eventos de importancia similar al Mundial”, anuncia el teniente coronel Cartagena Urueña. “El público reacciona con una aceptación perfecta, muestra mucho respeto y simpatía hacia las chicas, y es algo recíproco. Por tanto, trataremos de seguir desarrollando este escuadrón, aquí en Medellín, y, por qué no, extenderlo a todo el país”.
Y Lina y sus compañeras están encantadas, ya que todas ellas fueron reclutadas por su pasión por los caballos, además de su experiencia profesional en la Policía Nacional. También es una buena noticia para todo el fútbol colombiano, que, al igual que otros países de Sudamérica, se encuentra en ocasiones con problemas de violencia en los estadios. “Los aficionados, aunque no sean malos, a veces se muestran violentos cuando se ven en grupo. Es algo cultural en el deporte”, observa Lina. “No sé si habría menos problemas en el fútbol si hubiese solo mujeres para garantizar la seguridad, pero quizás aportaría más dulzura y calma…”.