4 de diciembre de 2023

Manizales: La ciudad perdida

15 de julio de 2011

Las condiciones climáticas han deteriorado el estado de las carreteras de entrada y salida sobre todo la vía Manizales, Bogotá, que constituye un alto peligro por la gran cantidad de derrumbes que presenta. Es inconcebible que llevemos 30 años esperando a que se desarrolle un aeropuerto a la altura, que reúna las condiciones y requisitos esenciales para tener un viaje seguro y sin contratiempos.

El aeropuerto de Palestina traería a la región, desarrollo, generaría empleos directos e indirectos, creación de nuevas empresas y por ende inversión nacional y extranjera con un puerto aéreo que ofrezca posibilidades de crecimiento industrial.
Manizales, debido a su  compleja ubicación geográfica se va apartando más del mundo debido a que se establecen canales de  incomunicación dificiles de resolver; aislados por aire y tierra nos convierte en una ciudad perdida enclavada en las montañas.

El aeropuerto de Palestina es una obra que Caldas reclama con urgencia, sobre todo porque representa evolución, cambio y nadie puede negar que su construcción va a contribuir al mejoramiento de calidad de vida de los caldenses. Aerocafé será un salto importante para una región que es mirada por organismos como Naciones Unidas como una futura reserva alimentaria para el mundo.

Es lamentable que en las primeras fases de este proyecto se hubiera improvisado tanto, sin unos estudios serios y confiables. Al comienzo se habló de una inversión de 20 millones de dólares pero los costos se han ido incrementando notoriamente, tanto que a la fecha los recursos allí invertidos superan los 120 mil millones de pesos y se estima que, para terminarlo, la inversión total será superior a los 526 mil millones. Sobre Aerocafé ha  habido muchas sombras y puntos oscuros, recuerdo el caso del consorcio Español Hispánica Frompeca que lícito su construcción. En el 2007 tuvo que recurrir a las instancias judiciales. Demando a infimanizales para que aclarará por qu{e la licitación había sido declarada fallida. Episodios como este, confabularon contra este proyecto regional.

Ahora se dice que se presentan fallas en 2 terraplenes. Esta es una señal de alarma para tenerse en cuenta, pues según los expertos los movimientos de tierra en ceniza volcánica que se hacen en esta obra son los más grandes que se han realizado en el mundo. Por esta razón debe asegurarse que las obras de estos terraplenes garanticen la estabilidad  de los terrenos porque sería imperdonable que por imprevisión en este sentido el aeropuerto se convierta en un elefante blanco. Y que los dineros hasta ahora invertidos se pierdan. A los responsables de la obra se les debe exigir claridad en este aspecto. El sueño que hemos tenido los caldenses de tener un aeropuerto adecuado a las necesidades que impone la vida moderna no se nos puede destruir por culpa de la improvisación.

El gerente de Aerocafe Luis Fernando Mejia confió ante el Ministro de Transporte German Cardona Gutierrez que Aerocafé estará listo para el 2014. Sin embargo en declaraciones hechas el año pasado, el Ministro dijo que no le convence el nuevo aeropuerto, pero que si se dan las condiciones para que salga adelante, él no será el ave de mal agüero.

Recuerdo que Cardona Gutierrez dijo entonces: “Lo que si quiero es que me aterricen todas las informaciones para trabajar con documentos ciertos”. Esto significa que el Gobierno Nacional está comprometido con la obra siempre y cuando se realicen los estudios que indiquen que los terrenos son aptos. No olvidemos que el propio presidente Santos se comprometió con el proyecto en reciente visita a Manizales.

Desde mi punto de vista este aeropuerto traería muchos beneficios. La ciudad debe despegar en muchos sentidos. Como se sabe, estamos atrasados en infraestructura víal. Nuestra capital y el departamento necesitan salir de esa bola de nieve en la que hemos estado sumergidos desde hace muchos años por culpa de los dirigentes políticos y de las malas administraciones. 

La rectificación de la vía  a Bogotá es algo que los caldenses reclamamos. Al menos mientras se define cual puede ser la mejor solución para evitar los problemas vividos recientemente como consecuencia del fuerte invierno que afectó esta vía. Sobre todo ahora que el Gobierno Nacional empieza a hablar sobre la posibilidad de construir una nueva carretera que reduzca el tiempo de viaje entre Manizales y Bogotá. Se habla inclusive de que se construirían túneles y víaductos. Eso es lo que Caldas requiere.

Algunos críticos con los que no estoy de acuerdo dicen que no se necesita el aeropuerto, que existen otras prioridades más importantes, pero a mi modo de ver las cosas, pienso que este sería un despertar muy importante para la región, marcaria el inicio de una transformación hacia el mejoramiento de la ecónomia del Eje Cafetero, se abrirían las puertas del progreso y por fin saldríamos de esa cápsula autista en la que hemos estado durante años debido a la mentalidad cerrada de algunas personas que no les interesa que la ciudad avance y que siguen pensando que el mundo se acaba en el Nevado del Ruiz.