Ollanta Humala, presidente electo del Perú
1. UNA NUEVA ESTRATEGIA
A diferencia del candidato del 2006, esta nueva versión de Humala Tasso -moderado, con camisa celeste y paciente ante los ataques- no solo logró calar en el Perú profundo, compuesto por los pueblos del interior del país que no han visto los resultados de la prosperidad económica de los último diez años, sino también en parte de los sectores del A/B. Además, en esta oportunidad, el nacionalista deslindó desde el inicio de su campaña con el mandatario venezolano Hugo Chávez (aunque jamás se animó a calificarlo como dictador) y se presentó, en cambio, como una versión peruana del brasileño Lula, prometiendo desarrollo más inclusión social, dos palabras claves y de fácil recordación para el electorado.
2. EL RIVAL Y EL CENTRO DIVIDIDO
Probablemente si Alejandro Toledo (Perú Posible), Pedro Pablo Kuczynski (Alianza por el Gran Cambio) y Luis Castañeda Lossio (Solidaridad Nacional) hubiesen formado una coalición que represente al centro democrático, uno de ellos y no Keiko Fujimori habría pasado a la segunda vuelta con Humala Tasso. En este escenario, según la mayoría de encuestas publicadas, cualquiera de ellos le hubiera ganado al nacionalista. La fragmentación del centro permitió el contexto de esta segunda vuelta y, por ende, el triunfo del humalismo. Es decir, Humala tuvo un camino menos complicado para llegar a Palacio de Gobierno con Keiko Fujimori que el que hubiera trazado de tener a Toledo o a Castañeda como rivales.
3. EL RECHAZO AL FUJIMORISMO
El rechazo a la candidatura de Keiko Fujimori fue mucho más fuerte que la incertidumbre que genera un gobierno nacionalista. La legisladora, quien sostuvo que no repetiría los errores de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori recluido en la Diroes por violación a los Derechos Humanos, permitió que personajes cuestionados en los años noventa regresen de su mano a la política y las disculpas que ofreció por los excesos cometidos no calaron en toda en la población. El voto anti-Keiko inclinó a parte de los indecisos, quienes optaron por marcar el símbolo de Gana Perú.
4. ADIÓS A LOS PLANES PELIGROSOS
No solo dejó el polo rojo por la camisa celeste, también cambió vocablos como “el plan nacionalista” por la palabra “democracia”, repetida en cada intervención ante la prensa. Además, firmó múltiples compromisos en los que desterraba todas las temerosas ideas de su plan inicial, abriendo la puerta a una versión más centrada y menos beligerante del candidato Humala. Se corrió de la izquierda y dio varios pasos acertados hacia el centro que le valieron miles de votos. No habló más de su intención de reformular la Constitución y juró no tocar los fondos de la AFP, entre otras perlas que le estaban jugando en contra.
5. EL FACTOR MVLL Y TOLEDO
Tras su victoria en primera vuelta, Humala necesitaba ubicarse al centro, que la ciudadanía lo viera como un político que respetaría las libertades y el modelo económico. Primero jaló de las filas de Perú Posible al economista Kurt Burneo y recibió el respaldo de una serie de partidos políticos, incluyendo Fuerza Social, al cual pertenece la alcaldesa de Lima, Susana Villarán. Luego, el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el ex presidente Alejandro Toledo le brindaron su apoyo en contra de lo que “podría significar el regreso de la dictadura al poder”.
Versión de la agencia de noticias EFE
Lima
El candidato nacionalista Ollanta Humala ganó las elecciones presidenciales peruanas con más de 4 puntos de ventaja sobre su rival, la congresista Keiko Fujimori, según los primeros sondeos ‘a boca de urna’ realizados por las empresas encuestadoras.
Las empresas Ipsos-Apoyo, CPI y Datum, que ofrecieron sus resultados en dos canales distintos de televisión, coincidieron en la victoria de Humala por un margen superior al 52 %, aunque los organismos oficiales han insistido en que hay que esperar a los resultados del Organismo Nacional de Procesos Electorales.
En el local de campaña del candidato nacionalista, su equipo de asesores ya ha comenzado a festejar la previsible victoria con lemas como "Sí se pudo, sí se pudo", y "Ollanta presidente".
Nacionalista
Dice que no es de derechas ni de izquierdas, sino nacionalista. Dice que no quiere estatizar la economía, pero sí dar más poder al Estado, y que no está contra las empresas extranjeras sino a favor de las peruanas.
Así se ha pasado Ollanta Humala su campaña, disipando los miedos de quienes han visto en él a un peligroso ‘antisistema’, a un acólito de Hugo Chávez que iba a tirar por la borda el excepcional crecimiento económico peruano.
Ollanta Humala ya no es el que era en 2006, cuando se enfrentó con Alan García por la Presidencia del país. Ha moderado su discurso y sus gestos y ha renovado su guardarropa para ponerse un terno azul en lugar del polo rojo.
Vida en los cuarteles
Sea o no obra de los asesores, lo cierto es que Humala ha pulido la rigidez militar que lo caracterizaba (no en vano pasó casi 25 años en los cuarteles) y ha perdido de paso el apelativo de "comandante" con el que le llamaban hasta casi anteayer sus propios allegados.
Sus enemigos políticos y el enorme aparato mediático que se ha puesto contra él durante la campaña sostienen que es una cuestión de estrategia y que en realidad la piel de cordero no puede encubrir el lobo que se encuentra agazapado y manejado cual marioneta desde Caracas o La Habana.
Si Ollanta no es en lo personal un izquierdista, no puede negar que toda la izquierda peruana se ha puesto tras su candidatura con todas las banderas clásicas del progresismo: sindicalistas, grupos pro derechos humanos, ecologistas, feministas y hasta la denostada "izquierda caviar", la que discursa contra la pobreza con una copa de champán.
Plan del Gobierno
Los puntos
– Propone la renovación política con una nueva Constitución Política.
– Un régimen económico plural que recupere la autoridad del Estado y que tenga como objetivo la justicia social.
– Propone una nueva legislación para garantizar las compras y ventas del Estado.
– Que la energía sea actividad estratégica puesta al servicio del desarrollo de la nación.
– Una nueva ley general del trabajo que proteja la libertad sindical y la negociación colectiva.
– Respeto a los tratados internacionales y la profundización de relaciones en la Comunidad Andina y la Unasur.
Ataque terrorista
Lima, EFE
El ataque terrorista cometido sábado contra una patrulla del Ejército en Cuzco, al sureste de Perú, que ha dejado cinco militares muertos hasta el momento, rompió la calma en las elecciones.
El mandatario peruano, Alan García, lamentó ayer la muerte de los militares, a los que calificó de "mártires de la democracia", pues fallecieron "cuando marchaban a custodiar el normal desarrollo en una zona peligrosa".
De acuerdo a informes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el ataque se produjo en Choquetira, distrito de Vilcabamba, provincia de la Convención, cuando una patrulla militar se dirigía a custodiar el proceso electoral.
Peruanos votaron en Ecuador
Inmigrantes peruanos que ayer acudieron a votar en Quito para las elecciones presidenciales de su país dijeron confiar en que el próximo Gobierno continúe con la fluida relación mantenida con Ecuador en los últimos años.
El próximo Gobierno de Perú debe seguir con la política de "reuniones y convenios con Ecuador", porque ello "favorece a los que vivimos acá", indicó Luis Alberto Sánchez, un inmigrante peruano de 34 años, que desde hace 17 reside en Quito y administra un restaurante.
En Ecuador están habilitados para votar más de 3.000 peruanos y solo en Quito son 1.250 los inscritos en el padrón electoral.