Costa Atlántica y zonas fronterizas, las más afectadas por la explotación sexual de menores
También señaló que las zonas de frontera (Nariño y Norte de Santander) también son foco de esta problemática.
Con respecto a otras cifras entregadas en el Día Mundial contra el trabajo infantil, el funcionario dijo que existen formas de explotación como la doméstica de 15 horas a la semana, que no son tenidas en cuenta por el DANE a la hora de presentar su informe y que si se adicionan estos serían 1.849.987 los niños que trabajan en el país.
En el marco de la conmemoración del ‘Día Mundial contra el trabajo infantil’, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace un llamado a fortalecer los frentes de acción en contra de cualquier forma de trabajo infantil.
Este año el informe de la OIT hace énfasis en el peligro que corren los 115 millones de menores alrededor del mundo al ejercer actividades no aptas para su edad.
En Colombia específicamente las cifras no son alentadoras pues el 12% de los niños se ven obligados a trabajar; entre un millón ochocientos mil y dos millones de niños que abandonan sus estudios por necesidad o al ser obligados por otra persona.
Las actividades en las que se encuentran presentes la mayor cantidad de menores es la agricultura con un 37,2%, el comercio informal 30,5%, industria 13,6% y la minería con el 0.5. Labores realizadas con mayor notoriedad en ciudades como Montería, Ibagué y Bucaramanga (esta última presentando un aumento en los casos).
En el caso de la capital del país, el DANE revela que un 10% de los menores capitalinos se ven obligados a trabajar; de ellos, 57.788, se encargarían de labores domésticas y ventas informales porque sus padres trabajan, otros 17.334 lo harían porque en su hogar no hay quien trabaje. Según el mismo estudio, esta problemática se presenta en mayor medida hacía el sexo femenino.
La oficina de la OIT en Colombia afirma que la política para erradicar cualquier forma de explotación laboral infantil, ha sido infructuosa pues desde 2008, año en el que se lanzó la política nacional en contra de cualquier forma de trabajo infantil, las cifras en vez de reducirse, han aumentado en 250 mil menores más a los reportados ese año.
Un llamado al fortalecimiento de las normas que prohíban este tipo de trabajos forzosos y acciones legales estrictas contra los padres que permitan que sus hijos trabajen, es el que hace la OIT.