Oporto campeón de la Liga de Europa
Campeón de la Liga de Campeones en 1987 y 2004 y de la UEFA en 2003 (ahora llamada Liga Europa), el Porto sucede en el historial de la competición al Atlético de Madrid, tras no dar opción a un Braga que llegaba a esta cita con la fama de matagigantes.
No pudo ser, el equipo de la aristocracia portuguesa se impuso con una superioridad aplastante a una escuadra de la clase media-alta lusa que, no obstante, cuajó una sorprendente campaña en este torneo.
Si la primera parte sirvió para algo, además de para dar al Porto una merecida ventaja en el marcador, fue para que ambos equipos dejasen claras sus intenciones. Y es que, aunque los dos salieron al césped con un 4-3-3, su actitud no podía ser más diferente.
Los hombres dirigidos por André Villas-Boas controlaron la pelota durante casi todo el periodo, con el Braga encerrado en su mitad buscando el robo y balones largos para alguno de sus delanteros.
Su única oportunidad llegó a los cuatro minutos de juego gracias a un azaroso cabezazo al área, sin objetivo claro, que habilitó a Custodio después de que la defensa rival saliese en bloque para activar el fuera de juego.
El disparo del centrocampista bracarense golpeó el exterior de la red defendida por Helton.
Porto, por su parte, aprovechaba los primeros minutos en los que el Braga trataba de hallar su sitio en el campo para buscar la espalda de la zaga rival y percutir con Hulk por su banda derecha.
En su segunda internada, el atacante brasileño se las arregló para dejar sentados a dos defensas y plantarse ante el meta Artur, pero su disparo con la zurda salió rozando el palo largo.
Habían pasado seis minutos de juego y el técnico del Braga, Domingos Paciencia, retrasó aún más a su equipo, encargando al delantero Paulo César tapar las subidas de Hulk.
En una de esas ayudas, el improvisado defensa se hizo un nudo ante el colombiano Freddy Guarín, cuyo centro al área fue rematado impecablemente al fondo de las mallas por su compatriota Falcao, totalmente libre de marca en el punto de penalti.
No dio tiempo para más, el Porto se fue al descanso con un marcador que reflejaba su absoluto dominio de la situación y el extraordinario momento de forma que disfruta el delantero samario, quien anotó su tanto número 17 en esta competición, más que cualquier otro en la historia.
Tal y como sucedió al comienzo del partido, el Braga volvió a gozar de la primera oportunidad de gol, ésta mucho más clara, a través de las botas de Mossoró, quien había sustituido a Hugo Viana, mientras Kaká lo hizo por Alberto Rodríguez.
A los pocos segundos de la reanudación, Mossoró se encontró solo ante Helton. Con tiempo de sobra para elegir la mejor opción, el centrocampista cruzó por bajo la pelota y el meta brasileño taponó con la puntera de su pie lo que la grada ya cantaba como gol.
Con media hora de juego por delante, Paciencia efectuó su último cambio y dio entrada al delantero camerunés Albert Meyong en sustitución del desaparecido Lima.
Como con los anteriores relevos, se trataba simplemente de oxigenar con piernas frescas cada línea.
Porto apostó también por las variantes. Excluyó a Guarín, de gran partido, por el argentino Fernando Belluschi y a Silvestre Varela por el otro colombiano, James Rodríguez, bien aprovechado en la banda izquierda.
Aunque al final el Braga le puso empeño al empate, nunca llegó. Porto se consagró en la Liga de Europa con una actuación destacada de sus tres valuartes colombianos.