23 de abril de 2025

Gobernadores firmaron “un pacto por la esperanza”: Tamayo Vargas

8 de abril de 2011
8 de abril de 2011

Con estas palabras el mandatario de los risaraldenses se refirió al propósito por el que trabajan los tres departamentos para el desarrollo de los 53 municipios del Eje Cafetero, afirmando que “el país tiende a regionalizarse y allí hay que estar”.

Luego de la firma del acuerdo de voluntades entre los tres departamentos, con el cual se avanza en la consolidación de la región, los gobernantes respectivos acordaron que el reto prioritario ahora en tener claros los proyectos y seguir un mismo camino de integración no sólo a nivel local sino nacional e internacional.

Los mandatarios seccionales destacaron el loable apoyo y representatividad del Eje Cafetero en el Gobierno Nacional a través de la Ministra de Medio Ambiente, el Ministro de Defensa, el Director Nacional de Planeación, el Ministro de Transporte y la amplia bancada en el Congreso de la República, personalidades que han hecho del Eje Cafetero un punto estratégico para la mirada del presidente Juan Manuel Santos, ya que son ellos quienes han buscado sustentar la importancia de la región y sus macroproyectos en el país.

El proceso de integración de la región Eje Cafetero, inició específicamente el 7 de agosto del 2010, cuando el Presidente de la República propuso hablar de una agenda común entre regiones y de inmediato Caldas, Quindío y Risaralda se pusieron a trabajar en ella, dándose inicio a la Agenda Malabar, la primera gran reunión de los tres departamentos donde se acordó el impulso a 6 proyectos estratégicos de carácter regional y uno de carácter nacional (Puerto de Tribugá).

Posteriormente el proceso avanzó a pasos agigantados cuando, luego de la elaboración de fichas técnicas y cruce de proyectos con el Plan Nacional de Desarrollo, se presentó la agenda conjunta de manera oficial a las comisiones del Congreso y poco tiempo después, con la última visita del presidente Juan Manuel Santos a Pereira, se logró su respuesta positiva para lograr incluir los proyectos regionales en el Plan Nacional de Desarrollo.

“Se ha avanzado satisfactoriamente en la construcción de la región y la firma de este acuerdo de voluntades ratifica el interés territorial para decirle al Gobierno Nacional, que hoy más que nunca se necesita el apoyo de todos los entes y de los congresistas”, dijo Enrique Millán, presidente Regional de la ANDI, quien asistió a la Cumbre como delegado del presidente nacional de la ANDI, Luis Carlos Villegas, quien fue exaltado por los representantes de los departamentos, por su gran esfuerzo para sacar adelante proyectos estratégicos de región siguiendo un común denominador: El desarrollo regional.

Si bien para el gobernador, Víctor Manuel Tamayo Vargas, es desalentador que ante el Departamento Nacional de Planeación, Risaralda tenga el 80% de necesidades satisfechas, cuando ello no refleja la realidad, resulta alentador que la reforma a la ley de regalías le permita a Risaralda para el 2012 obtener recursos por el orden de los 50 mil millones de pesos y para el 2013 de 80 mil millones de pesos, todo si se actúa bajo la estrategia de región.

Para el gobernador de Caldas, Mario Aristizábal Muñoz, esta Cumbre Regional significa el cumplimiento de un sueño, porque “cuando resultamos electos como gobernadores, en la primera cumbre de la Federación Nacional de Regiones, entendimos que la prioridad era buscar esquemas de integración, superando el individualismo de épocas anteriores”, afirmó.

Según el gobernador del Quindío, Julio César Espinosa, la firma del acuerdo de voluntades significa el avance hacia la erradicación de la pobreza, que según estadísticas oficiales, ya llega en esta región al 24% de los habitantes. “No podemos seguir separados porque siempre nos hemos dedicado a competir entre regiones, cuando el verdadero objetivo es competir ante el mundo”, enfatizó.

Concluida la Cumbre Eje Cafetero para el Desarrollo Regional, los departamentos deberán ahora formular y diseñar, con objetivos claros, los proyectos a ejecutar, con base en una medotología acorde al interés conjunto de los departamentos.