19 de abril de 2024

Desde Armenia

9 de abril de 2011
9 de abril de 2011

Los jugadores solicitaron la cancelación de dos meses de los tres que les adeuda y las directivas sólo podían saldar uno, lo que no llenó las expectativas de los primeros y por ello la determinación final”.
La Crónica del Quindío

No puede calificarse de otra manera que cinismo el del señor Hernando Ángel cuando asegura que a los muchachos del equipo les falta compromiso.

Cuál compromiso con hambre.

La copa  se rebosó y es necesario que se ponga remedio de una vez por todas a esta vergonzosa situación.

Los gurues que tanto defienden al señor Ángel y lo subrayan de mecenas y prohombre y a quien los quindianos les estamos quedando a deber deberían salir a dar la cara.

No más melifluos comentarios aliñados y verborreicos.

Los pontífices del micrófono, algunos que han vivido de las prebendas de la institución cafetera, deben  dejar de dar cátedra y de decir que sin ese equipo “Armenia sería un paradero de buses con obispo”

Ángel se aprovecha porque aquí tiene  unos aliados que no defienden los intereses colectivos sino el bolsillo boyante de “don Hernando” como atinan a llamarlo eufemísticamente y con rodilleras.

La debacle debe ser compartida entre Don Ángel y algunos periodistas sobachaquetas  que han vendido la especie de que a este señor le debemos lo divino y lo humano.

No más eufemismos.

Es tan grave la situación que hasta un pelafustán de mala muerte  es el dueño de la verdad. Ahí llegamos, un ampuloso mentiroso de gaznate maltrecho se quedó con la razón.
 
Los del chisme y el rumor

Han llegado por desgracia a la logia de chismosos una serie de “comunicadores” que producen vergüenza.

Circulan en la red como vomitivos.

Una cosa que dice llamarse Agente 81 es la muestra del antiperiodismo.

Sus comentarios agreden por falta de sindéresis, mala ortografía y qué decir de su escasa solvencia conceptual.

Tiene el prurito de ridiculizar sin mirar que su contenido es la catedral del ridículo.

El canal 81 de Telmex en Armenia aparece, a lo mejor sin ninguna responsabilidad, como autor material del exabrupto.

Y qué decir de…  

Periodismo de estómago es el que han inventado en el Quindío y en donde la credibilidad  vale un carajo.

Afortunadamente  han cavado su propia tumba. Nadie les cree y los desprecian por fulleros.

Llegan a las redacciones a escribir barrabasadas.

Esta semana se inventaron la fruslería de que  Luz Piedad Valencia ya no sería más aspirante a la alcaldía de Armenia y que en su defecto lo haría para la gobernación.

Lo afirman campantes y se quedan tranquilos. Dicen una verdad y se ponen colorados.

Esa aseveración para cualquier desprevenido ignorante no tiene pie ni cabeza.

Pero qué hacer cuando las “noticias” se escriben con la panza.

Bastaba haber consultado a la señora objeto del engaño periodístico para haber confirmado o no la insólita especie.

No saben qué hacer con Roberto  

A Roberto Jaramillo lo están enloqueciendo.

No saben qué hacer con el eminente odontólogo.

Los trastean como mueble viejo de un lado para otro y le han distorsionado su buen comportamiento social y cívico.

Ver a Roberto detrás de las enaguas de la senadora Amparo Arbeláez, por ejemplo, es ridículo. Se le pega para acompañarla a toda parte, incluso, al retrete.

Liberal, de la U., de Abrazar, no se sabe al fin dónde pondrá el huevito Roberto.

Ahora para acabarlo de joder lo propusieron dizque de fórmula de Luz Piedad Valencia como candidato a la alcaldía de Armenia. Va a terminar Roberto en un frenocomio sino desenculeca y pone.

La única ventaja es que la especie de su aspiración a la alcaldía proviene del  mismo estomago en donde se originó la de Luz Piedad a la gobernación.