20 de abril de 2025

Corrupción y pobreza: construcción de confianza

11 de marzo de 2011

No es un tema nuevo en los debates sobre la corrupción y por momentos parece un lugar común al que se acude, quizá, para sensibilizar a la sociedad y los gobiernos. Es una estrategia para hacer visible la corrupción, para poner sus efectos en la calle.

A pesar de este esfuerzo de concientización y acciones de diferente naturaleza, ni la pobreza ni la corrupción han cedido, en el mejor de los casos se ha frenado su crecimiento. Los indicadores de la ONG Transparencia Internacional muestran, que la percepción de corrupción sobre la mayoría de los países de América Latina es de alto riesgo y que ésta no ha cambiado desde 2006.

A partir de la evidencia empírica, se podría afirmar que existe una correlación directa entre pobreza y corrupción. Ésta contribuye a un círculo vicioso de limitar el desarrollo, afectar el crecimiento de un país y mantener la miseria.

Para avanzar en la solución de ambos problemas hay que trabajar en su consecuencia silenciosa y más destructiva: la pérdida de confianza entre la sociedad y de ésta con el Estado.

Construir confianza se convierte como un objetivo en sí mismo, lo que obliga al Estado a cambios en la gestión pública teniendo en cuenta por lo menos tres aspectos claves:

   1. Articular los tiempos y expectativas entre el Gobierno y la sociedad civil
   2. Distribuir previamente la información disponible
   3. Repensar el rol de la prensa en la implementación participación de políticas públicas.

Si el ciudadano no es el centro de la acción pública, esta estará al servicio de intereses particulares: eso es corrupción y trae pobreza.