18 de abril de 2024

Politiquería al detal

25 de febrero de 2011

No es del caso excusarme, porque no fui el autor del infundio. Bien es sabido es que, si algo me distingue, es mi valor civil a toda prueba para asumir posiciones verticales y firmes con el respaldo de mi firma en la columna Contrapunto o en las declaraciones que generosamente me solicitan los medios, para este caso preciso La Barca de Calderón, que son mis únicos canales de expresión, sin necesidad de acudir a expedientes innobles, menos para hacer señalamientos prevaliéndome de procederes tan inicuos y afectar a personas cuyos antecedentes desconozco.

A este propósito, considero del caso solicitar una investigación y el consiguiente pronunciamiento del Tribunal de Ética del Directorio Conservador sobre los señalamientos que recaen sobre un tal señor Henao, a quien identifican como el presunto autor del tráfico vitando de avales, más todavía cuando se dice de él que aspira a una candidatura conservadora a la Asamblea Departamental. Este asunto de ninguna manera debe quedar cubierto por el manto del silencio. No hay tu tía, que se le absuelva o se le condene.

Episodios tan lamentables, como el referido, devalúan al máximo el ejercicio de la vida cívica y postran mucho más la imagen que el público tiene de la política, cuando no es política, sino politiquería al detal, como si no resultara ya suficiente con las nefastas prácticas nepóticas de ciertos cabecillas locales, que han hecho de los partidos rentables empresas familiares, como sucede de manera sobresaliente con los decadentes clanes Lopera y Correa, que copan las nóminas con sus “roscogramas” de agnados y cognados a granel y hasta con “asesor” de la gruesa contratación de infraestructura del Departamento, sobre la que recaen sospechas, a las que es ajena la limpia figura del Gobernador.

Vean ustedes, el “asesor”, ¡una figura ratoncillezca cuidando los quesos!

Sobre esto no más, es suficiente. Mientras no me piquen arrastre.

Tiro al aire: como dijera el mariscal Alzate Avendaño: la política al menudeo es un completo fracaso.