Elecciones y Bacrim: para no tener más de lo mismo
Este hecho cuestiona el carácter disuasivo de la acción de la Fuerza Pública y de la Justicia colombiana y la función preventiva de las normas penales colombianas. En la realidad parecen subsistir factores que resultan favorables para la conformación de mafias o grupos de delincuencia organizada, que tienen mayor impacto que la respuesta estatal.
La debilidad de la democracia colombiana, especialmente a nivel local es uno de esos factores determinantes. La necesidad de los grupos ilegales de tener control territorial, la posibilidad de lograrlo mediante la captura o debilitamiento de la autoridad local y el clientelismo, son los ingredientes para una receta infalible a la que se le puede sumar ahora el oportunismo derivado de la emergencia invernal.
En este contexto es imperativo definir y comenzar a ejecutar las acciones necesarias para procurar la mayor transparencia posible en las elecciones. La Registraduría, el DAS, la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional deben presentar a la ciudadanía un plan de acción a la mayor brevedad, que contemple labores de capacitación, inteligencia, investigación y judicialización.
Si no se obra pronto, estaremos facilitando la conformación del poder político local a la fuerza de los cañones y el dinero.