Del petroportunismo
Con ello insinúa, cuando no confiesa, que por lo menos comienza a despeñarse hacia sí mismo, proceso abrupto o terso que lo lleva hacia la glorificación de su vanidad, diosa egoísta que celoso guarda en sus pensamientos y actitudes y lo conduce hacia el Yo mayor de sus ambiciones y sueños, cuyas dimensiones acrecienta siempre y cada vez más, disimulando sus contenidos detrás de complejas lucubraciones sobre las filosofías, las ideas, los problemas económicos y sociales, contradictorias muchas veces, que unidas dicen todo y nada, porque están hechas para deslumbrar mas no para convencer.
Eso es: deslumbran para enceguecer e iluminan para que la oscuridad al caer de repente haga que lo visto se desdibuje, su imagen se pierda o se olvide. He ahí el “ábrete Sésamo” del neoliberalismo de los siglos XX y XXI mediante el cual se descubren los grandes tesoros del Individualismo militante y su capitalismo salvaje, ese que mira más su ombligo que la conciencia porque se aterra ante lo siniestro que esta encierra.
De Gustavo Petro, entonces candidato presidencial del izquierdista PDA, escribí en esta columna lo siguiente: “Gustavo Petro es persona inteligente, brillante. Discurre bien y sus discursos se ajustan siempre al mejor rigor lingüístico. A mí me agrada oírlo. Tanto lo pondero que le envié dedicado un ejemplar de mi libro “Cuando yo digo izquierda (s)”, hace un año en circulación, como demostración de solidaridad científica por su condición de hombre de izquierda. Nunca me ha dicho que lo recibió, pero no creo que la empresa de correo urbano utilizada para ello no sepa dónde queda el Senado de la República, su sede laboral, y lo haya extraviado. Imposible. Por eso estoy seguro de que Petro lo tiene en su poder y de que, dada su posición ideológica, le haya surgido algún interés por su contenido. De allí que piense que lo ha leído, lo esté leyendo o lo mantenga sobre la mesa de noche para una de estas abrirlo. El colmo sería que lo hubiera tirado a la basura no siendo él, de ninguna manera, uno de esos romos congresistas ajenos a la cultura, lectores más de ‘comics’ que de ensayos políticos. Por el contrario, Petro es una refinada y valiente figura de la izquierda nacional, hoy candidato presidencial del PDA, partido que representa con dignidad”.
No cambio ninguno de los conceptos expuestos entonces sobre su interesante personalidad política que sigue atrayendo a muchos y proyectándose nacionalmente, aunque ahora genere confusión e incertidumbre estructural por sus últimas decisiones como miembro y ex del PDA, personalidad que no dejo de reconocerle. Me preocupa, sin embargo, la incertidumbre que de ellas surge en torno de si su verdadera actitud ideológica sigue siendo de izquierda o ahora es de centro o de centro derecha. Que no diga como los liberales que se escapan de la izquierda democrática por la vía de afirmar que son de centro-izquierda, manera de disimular que a la izquierda sólo están pegados con saliva.
Por eso ya miles hablan del “petroportunismo” para referirse a las balas ideológicas de salva disparadas en varias direcciones por don Gustavo al salirse del PDA y meterse en sí mismo.El Universal.
*Abogado, catedrático, ex Representante, ex Senador, ex Gobernador, ex embajador ante la ONU.