Apoteosis en Manizales
Juan Mora se lució con el capote, suavidad y arte. Con la muleta lo llevó a media altura, despacio y templado; con la izquierda estuvo de lujo… controló a un ejemplar que era incierto y buscaba el cuerpo del torero. Mató de estocada contraria y dos descabellos. Saludó desde el tercio acompañado de una fuerte ovación.
Con el segundo de su lote el maestro Mora no se sintió muy a gusto porque el ejemplar era muy complicado, pronto y se revolvía en un palmo de terreno, aunque cuando acudía a la muleta lo hacía con claridad. Con qué facilidad combina la técnica con el arte, hilvanó una faena con profundidad. Media estocada en muy buen sitio. Dos orejas y aunque tuvo mucho mérito con una hubiese sido suficiente.
El Cid con mano baja, temple, limpieza y arte en la muñeca. Salió en segundo lugar de la tarde un toro bravo, noble y con mucha calidad, en especial por el pitón izquierdo. Cuajó una faena de buenos tiempos y distancias, la estocada completa y en todo lo alto, finalmente remató con descabello. Dos orejas y vuelta al toro.
Qué bien anduvo el diestro andaluz con su segundo toro, alargando los pases y explotando el más potable de los pitones, el derecho; también probó el izquierdo y con gran técnica corrigió los defectos de ese pitón. Sonó el pasodoble Feria de Manizales y como paso a seguir una estocada hasta la empuñadura. Dos orejas y vuelta al ruedo para el toro.
El colombiano Luis Bolívar tuvo que lidiar un toro complicado, reservón y que con el típico genio de Santacoloma le dio dos fuertes golpes sin consecuencias. De forma inteligente le dio los espacios y momentos correctos, basó su faena en el pitón derecho que efectivamente era el más potable de un toro que tuvo bravura con picante. El estoque quedó trasero y tendido. Oreja.
El sexto de la tarde tardó en salir al ruedo porque rompió una puerta y volvió a los corrales, y aunque eso pudo mermar sus condiciones; acudía a las amplias distancias que Bolívar le daba. La colocación y técnica del colombiano fueron las más correctas, la nobleza del toro le permitió al diestro cuajar una de las faenas más importantes de Bolívar en Colombia y como premio a ello sonó Feria de Manizales en lo alto de los tendidos. Y tras una fuerte petición el toro fue indultado.