Wikileaks: En río revuelto
En primer lugar, si bien son documentos de funcionarios diplomáticos estadounidenses, no constituyen posiciones oficiales, hasta el momento, que yo sepa, no hay “cables” de la Secretaria de Estado Hillary Clinton o de sus antecesores.
Lo que si descubrimos es de qué se habla en tales correos y qué cosas parecen relevantes para ser informadas al superior. A parte de hechos como la presunta compra de material antiaéreo por Venezuela, o la percepción brasileña sobre el rol de Colombia (durante el pasado gobierno), hay una gran cantidad de análisis sobre la personalidad y las actitudes de los líderes políticos del mundo entero.
Esto, que puede parecer trivial tiene al final un impacto significativo en la comprensión de las relaciones internacionales. Todo parece reducirse a relaciones entre individuos con incidencia en los intereses de la contra parte. Ello implica que en el futuro hay que formar diplomáticos, hábiles en comprender las relaciones entre los Estados, y que tengan competencias para percibir y comprender los rasgos más importantes de la personalidad de los principales actores de las relaciones entre dos países.
Otro aspecto llamativo es la necesidad de los Estados de mantener agendas ocultas. Todos lo sabíamos, finalmente encontramos la prueba. La pregunta que surge es cómo avanzar realmente en procesos de integración y de diálogo internacional. El llamado, implícito de la revelación de Wikileaks, es a dar pasos en la construcción de confianza entre los Estados y sobre todo entre los Estados y la ciudadanía.
EE.UU quiere frenar el mensaje y detener al señor Assange. En el otro costado, el periodismo internacional trata de expandir el mensaje. Esto en medio de acusaciones mutuas, que ocultan problemáticas de primer orden: ¿Cuál es el grado de seguridad con que se maneja este tipo de información? ¿hay un mercado de compra de información confidencial? En caso afirmativo ¿cuál es la responsabilidad de los medios de comunicación que participan de él? ¿cuál es alcance de la libertad de prensa como mecanismo de protección de la ciudadanía frente al Estado? ¿son las divulgaciones neutrales o sirven a intereses afectando la transparencia del mensaje? Esta es la discusión que creemos debería darse y pronto.