Santos, el hombre del año… ¿será que sí?
Siempre se ha dicho que las encuestas no son importantes por los números fríos que presentan, sino por la tendencia que muestren. Y este estudio claramente agita más la campana sonada y le impone al equipo de gobierno un derrotero para evitar lo que a simple vista hoy no se alcanza a ver, pero que de no rectificar, me atrevería a decir que situaría a Santos cercano al 60% en pocos meses, con tendencia a la baja.
Lo preocupante radica en unos puntos cruciales que se resaltan de la percepción que tenemos los colombianos, según la firma encuestadora. Desde la medición anterior se ha incrementado en 11 puntos el número de personas que dicen que el costo de vida está empeorando, así mismo desde el primer semestre del año, es la primera vez que hay sensación de que la economía empeora. Estas dos valoraciones son muy peligrosas porque generalmente cuando empiezan a tener números rojos se corre el riesgo de que arrastren al resto de variables.
Si Santos no logra corregir esa percepción, tendría un problema reflejado en el efecto bola de nieve; porque además la encuesta dice que los temas ligados a la herencia uribista se están diluyendo: desde el inicio de su gobierno ha bajado 19 puntos la sensación de que está mejorando la inseguridad. Cae igualmente el manejo de la guerrilla y narcotráfico.
Lo anterior mostraría que Santos viene logrando uno de sus principales objetivos que es distanciarse del expresidente, pero sin prever que esa distancia le está significando perder los activos del gobierno anterior. Un tema adicional confirma esta intención, y aquí tampoco se midieron las consecuencias: Santos ha empezado a reencauchar a Chávez, el venezolano ha ganado 11 puntos en imagen favorable desde que nuestro Presidente viene promoviendo su teoría del nuevo mejor amigo y Estados Unidos cayó 15 puntos desde la última medición en el gobierno anterior.
Lo que no calculó Santos es que los nuevos colombianos que hoy valoran positivamente a Chávez le cobrarán la decepción que sentirán cuando el vecino vuelva a su forma de ser habitual. La razón: al crear un estado artificial de las cosas, nuestro mandatario será percibido como el culpable del desengaño.
La encuesta del Centro Nacional de Consultoría de hace tres semanas lo mostró en 90% de imagen favorable, esta de Gallup, en 72%. Podrá decirse -con razón- que son dos mediciones diferentes (aunque también cae su favorabilidad con respecto a la última de Gallup), pero lo que sí está claro es que el Presidente está a tiempo de leer estos estudios entre líneas y no solo ver las cifras altas.
Falta que se asiente su gobierno y el momento, entonces, de saber si es o no el hombre del año será diciembre de 2011, ahora es prematuro decirlo. El Colombiano.