8 de diciembre de 2024

¿Responsabilidad del Estado colombiano?

16 de diciembre de 2010
16 de diciembre de 2010

No me hacen ninguna gracia las protestas que se levantan muy a menudo contra el gobierno por una u otra razón, pero hoy al ver lo que está pasando con las tragedias que dejan las intensas lluvias en campos y ciudades, con un elevado número de víctimas mortales y pérdidas materiales, estoy volteando mi parecer de una u otra manera, respaldando a quienes endosan al Estado su responsabilidad por lo que viene aconteciendo como resultado de la ola invernal.

No me refiero con esto al fenómeno natural de las lluvias, sino a las consecuencias que ha traído para miles de familias que lo han perdido todo, por falta de una política adecuada de ordenamiento en el área de la construcción.

Para el caso de las ciudades (me refiero especialmente a Bogotá), existe una verdadera política que regule la construcción?

Me da la impresión que poco o nada se ha hecho en esa materia y el Estado ha sido muy débil en la puesta en marcha de normas estrictas que regulen la actividad. Es impresionante ver como cada día nacen barrios y aparecen construcciones de viviendas en los sitios más insólitos, sin que aparentemente se ejerza un control estatal para el levantamiento de las mismas.

Todo comienza con la invasión de un lote de terreno en una montaña, donde no existen servicios públicos (agua, energía, alcantarillado etc.) .

Posteriormente la familia invasora pone un techo de cartón y algunas latas a su alrededor, las cuales con el tiempo reemplazan por ladrillos y más adelante, cuando varias personas han hecho lo mismo en el vecindario, se declaran barrio y acuden a los organismos del Distrito para exigir que les solucionen los problemas de instalación básica de los servicios públicos.

Cuando las personas no han invadido un terreno son víctimas de la estafa por parte de urbanizadoras piratas, que sin el lleno de los requisitos se dedican a vender lotes a familias generalmente necesitadas de una vivienda.

Hoy en día estamos viviendo las consecuencias de la ausencia de una política de estado que regule la vivienda y las actividades de la construcción, especialmente en las áreas de riesgo.

Existen acaso regulaciones de construcción en las laderas de los cerros que circundan a Bogotá?  Hay un ente de control que verifique y esté al tanto del desmesurado aumento en la “construcción informal” en los mal llamados “cinturones de miseria”?.

Pues si existen las normas o el ente estatal de control,  no aparece por parte alguna y cada quien hace lo que mejor le parezca, sin tener en cuenta los riesgos que se corren por el levantamiento de una construcción inadecuada.

Igual cosa ocurre con quienes construyen al lado de los caños o los ríos.

Este fenómeno es muy grave y cuando los ríos alcanzan niveles muy altos se desbordan inundando decenas de barrios y construcciones que no han sido técnicamente vigiladas por el estado.

En Bogotá, para no citar sino un solo caso de muchos que se repiten a lo largo y ancho de Colombia, existen muchos barrios en zonas marginales que están levantados por debajo de las cotas de los ríos. Cuando el rio crece por efecto de las lluvias, las “aguas negras” se devuelven por las cañerías e inundan las casas de porquería y excrementos, que traen consigo las infecciones y la emergencia en el sector de la salud.

Ahí está el ejemplo de los Barrios Tunjuelito y aledaños, cuando el rio crece. O el caso de Villavicencio que por una pequeña subida de nivel de los ríos Ocoa y Guatiquía, que bordean la ciudad, sus caudales anegaron viviendas de los sectores Ciudad Porfía, San José, El Recreo, Popular, Villa del Sol, Menegua, Kirpas, entre otros.

Este panorama que hoy deja cientos de muertos y pérdidas multimillonarias en todo el país, es el reflejo de una mala administración y una total falta de planeación en las cosas que se hacen en una ciudad, especialmente en el sector de la construcción de vivienda.

La responsabilidad por estos hechos, no es del gobierno de hoy, sino del Estado desde hace muchos años que ha sido incapaz de controlar este tema. El Estado en todos los niveles, llámense gobernadores, alcaldes, Inspectores de Policía, etc.

Cuanta desgracia nos hubiésemos evitado si existieran y fueran puestas en práctica medidas de control?.

Hay quienes especulan que si en Bogotá, se registrara un terremoto, la parte sur especialmente desaparecería con las consecuencias que trae consigo un movimiento telúrico, porque las casas enclavadas en las montañas carecen por completo de especificaciones sismo-resistentes y fueron levantadas por personas y familias en las que la necesidad de una vivienda primó sobre las normas técnicas.

Por eso hoy, aunque esté equivocado, me atrevo a respaldar a quienes protestan y juzgan al gobierno por su responsabilidad y la debilidad demostrada para la puesta en marcha de medidas de control, especialmente en el sector de la construcción urbana.