«El Cuchillo» era uno de los narcoparamilitares más violentos
El poderío que logró a lo largo de su vida delincuencial llevó a que las autoridades colombianas lo consideraran uno de los narcotraficantes más peligrosos y encabezaba las listas de búsqueda y captura junto con los narcos fugitivos Daniel Barrera, alias el "Loco Barrera", y Luis Enrique Calle Serna, alias "Comba", con quienes buscó alianzas.
Su alias de "Cuchillo" se lo ganó porque era el arma que utilizaba para mutilar campesinos que acusaba de ser colaboradores de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Oliveiro inició su carrera criminal en uno de los ejércitos privados del desaparecido capo del Cartel de Medellín Gonzalo Rodríguez Gacha, donde poco a poco logró un ascenso de pistolero a narcotraficante.
Tras la muerte de Rodríguez Gacha en 1989, Olivero se vinculó a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), principal grupo paramilitar del país, desarmado en un acuerdo pactado con el gobierno entre 2003 y 2006.
Ante la desmovilización de las AUC, "Cuchillo" huyó y conformó su propio grupo de ultraderecha, que denominó Ejército Revolucionario Popular Anticomunista (Erpac), con más de 1 000 combatientes.
Con ayuda de su "tropa", a la que se decomisaron en el pasado varias armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas de Venezuela, Oliverio ganó hegemonía en algunas zonas de los departamentos del Meta (centro) Guaviare (sur) y Vichada (fronterizo con Venezuela), donde manejaba la mayoría de cultivos ilícitos que allí se siembran.
Su responsabilidad en el envío de varios cargamentos de droga a Estados Unidos hizo que las autoridades norteamericanas solicitaran su extradición y que el gobierno colombiano ofreciera una recompensa de 5 000 millones de pesos, cerca de 2,6 millones de dólares, por información que desembocara en su captura.
Sobre la prolongada persecución que hicieron las autoridades a Oliveiro, versiones extraoficiales aseguran que en varias ocasiones extorsionó a agentes para evitar ser detenido.
En enero de este año, un detective de la agencia secreta y migratoria Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que le perseguía los pasos fue asesinado en el departamento del Meta.
Entre su prontuario delincuencial se le responsabiliza de la muerte en 2004 de su jefe en el Bloque Centauros de las AUC, Miguel Arroyave; la masacre de Mapiripán, en la que fueron asesinadas unas 50 personas en 1997; así como de algunos de los frustrados atentados que se han hecho contra el zar de las esmeraldas en Colombia, Víctor Carranza.
Uno de los hermanos de Oliveiro es el paramilitar Dumar de Jesús Guerrero, alias "carecuchillo", quien se encuentra detenido en la cárcel La Picota de Bogotá, uno de los centros penales de máxima seguridad.