Opinión pública calificada
Así lo ha demostrado en su trabajo académico y también cuando, durante unos pocos meses, fungió como Director del Dane durante la administración del ex presidente Uribe Vélez.
El estudio que se realizó este año entre julio y octubre recoge la opinión de un poco más de 1.800 dirigentes vinculados a los medios de comunicación, el sector empresarial, la política, la academia y las organizaciones sociales. Sobre la calificación de los participantes en la encuesta las cifras de la misma no dejan ninguna duda. El 93% de ellos tiene educación superior frente a sólo el 12% del total de la población nacional. Por si ello fuera poco, casi las dos terceras partes de esos profesionales tiene estudios de especialización, maestría o doctorado.
La encuesta inquirió, entre otras materias, sobre la confianza que a ellos le merecen las principales instituciones nacionales, sobre la gestión de los Ministerios y de los principales Departamentos Administrativos, sobre la empresa que más admiran, sobre los columnistas que más leen, y sobre los desafíos más importantes que enfrentará el país el próximo año. También calificaron la gestión del presidente Uribe sobre múltiples materias.
Esa población opina que en el 2011 los desafíos más importantes que afrontará el país son, en orden de importancia: la corrupción, la consolidación de la unidad nacional, las reformas al Gobierno, la mejora de la gobernabilidad, el restablecimiento del equilibrio entre los poderes públicos, la reforma a la justicia, el restablecimiento de las relaciones internacionales y el conflicto armado. Es decir, para estos ilustrados dirigentes los grandes problemas nacionales no tuvieron solución durante los ocho años de la administración Uribe Vélez.
De allí que al calificar el desempeño del ex presidente Uribe sobre 19 elementos de la política pública, sólo en cuatro de ellos (combatir la guerrilla, impulsar el crecimiento económico, combatir el narco-tráfico y aumentar la competitividad) el ex mandatario obtiene una calificación superior al 60%. En los 15 restantes el Gobierno Uribe, para decirlo coloquialmente, pierde el año, pues obtiene calificaciones inferiores a ese 60%.De mucha significación es que las peores calificaciones sean sucesivamente las relativas a la reducción de la pobreza, el combate al clientelismo, la disminución del desempleo y la lucha contra la corrupción.
Dada la representatividad de la muestra no puede haber dudas de que el Gobierno del presidente Uribe no es bien evaluado por la opinión ilustrada, a diferencia de lo que sucede en otros segmentos de la población donde su favorabilidad es mucho mejor de la que muestran los resultados de la encuesta que comentamos. Quizás obedezca esa diferencia a que, curiosamente, los sectores populares y las capas media de la población aprecian más el combate que Uribe libró contra las guerrillas, que otros factores relevantes para su bienestar.
Como todo parece indicar que ello es así, se demuestra, una vez más, que la lucha armada, en que se empeñan todavía algunos muy pocos de nuestros compatriotas, no sólo ha provocado muerte y desolación sino que se constituye en un serio obstáculo para la lucha por la equidad y la justicia social en nuestro país. El Heraldo.