Cómo florece la vida en medio del arsénico, símbolo de la muerte
Hasta ahora se creía muy improbable encontrar otro antecesor de la vida, diferente a las biomoléculas orgánicas e inorgánicas que se repiten en todos los seres vivos. Todo por haber hallado en un lago de California una bacteria viva que incorpora arsénico en su ADN, independizándose por lo menos de otro elemento clave como es el fósforo, al sustituirlo por el citado tóxico metaloide número 33 de la tabla periódica, razón por la cual habrá que ampliar la lista de elementos que efectivamente soportan la vida.
Si en 1995 el descubrimiento del primer planeta extrasolar resultó ser un hecho trascendental, también lo es el de ahora por su perspectiva en cuanto a los causes de la evolución biológica, al ampliar las condiciones ambientales de los planetas, las que solamente consideraban la cantidad de energía que se recibe de una estrella cercana, a otros escenarios adicionales, dado que las formas de vida depredadoras de otras estructuras vivas retroalimentan su sistema de información, no solo para hacerse energéticamente más adaptables sino también bioquímicamente posibles. Y en un plano de mayor nivel de desarrollo, si la fuente de alimento también es un catalizador de la selección natural, entonces la evolución tendría que ofrecer per se mayores sorpresas.
Y para entrar a la navidad, mientras la vida como tal, sigue su curso, dado que finalmente debemos tomar parte de ella, mientras algunos considerarán la posibilidad de regalar un ser vivo a alguien que lo espera y pueda atender esa mascota en su entorno familiar, todos y sin excepción debemos llevar un mensaje positivo para la vida humana y no humana, en el cual se consagren los principios fundamentales para resolver los enormes problemas éticos que se derivan de la tecnología, dado que la actividad tecnológica está influyendo gravemente en el progreso social y económico, con el deterioro de nuestra biósfera.