8 de diciembre de 2024

Carta al Niños Jesús por el Quindío

23 de diciembre de 2010
23 de diciembre de 2010

Ciudad milagro porque no se suicidan más personas de milagro. Ciudad milagro porque es un milagro encontrar un policía para evitar tantos atracos. Ciudad milagro porque se está volviendo un milagro encontrar un político honesto. Ciudad milagro porque a pesar del desempleo, salimos adelante de milagro. En realidad son muchos los milagros, y no es mi intención pedirte la sede del Señor de los Milagros; dejemos quieta a la ‘Ciudad Señora’, que nosotros acá tenemos nuestra propia señora.

Perdóname por no haber puesto camellos en el pesebre este año, lo que pasa es que hay muchos y no queremos multiplicar tanto la especie. También quiero que nos perdones por no haber puesto la estrella de David, pues parece que se la robaron y no tenemos cámaras de seguridad para determinar quien fue exactamente el que se las llevó. Igualmente querido Niño Dios, no nos reclames por haber pavimentado el camino de Belén, pues eso fue obra de los amantes del “cvy”.

Que pena Niño Dios contigo. Se que te molesta que el “mesías” no seas tú propiamente. También esperamos que nuestro pesebre no vaya a tener pastorcitos mentirosos el próximo año. Nos comprometemos con que los reyes magos del año entrante no sean “reyes mágicos” que con su dinero maldito sigan permeado todas las esferas de la sociedad. También ten en cuenta que para el pesebre del año entrante, tendremos burro y no mula cargada, y el buey quemará menos pólvora.

¡Ay! querido Niño Dios, que pena contigo, se que este pesebre nuestro da pena, pero ahí vamos. Aquí ha querido llegar otro “Niño” pero no lo han dejado y ahora lo mandaron —por ser devoto de los santos— a construir casitas para que el año entrante este pesebre tenga menos familias en zonas de alto riesgo. “Danos luz y ten piedad de nosotros”, dicen algunos, mientras que otros están pidiendo que dejen jugar al Moreno, pero sin boletería para el alumbramiento, y no falta el que está pidiendo la loca compañía.

Yo honestamente no sé que pensar ya querido Niño Dios, pues me da pena que en el cambio de cuna, haya ya investigaciones por celebración indebida de contratos.
Esperamos de corazón aquellos quindianos que aún soñamos con un mundo nuevo que el año entrante no encuentres el pesebre lleno de edificios en zonas de protección ambiental. Que no haya estaciones de servicio construidas sin modificar el POP, (Plan de Ordenamiento del Pesebre), con el cuento que los camellos se pasaron a gasolina y que sus jorobas deben estar full. Deseamos de todo corazón que dentro de un año querido Niño Jesús, exista un verdadero cambio, drástico y no radical. Crónica del Quindío.