29 de marzo de 2024

Un seguro por si usted se cae de la cama

22 de septiembre de 2010
22 de septiembre de 2010

Dice el gerente que EPA nada tiene que ver y que es un servicio para los pobres de la ciudad que se ahorrarían ir a buscar a la compañía de seguros y estar en el sistema financiero para que los aseguren. Parece como si fuera una hermanita de la caridad. Pero ¿qué clase de caridad? Caridad con la empresa aseguradora, un pulpo multinacional y un jeque local de seguros, pues les pone en bandeja de plata la infraestructura comercial de EPA, un patrimonio de 70 años, a su servicio, les presenta 80.000 clientes, y les ahorra el trabajo de encontrarlos por su cuenta. Es poner parte del patrimonio de los armenitas al servicio de un particular. Y revela la carta que apenas se han afiliado 6.700 usuarios (en un mes), quien quisiera esa cucaña: $1.447 millones anuales.

Pero pueden ser muchos más. No sé si todos los suscriptores de la póliza del seguro que se ofrece a través de la factura de EPA leyeron la letra menuda. Me tomé el atrevimiento y encontré que el seguro de accidente es prácticamente para si uno se cae de la cama y le pasa algo, siempre y cuando no esté borracho. No cobija lesiones ocasionados por intento de suicidio, o por locura, y a todos, en un momento dado nos pueden catalogar de locos; ni por agresión, ni por el conflicto armado colombiano, ni por secuestro, ni por deportes como el fútbol, ni baloncesto, ni deportes extremos. Tampoco por accidentes en motocicletas, ni siquiera por una carrera de obstáculos. Tampoco si su accidente ocurre en su taller de carpintería o metalistería o mecánica ocasionada por una herramienta automática.

Tampoco por lesiones o muerte causadas por terceras personas, incluso, ni por lesiones u homicidio culposo. Menos, si usted se cayó de la cama borrachito, o trabado por un cachito de marihuana. Ni siquiera si a usted lo atracan o lo roban y sale lesionado o muerto. Recuerde que si usted se accidenta en un vehículo público el conductor del carro puede ser acusado de homicidio culposo, y entonces, tampoco recibirá el pago del seguro. “En caso de diferencias, se entiende como condicionamiento general autorizado el que se encuentra vigente registrado en la Superintendencia Financiera de Colombia”, dice la póliza. Pregunto: ¿Algún firmante de la póliza conoce ese condicionamiento? Mejor dicho, la póliza no cubre nada.

Y para completar, una señora adquirió la póliza por $7.200, y le llegó la factura de EPA cobrándole por ésta, en el primer mes: $14.400. Ahora dirán que se incluyeron los gastos administrativos. Usted puede, señora, deshacer esa póliza ya, sólo tiene que ir a pagar el recibo de EPA y decir, cancelo sin lo referente a la póliza, y le tienen que recibir la plata. Automáticamente la compañía de seguros deberá cancelar el contrato.

¿No tiene nada que ver EPA? Y entonces porque en la póliza dice: “La cuota mensual del seguro se cargará a la factura de EPA ESP”. Y además advierte: “Entiendo que no es una encuesta”. Claro, es un contrato para el que EPA presta toda su infraestructura. ¿No quiere EPA declararse insolvente financieramente como excusa para no recibir el servicio de aseo en agosto próximo? Y entonces por qué mandó al doctor Álvaro Ríos a decirle a los armenitas que era inconveniente que se devolviera ese servicio a EPA. ¿No quiere más negocios EPA con Servigenerales? Y entonces por qué la subcontrató para que prestara el servicio de aseo en Tumaco, donde EPA, a través de la unión temporal AQUASEO presta los servicios en esa ciudad. Doctor Toro, la polémica está abierta. Crónica del Quindío.