Un plan y una conciencia favorables para el proyecto de ciencia de la nación
… dos cuantías varias veces inferiores a las metas propuestas por la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo (1994), para alcanzar una masa crítica de investigadores, llegar a los niveles de países de similar desarrollo a Colombia y lograr las metas sugeridas por los organismos internacionales responsables de promover el desarrollo de las naciones.
Entre algunas razones que explican la falta de conciencia en el país sobre la necesidad y utilidad de una ciencia propia de base para la construcción de la Nación, merecen alguna reflexión dos hechos: uno, en la primera mitad del siglo el proteccionismo que se dio para intentar una industrialización endógena, sirvió más para acumular grandes fortunas por la vía de la ineficiencia y de los altos precios, que por la de la investigación y el desarrollo; y dos, tras la apertura económica de los noventa muchos de los empresarios de la nación, abatidos por su incompetencia ignoran hoy las consecuencias de la dependencia tecnológica y se deciden por la opción equivocada de comprar “paquetes” antes que por la de desarrollar e innovar en su empresa.
Pero ahora, cuando anuncia el gobierno que el 10% de las regalías del petróleo van a destinarse para actividad de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el escenario de esta noticia para Colombia es el de un horizonte petrolero que viene duplicándose desde hace cuatro años y que podría seguir creciendo en la misma proporción durante el siguiente lustro, con unas regalías estimadas para el 2010 en $6 billones frente a un PIB $437 billones, de aprobarse la reforma correspondiente en el Congreso, se podrá resolver el insuficiente nivel de gasto en I&D y blindar sus cuantías de coyunturas presupuestales y ciclos de recesión económica.
No obstante, la idea de Colciencias de fortalecer y expandir nuestra pequeña comunidad científica en cerca de mil doctores por año para resolver el déficit en cantidad y capacidad de recursos humanos, y de fortalecer la infraestructura investigativa, también amerita un plan quinquenal complementario para enfrentar los retos en I&D, cuyo propósito sea articular el débil sistema nacional coordinando acciones entre los ministerios y Colciencias, para apalancar programas estratégicos con el sector académico y productivo desde el orden regional, bajo el presupuesto de que para avanzar en una cultura científica, se debe entender que sin ciencia, tecnología e innovación no hay desarrollo sostenible.
Desde el OAM, Gonzalo Duque-Escobar