Hay esperanza que el fantasma del desempleo pierda terreno
La revaluación del peso
El peso se ha apreciado mucho en el año 2010; aproximadamente en un 10%; siendo en Latinoamérica tal vez la moneda que más se ha revaluado. El peso todos los días gana terreno y el dólar que hoy está en casi 1.800 pesos esta subvaluado. El tipo de cambio para darle competitividad a nuestras exportaciones debe estar en 2.200 pesos. El dólar va en caída libre debido a que existe una gran oferta de esta moneda extranjera obedeciendo a la ley de la oferta y la demanda, o sea la consecuencia de la libertad de mercado que poseemos.
También existe una monetización por parte del gobierno y de Ecopetrol, es decir se traen dólares a Colombia por utilidades, exportaciones, préstamos del Gobierno, colocación de bonos en los mercados de capitales y préstamos al gobierno de la banca multilateral. Esos dólares se trasladan, se monetizan, ingresan al mercado y generan abundancia de esta moneda.
Además hay un aumento en la inversión extranjera directa que en este semestre creció considerablemente en razón a que Colombia les da confianza a los inversionistas. Por ejemplo hay un gran auge en el sector minero energético. De otro lado el sector privado se está endeudando en el exterior porque las tasas de interés están en el 0.5% mientras aquí están en el 3%, aparte de que el dólar esta barato. Hay una mejor calificación de los bonos que emite Colombia, siendo otra de las causas para que el dólar siga descendiendo
El empleo
El Gobierno dispuso un plan de choque contra el desempleo. Su promesa es muy comprometedora: generar dos y medio millones de empleo en estos cuatro años y pasar de la informalidad a la formalidad, a 500 mil colombianos. Hoy la tasa de desempleo arroja un 12% y dos y medio millones de colombianos están de brazos caídos.
La evolución del mercado laboral en los últimos seis meses es uno de los objetivos del informe del Banco de la República; la tasa de desempleo está en un 12%, y ha disminuido en las 13 principales ciudades, el sector urbano más grande del país, es en donde se ve un leve repunte. Parecería que existiera un cambio de tendencia. En el campo la tasa ha aumentado, lo que es muy preocupante porque es un sector que es intensivo en mano de obra y es una de las locomotoras señaladas por el gobierno para jalonar la economía.
Cuando el jefe de hogar pierde el empleo y sale a buscar trabajo con su familia, aumenta la oferta laboral o tasa de participación. En los últimos meses los jefes de hogar, en el número de desempleados, han perdido posición y peso. Cuando el jefe de hogar está ocupado y tiene mejor calidad de trabajo, o sea que no esta en el rebusque, sino asalariado, aumenta el consumo privado. Esta es una de las razones para mirar con optimismo el aumento de la demanda privada en este año.
Después de dos años la industria ha aumentado el empleo un 0.2% y el comercio en el 2.1%, lo que refleja que se puede mirar con esperanza, que el fantasma del desempleo empiece a perder terreno.
Sin embargo, el mercado laboral preocupa porque las tasas de empleo y subempleo son muy altas. El desempleo estructural se esta consolidando. Son más de 800 mil personas, que buscan insistentemente el empleo, que lo han solicitado por más veinticuatro semanas y no han encontrado trabajo. El síntoma mayor de que no se ha vencido el desempleo es que la afiliación a la seguridad social es muy leve.