Desde el Quindío

Nuevo gabinete

Durante dos horas el gobernador del Quindío, Julio César López Espinosa, sostuvo diálogo con el codirector nacional del Partido de la U, ex senador Ricardo Arias Mora. Durante el encuentro celebrado el viernes al caer la noche, López Espinosa hizo un recuento sobre la crisis que afecta a las gobernaciones en Colombia, habló sobre la situación de su departamento, y eludió, según la fuente, otros aspectos en materia política y de acuerdos programáticos con la U.
Culminada la reunión, el codirector del partido uribista le dijo a sus más allegados que su vertiente, y obrando en condición de miembro principal de la U,  no tendrá participación en la restructuración del gobierno departamental. La reunión careció de fundamento y precisión conceptual, fue  la conclusión a la que se llegó.
El ex senador no descartó ningún tipo de acercamientos con el Partido Liberal, en busca de estrategias y acuerdos para el próximo debate electoral. A Arias Mora no le disgusta la candidatura a la alcaldía de Armenia de Luz Piedad Valencia, y reconoce en la hija de don Emilio un interesante cúmulo de virtudes personales y profesionales.  Esta claro que la U tendrá candidato propio a la gobernación del Quindío y a las alcaldías de los distintos municipios del departamento.

La carrera 15

Maledicencia

Existen mentes retorcidas en las que por su cabeza sólo fluye el odio, la maledicencia, la mediocridad, la envidia y el buscar hacerle daño a la humanidad, al precio que sea, arrasando con todo lo que encuentran a su paso, pisoteando la dignidad del ser humano, y sin tener consideración de ninguna índole; se ufanan de ser los dueños de la moral, de instigar, juzgar y castigar sin ser la justicia; dicen representar siempre la  verdad, la pulcritud y la honestidad, miran la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio; se olvidan de que bajo sus pies también han transitado las aguas turbulentas. Señalan porque sí o porque no, y sufren con el dolor ajeno porque la envidia en su principal virtud.
El pasado cuatro de agosto, en el diario local La Crónica, página editorial, apareció el artículo firmado por el periodista Miguel Ángel Rojas Arias con el titulo La Desinformación que asesina, donde hace un recuento sobre el espionaje político en Colombia, la necesidad de desmontar el  DAS, por ser, según él, un ejemplo depravado y rapaz para aquellos ávidos de atentar contra los derechos humanos de la población”, con el lío de las “chuzadas”.
Pero Rojas Arias ocupa igualmente la totalidad de su espacio periodístico para hacer referencia,  según su juicio, a la creación de dos medios electrónicos, con el único propósito de desprestigiar al abogado Rommel Hurtado García, asesinado el pasado 24 de julio en pleno centro de Armenia. Esos medios son La Calle Real y Me Pica la Lengua; el primero, de quien desconozco su autoría, y el segundo, dirigido por este servidor. Dice el periodista que los medios, además, fueron fundados para favorecer y proteger intereses de algunos políticos de la región, jugar al tape tape, y aseverando que “seguramente estarán felices porque, finalmente, consiguieron su objetivo: silenciar la más valiosa voz contra los corruptos de la región”. Se pregunta sobre ¿ qué clase de periodismo es éste?  Asegura que ambos medios fueron creados, así mismo, para atacarlo a través de denunciar sus supuestas irregularidades, sobre su paso por el Forec en años anteriores.
Dicen que el calla otorga, y  en este caso particular no quiero otorgar, pues el que nada debe nada teme, razón por la cual le quiero decir al ilustre periodista que Me Pica la Lengua no fue creado  para hablar mal de nadie, menos de un difunto, y menos de usted, ciudadano, y lo digo sinceramente que jamás me ha motivado como persona, como ser humano y ni siquiera para ser su amigo, pues me enseñaron a distinguir que en lo poco se ve lo bueno de las personas;  usted jamás me trasnocha, ni me trasnochará. Está usted mintiendo, confundido y totalmente equivocado; me Pica la Lengua nació en el Diario de Colombia en el año 1998, y no como lo escribe en su columna, que lo fundé para atacar a Rommel Hurtado o a su tétrica persona, cuando no me interesa para nada. Dice que me dediqué a desprestigiar al señor Rommel Hurtado, pues como consta en mis archivos, ni en vida ni en muerte lo he hecho; primero, porque no fui amigo del doctor Hurtado; entonces, no lo hice en vida, y lo segundo, menos en muerte, porque respeto los muertos, sus familias, sus hijos, sus padres, su esposa, los suyos, y  no como usted que violenta el sagrado derecho de los difuntos, tal cual lo hizo cuando murió el ex congresista Carlos Alberto Oviedo Alfaro, que en vida no tuvo el valor de enfrentarlo, pero que en muerte se sació en su cuerpo inerte, en su señora madre ya fallecida, en el de su familia. ¡Qué horror! Qué enseñanza para sus alumnos, qué moral qué ética, qué personalidad!
Destila odio por sus poros, verifique el contenido periodístico de medios influyentes como El Tiempo, El Espectador, Semana, El País, La Tarde, Diario El Otún de Pereira, El Colombiano, La Patria de Manizales, y otros más, pero en especial el diario local La Crónica, para que aprecie como surtieron de información a sus lectores sobre la muerte del abogado Rommel Hurtado; ¿cuál es su verdadera intensión contra nuestro portal y su director?
Señala, y abro comillas, que “ seguramente estarán felices porque .finalmente consiguieron su objetivo: silenciar la más valiosa voz contra los corruptos de la región”; don Miguel Ángel,  usted nos califica de autores de un asesinato, y como dice su titular, La desinformación que asesina, me parece gravísimo, pues tendré en mi caso personal que concurrir ante las autoridades para que usted demuestre semejante mentira, como crear Me Pica la lengua con ese mismo objetivo y expresar que en mis artículos o notas periodísticas difamé de usted por el caso del Forec; usted no me interesa en lo más mínimo, pues usted es una persona utilitarista, a quien muchos que dicen ser sus amigos le tienen pánico, temor, sufren de cobardía y prefieren tenerlo al lado, entregarle pautas y suministrarle suculentos contratos, so pena de caer en sus tenebrosas y temibles garras.
Quiero decirle que no engañe más a la gente, que no se crea investigador y  juez a la vez, que para eso en este país democrático existe una justicia honesta, buena y justa, que es la única encargada de repartir justicia en la tierra, a usted y algunos otros que se tomaron en pecho el ser justicia sin serlo, pisoteando el derecho de los ciudadanos; si tiene que denunciar, denuncie, como todo buen ciudadano, pero no se haga el héroe, no menoscabe personas, familias enteras, no lleve al escarnio público usando los medios de comunicación su odio contra el semejante, pues para eso están las autoridades competentes.
Quiero decirle que soy amigo de los amigos, y que jamás fundamos Me Pica la Lengua para defender intereses personales; por lo tanto, no le tapo a nadie nada. Escribo con nombre propio, no uso mis artículos a través de seudónimos, hablo de frente como lo hago hace diez años en mi noticiero CNC-Noti20 de Quindío, y escribo mis propias opiniones sin evadir responsabilidades. No juzgo por juzgar, no soy juez, y me considero respetuoso de las cortes, de la justicia colombiana. No pido rectificación, y como creo firmemente en la justicia, allí me tendrá que demostrar toda su infamia, toda su calumnia.