Bandas escolares y urbanas

Es mejor prevenir que curar;  hombre prevenido vale por dos; en ojo sacado, no hay santa Lucia que valga; soldado avisado no muere en la batalla; quien no acepta consejo no llega a viejo; más vale un pájaro en mano que cien volando; si el río suena…ay carajo, algo anda mal…
Atendiendo muchos llamados de atención, referencias concretas de la gente, lamentos de los padres de familia, temores muy fundados de maestros (me gusta más que profesores) ligados a amenazas e intimidaciones dentro y por fuera de los establecimientos públicos y privados de educación de Manizales, peleas y robos en el interior de los claustros, el abuso sexual forzoso, e indeseado estado de preñez de niñas de 11 a 14 años (sus vientres adornados con el uniforme de su escuela o colegio).  
Las denuncias diarias de los clásicos atracos con arma blanca o revolver a plena luz del día en sectores tan reconocidos como el barrio San Jorge, Villa Pilar, Chipre, Fátima, Aranjuez, en la avenida Santander, incluida la sonada zona rosa y los dramáticos casos de los barrios Solferino, el Carmen, Bosques del Norte, la Enea, Marmato etcétera, etcétera, son cometidos según los elementos de juicio de los afectados por bandas escolares y urbanas conformadas por 4 o 5 jóvenes, asistidos por una damitas encantadoras y atractivas que sirven de señuelo,  para que los noveles delincuentes hagan de las suyas con las sufridas víctimas.
Es conducente entonces que en los centros educativos- lo invocamos con la mayor consideración-, la Policía adelante allanamientos o si se quiere visitas secretas y sorpresivas para la detención y destape de esos actores de aquella violencia. Y a quien corresponda, adelantar un trabajo estratégico con una buena cantidad de agentes en cubierto en los puntos enunciados y denunciados, para que con las famosas y costosas cámaras de seguridad se disminuya este clima de inseguridad e inestabilidad que nos acompaña y nos afecta y nos desespera.