8 de octubre de 2024

Santos invocó el diálogo para resolver diferencias con Venezuela

16 de julio de 2010
16 de julio de 2010

Santos exhortó al diálogo al gobierno venezolano para superar las dificultades y “resolver el problema que hoy está sobre la mesa, la presencia de terroristas en territorio venezolano”.

El pronunciamiento de Santos se produjo poco después de que la Casa de Nariño denunció, a través de un comunicado, que "el Gobierno Nacional tiene evidencias que acreditan la presencia en la República Bolivariana de Venezuela de algunos cabecillas del grupo terrorista de las Farc, entre ellos alias ‘Iván Márquez’; Rodrigo Granda, alias ‘Ricardo’; Timoleón Jiménez, alias ‘Timochenko’; y Germán Briceño, alias ‘Grannobles’, así como de Carlos Marín Guarín, alias ‘Pablito’, y otros integrantes del grupo terrorista Eln".

Jefes de las FARC ocultos en Venezuela

Agencia EFE

El Gobierno de Colombia aseguró ayer que tiene en su poder pruebas de que importantes jefes de las guerrillas de las FARC y el ELN se esconden en Venezuela, las cuales se darán a conocer a los directores de los medios, pero no se autorizará su divulgación por asuntos de seguridad nacional.

El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, instó ayer a Venezuela a dialogar para mejorar las relaciones basadas en el respeto y “resolver el problema que hoy está sobre la mesa, la presencia de terroristas en territorio venezolano”, sin suministrar detalles.
      
“Tenemos un gran desafío y poco a poco hay que restablecer estas relaciones con nuestros vecinos, porque es lo que le conviene al pueblo ecuatoriano, venezolano y colombiano”, expresó el ex ministro de Defensa en una visita que realiza a Estados Unidos.

Un comunicado leído por el secretario de prensa de la Casa de Nariño (sede del Gobierno), César Mauricio Velásquez, precisó que los rebeldes que se esconden en Venezuela son “Iván Márquez” (Luciano Marín Arango) y el llamado “canciller” de esa guerrilla, Rodrigo Granda, así como Timoleón Jiménez, alias “Timochenko”, y Germán Briceño, alias “Grannobles” y hermano del jefe militar de las FARC, conocido como el “Mono Jojoy”.

Además, el Gobierno asegura que Carlos Marín Guarín, alias “Pablito”, uno de los líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), también está en Venezuela.

El Gobierno colombiano ha señalado en repetidas ocasiones que guerrilleros de las FARC y del ELN se esconden en Venezuela para evitar la presión de las tropas colombianas, pero solo hasta ahora, a menos de un mes de que finalice el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, dice tener pruebas de esas afirmaciones.

El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, dijo que los colombianos no pueden seguir engañados y que era necesario probar que en Venezuela viven algunos de los principales jefes de las guerrillas colombianas. Santos agregó que el anuncio del Gobierno no busca afectar los acercamientos que hace el presidente electo Santos con el Gobierno de Venezuela para recomponer las relaciones.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ya señaló hace una semana que “Iván Márquez”, uno de los máximos jefes de las FARC, se escondía en el extranjero. “Está escondido y nosotros sabemos dónde está. Lo tenemos ubicadito”, precisó Uribe sin dar más detalles.

Granda fue excarcelado en junio de 2007 por decisión de Uribe, que accedió así a una solicitud del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para que el rebelde ayudara a lograr la puesta en libertad de la colombo-francesa Íngrid Betancourt. Tras su liberación, Granda viajó a Cuba, y después se desplazó, al parecer, a Venezuela, donde había sido detenido, en diciembre de 2004, en una operación encubierta colombiana que motivó las protestas del presidente de ese país, Hugo Chávez.

Las relaciones colombo-venezolanas están congeladas desde hace casi un año por decisión de Chávez, que respondió así a unas acusaciones, a su juicio “irresponsables”, hechas desde Colombia sobre un supuesto desvío de armas de Venezuela a las FARC. La tensión aumentó con la firma, en octubre de 2009, del acuerdo militar por el que fuerzas estadounidenses pueden utilizar al menos siete bases colombianas para combatir el narcotráfico y el terrorismo.