¿Qué viene para Risaralda?
Hablar de Tribugá, el Tren de Occidente, si bien son temas absolutamente necesarios, tienen más carácter regional y aún nacional que los anteriormente mencionados.
Creo que nos quedamos pensando sólo en esas posibilidades y de alguna manera sin sueños, porque enfocamos los esfuerzos a pedir que sean cada vez más reales los proyectos ya iniciados como la Autopista del Café o el Megabús.
Con la inauguración del Helicoidal dimos un paso realmente gigantesco y con la aprobación de los 20 mil millones para la San Mateo otro muy importante en estos dos grandes proyectos, pero ello no debe minar la capacidad de proyectar cada vez más a nuestra ciudad para la competitividad y la inversión.
No quiere decir que no vamos a insistirle al presidente Santos sobre la importancia de estos proyectos para el desarrollo de la región, pero es hora de abrirle la puerta a nuevas ideas para irles abonando el terreno y convertirlas en necesidades regionales.
Con la vía libre para las dos nuevas zonas francas en Risaralda este tema toma gran importancia, no sólo por lo que representa para la región, sino por el reto que el sector privado deberá asumir para sacarles el máximo provecho.
Hasta ahí están identificados nuestros proyectos y macroproyectos, pero me parece que el inventario está en declive, por ello es hora de empezar a poner sobre la mesa nuevas ideas y posibilidades para salir a conseguir los recursos.
No nos podemos quedar conformes con lo que estamos desarrollando o con lo que ya identificamos y estamos en vía de consolidar. Es hora de poner nuevas opciones en la mesa, podríamos pensar en biodiversidad, agua y gestión ambiental, por poner algún ejemplo. ¿Un Dubai verde? La Tarde.