12 de octubre de 2024

¡Qué vergüenza!

3 de julio de 2010
3 de julio de 2010

Lo que dice la prensa argentina de la paliza de Alemania:

Una dolorosa eliminación: Alemania desnudó las falencias de la Argentina y la dejó sin Mundial

Maradona preocupado durante el partido entre Argentina y Alemania por la copa del mundo Sudáfrica 2010  – Reuters

LA NACIÓN, BUENOS AIRES

CIUDAD DEL CABO.- La goleada envuelve de pena una esperanza rota. Caen lágrimas vestidas de resignación por ese sueño que no fue. La película de lamento es una secuencia repetida de almas quebradas y corazones arrugados. La Argentina se va del Mundial. Fue eliminada por Alemania, como en 2006. Es el desenlace de una historia que anunciaba otro final, con Maradona como técnico y Messi, señalado por todos como el mejor, expresándose en el campo de juego. Ganó Alemania con todas las de la ley, con una goleada por 4 a 0 elaborada con orden y juego.  

Suponía un interrogante saber cómo reaccionaría el seleccionado ante su primera adversidad. El gol de Müller, a los dos minutos, provocó un estremecimiento glacial que dejó inmóvil al equipo. Jamás la Argentina se recuperó del estado de conmoción de ese golpe casi de knock-out del comienzo. Fue un shock eterno.  

Hasta aquí, la Argentina había gozado de un beneficio casi exclusivo: había sido muy poco agredida durante el torneo. Todo lo que no la habían atacado en la primera ronda, sucedió hoy en Ciudad del Cabo.  

En la zona media el seleccionado se resignó a dar pelea y le cedió terreno a Alemania para tomar la iniciativa. Schweinsteiger gobernó a su gusto por fuera de la órbita del círculo central. El N°7 hizo del medio su sector de influencia, el corazón del circuito de juego alemán. Alemania se puso en ventaja rápidamente, a través de un cabezazo de Müller, que anticipó a Otamendi y que encontró mal ubicado al arquero Romero. La defensa argentina paseó durante todo el certamen su ignorancia conceptual a la hora de definir marcas y ordenamientos en el fondo. Se sufrió hoy, pero podría haber sucedido antes.  

La Argentina carga con un estigma desde el comienzo: le cuesta elaborar juego más allá de alguna genialidad de Messi o la expresión inspirada de otra individualidad. Por la manera que comenzó el partido, tal vez se reclamaba la presencia de Verón o Pastore desde mucho tiempo antes.  

En desventaja, la Argentina tomó mayor diálogo con el juego, aunque sin profundidad y sin ser certero, un rasgo que la había distinguido hasta aquí. Su mejor momento fue entre los 30 y los 40 minutos del primer tiempo. No le pudo sacara el jugo a ese rapto de inspiración.  

Para Alemania fue uno de esos partidos que forjan el carácter. Una de esas batallas más para el pico y la pala que para el fútbol filarmónico. Pero en este caso, gracias a los espacios regalados, el equipo europeo se lució con una goleada que quedará en la historia. Klose y Friedrich le bajaron el telón al partido con sus anotaciones, a los 22 y 28 minutos del segundo tiempo. Eso fue la despedida simbólica de la Argentina, que estaba resignada a su espantoso extravío. Klose, en el cierre, decoró el resultado con otro toque sublime.  

Caídos Brasil y la Argentina, se les abre el paso a los europeos. El Mundial seguirá, aunque en la Argentina ya es asunto terminado. Era el Mundial de Messi. Era el Mundial de la Argentina. La tristeza y la desilusión escenifican un final inesperado. 

Maradona antes del comienzo del partido  – Reuters

EL PUEBLO LLORA LA DERROTA    

La decepción de todo el pueblo argentino.

LA PRENSA, BUENOS AIRES
       
Tras la eliminación del Mundial, el llanto, las cabezas bajas y la mirada perdida fueron las imágenes de una jornada dolorosa.

Desazón es la palabra que mejor refleja el estado de ánimo de los argentinos durante la tarde del sábado, tras la eliminación de la Copa Mundial de la FIFA. Las imágenes de llanto, cabezas bajas y miradas perdidas preponderaron en el estadio de Ciudad del Cabo y en las calles de toda la Argentina.

Las cámaras reflejaron, en primera instancia, las lágrimas de los allegados al cuerpo técnico argentino, de Dalma y Giannina Maradona, los hinchas en las tribunas y hasta quienes apoyaron al equipo de Diego.

En Buenos Aires, rápidamente se produjo la desconcentración de los simpatizantes que habían ido a ver el partido a las pantallas gigantes colocadas en Parque Centenario, Plaza San Martín y el Obelisco. Las caras de la gente eximen cualquier comentario. El dolor embarga al pueblo .

En todo el país se vivió con mucha angustia y decepción esta eliminación, no sólo por el resultado (exagerado a todas luces) sino porque este elenco dirigido por Maradona, había despertado adhesiones masivas y una ilusión que hacía tiempo no se experimentaba.

El tiempo, como en todos los órdenes de la vida, cicatrizará las heridas. La Celeste y Blanca seguirá siendo el orgullo de los argentinos.