14 de octubre de 2024

«Sin subsidios a los servicios públicos se agrava pobreza»

6 de julio de 2010
6 de julio de 2010

El Estado tiene corazón y se duele de la situación de pobreza de los colombianos. A los particulares solo les interesa la rentabilidad de sus empresas. Y en este contexto, las empresas privadas proceden a cortar los servicios a quienes no pagan.

Si el Gobierno de turno no cumple con las contraprestaciones establecidas por la ley, sencillamente se trunca la inversión de las empresas para ampliar las coberturas y mantener la infraestructura en la prestación de los servicios, razón por la cual se les niega la posibilidad de acceder a ellos a quienes no los tienen y se deteriora la calidad de aquellos que no pueden ser objeto de los planes de mejoramiento.

Es indiscutible el aporte privado a la consolidación y desarrollo de los servicios públicos en Colombia al alcanzar en los últimos 7 años una inversión del orden de los 72 billones de pesos, cifra que el sector público jamás hubiese podido canalizar hacia el sector dada la precariedad de las finanzas oficiales. Así lo destacó el Congreso que acaba de finalizar en Cartagena de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Telecomunicaciones, Andesco, que reconoció el apoyo durante sus dos periodos constitucionales del Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez para hacer posible ese gigantesco esfuerzo financiero.

Si bien en todas las regiones del país hay problemas e inconformidad ciudadana por la elevada estructura tarifaria, así como los operativos de corte de los servicios contra los morosos y los traumas que ocasionan las conexiones ilegales, es importante recalcar que lo prioritario es garantizar cada día la optimización en cada uno de los frentes y en las relaciones con la comunidad.

Por esa razón considero un craso error que algunos técnicos del Gobierno Nacional anden pensando en sacrificar los subsidios que el Estado concede a los pobres para que accedan a los servicios públicos, solo por la necesidad del ajuste fiscal

"El ajuste fiscal debe considerar la importancia de mantener los subsidios a la población más pobre en todos los servicios”, plantea el informe "Perspectivas económicas y servicios públicos domiciliarios: 2010 -2014", presentado por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Telecomunicaciones, al inicio del XII Congreso Nacional y III Internacional de Servicios Públicos. Yo respaldo integralmente esa sentida petición. Si el Estado suprime esos subsidios, es fácil vaticinar el desplome de nuestros servicios públicos.

Según la investigación de Andesco, en el sector eléctrico los subsidios a las familias de estratos bajos bordean los 1.3 billones de pesos, de los cuales 0.3 billones son cubiertos con aportes del presupuesto nacional. Las participaciones del sector de agua potable y saneamiento, que en 2010 alcanzan 1.07 billones, aportan cerca de un 40% de la inversión sectorial. A lo anterior hay que añadir los recursos del Fondo de Telecomunicaciones y los demás fondos sectoriales del sector eléctrico y el sector de gas.

¿Qué nos puede pasar si esa asistencia financiera pública desaparece? Estoy seguro que regresaremos al caos y a las protestas ciudadanas en las calles. Y agudizaremos aún más los factores de miseria y pobreza de nuestra población necesitada. Sin desconocer la importancia y la pertinencia de un programa de ajuste fiscal para recuperar el crecimiento económico, fomentar el empleo y garantizar su sostenibilidad, es urgente que el próximo Gobierno haga énfasis en su responsabilidad social a la hora de definir el futuro de los subsidios a los servicios públicos en Colombia.