5 de octubre de 2024

Juan Camilo Restrepo, nuevo ministro de Agricultura

8 de julio de 2010
8 de julio de 2010

Restrepo fue ministro de Hacienda y es una de las personas que más saben de café en Colombia.

¿Quiés es Juan Camilo?

Nacido en Medellín el 17 de octubre de 1946 en el hogar de Camilo y María Helena, mayor de cinco hermanos, es hoy por hoy  uno de los más experimentados  dirigentes del país. Propios y extraños, copartidarios o contradictores  reconocen que Juan Camilo es un profesional de peso específico, maduro, que sabe escuchar  y trabajar bajo presión sin perder el control o la perspectiva, por más complicado o urgente que sea el asunto que haya que resolver.

Juan Camilo no teme ni esquiva las crisis. Les hace frente, aplica los correctivos y ajustes necesarios, así sean duros o incluso, impopulares en su momento, porque sabe que no actuar implica agravar las situaciones.   

Casado hace 33 años con  la periodista María  Teresa Herrán, docente y analista de medios, que se define como  liberal de centro izquierda,  ésta suele decir que la mejor prueba de tolerancia de su esposo es haberle aguantado su carácter independiente  y fomentado su  indómita vida profesional. Tienen tres hijos: Ana María, Camilo y Alberto, quienes se han mantenido al margen de su actividad política, para seguir sus propios destinos con un bagaje de valores   que ellos consideran su mejor  apoyo para enfrentar la vida. 

Juan Camilo Restrepo es conocedor a fondo de los sectores cafetero, energético y financiero, así como de la realidad nacional e internacional. Doctor en Derecho y Economía de la Universidad Javeriana. Con especialización en Derecho Administrativo de la Universidad de París II, y estudios de Economía en la London School of Economics, con amplia experiencia docente, Juan Camilo empezó muy jóven a ejercer cargos de responsabilidad. A los 24 años, ya era Secretario de la Junta Monetaria. Pasó luego a ser el representante de la Federación Nacional de Cafeteros ante la Organización Mundial del Café (OIC) en Londres. Ya en 1977, asumió como Superintendente Bancario de la administración López Michelsen. En el gobierno Betancur, prosiguió su carrera pública como Presidente de la Comisión Nacional de Valores. Allí le correspondió hacer frente al desplome del sistema financiero. El país reconoció entonces que Juan Camilo tenía la experiencia y capacidad para sorter crisis de gran dimensión.

Tras cuatro años en la Comisión y dada su experiencia ante la OIC, fue nombrado Gerente Comercial de la Federación Nacional de Cafeteros, entre 1986 y 1990. Allí tuvo que capotear las implicaciones de la caída del Pacto Internacional de Cuotas, en 1989. En el gobierno Gaviria, y por su trayectoria de "hombre al que le cabe el  Estado en la cabeza" fue nombrado Ministro de Minas y Energía. Al recibir el cargo, los embalses estaban prácticamente vacíos y la capacidad de generación eléctrica, con grandes retrasos, por lo cual debió liderar con firmeza la superción del "apagón", y sentar las bases para recomponer todo el sistema de generación y transmisión energéticas.

Luego de un breve paso por el sector privado, el hoy aspirante a la jefatura del Estado decidió incursionar en la actividad política, siendo elegido Senador.

Durante sus cuatro años en el Congreso, su labor de fiscalización en materia de política económica, así como su liderazgo en el juicio de responsabilidades adelantado contra el Presidente Samper durante el narcoescándalo, terminaron posicionando a Juan Camilo como el "senador estrella" de la legislatura, y una de las nuevas figuras del conservatismo.

Fiel a su carácter de conservador disciplinado  que cree en los partidos como   instituciones fundamentales de la democracia   y no en  “ las microempresas políticas de egos alborotados”, aceptó la precandidatura presidencial , en el marco de la consulta interna de la colectividad, con el otro aspirante conservador, Andrés Pastrana.   La votación  que obtuvo sorprendió,  confirmándolo de paso  como uno de los dirigentes más influyentes de la colectividad.

Tras la consulta  interna y   dando cumplimiento a la palabra empeñada, el ex Senador paisa   apoyó la candidatura de Pastrana  Arango, convirtiéndose  en la principal carta de garantía que el conservatismo ofrecía a  los colombianos, mercados e inversionistas, para recomponer la maltrecha  economía  que dejaba el saliente y  crítico período del Presidente Samper.

Al iniciarse el Gobierno del Presidente Pastrana, Juan Camilo fue nombrado  Ministro de Hacienda, cargo desde donde aplicó el plan de ajuste que requería el país, en medio de una  profunda  crisis de la economía internacional,   y cuyos frutos se perciben con toda  claridad hoy,  en contraste con lo que ha sucedido  en otros países latinoamericanos, como Ecuador y Argentina.

Un severo cronograma de austeridad fiscal en los niveles nacional, regional y local ; liberación de la banda cambiaria y corrección de la nefasta revaluación del  peso; reforma a fondo del sistema hipotecario que le salvó la vivienda a cientos de miles de colombianos ;  plan de salvamento de la banca pública ;  nuevos criterios de prioridad para la inversión social ; liquidación de la  Caja Agraria, sin que le temblara el pulso,  y creación del Banco Agrario con renovada vocación de ayuda al sector rural ;  saneamiento de las obligaciones crediticias internacionales, y reducción  contundente de las  tasas de interés  y de la  inflación fueron entre otras, las políticas  que lideró Juan Camilo en su paso por el Ministerio de Hacienda.

Fijado ya el rumbo de la recuperación económica, el  dirigente paisa renunció al  Ministerio en el año 2000 y fue nombrado Embajador en Francia.  Allí cumplió  un importante papel, especialmente en  la búsqueda de  inversión extranjera. También se esforzó en cambiar las mentalidades y las percepciones  sobre los conflictos colombianos, y a  contrarrestar la “diplomacia de la subversión “.  Su labor fue reconocida por el Gobierno Francés al otorgarle  la medalla de la Legión de Honor en el grado de comendador, lo  cual no es usualmente el caso para Embajadores colombianos en Francia.

El país reconoce en Juan Camilo a un hombre pausado,  sin aspavientos,  que sabe escuchar pero al que no le tiembla la mano para tomar decisiones de fondo.  Si bien es  serio y riguroso  en  el ejercicio de sus funciones es  de carácter afable y optimista. Trata bien y sabe motivar a sus colaboradores. Amigo de las tertulias y de los buenos chistes, de cuando en cuando, al calor de la noche, recita poesías.

Su  afición principal   es la lectura  y le apasiona la historia de hombres y de pueblos.  Le encanta enseñar, transmitir conocimientos y  es  profesor titular de la Universidad Externado de Colombia.  Ha publicado doce libros, entre los cuales el de Hacienda Pública  ha sido reeditado cinco veces, con minuciosas actualizaciones.