En sepelio de Rommel denunciaron: “La corrupción carcome al Quindío”

En la parroquia del Espíritu Santo en el norte de Armenia y durante las exequias del asesinado abogado quindiano Rommel Hurtado García se escuchó nuevamente la afirmación que ronda desde hace años en el ambiente social y político del departamento: “La corrupción carcome al Quindío”.

Dicha aseveración, manifestada con el dolor por la pérdida de su hermano, fue expresada por el columnista y ecologista Andrés Hurtado García, quien al emitir unas palabras a la memoria de su familiar indicó que el peor de los males que golpea a la región es en primera medida la corrupción, esa que “Rommel denunció, especialmente en sus últimos años”.
El columnista del diario El Tiempo relató durante el sepelio que una vez llegó al departamento, luego de la trágica noticia del crimen de su hermano, el taxista que lo movilizó desde el aeropuerto a la funeraria, le dijo que “la ciudad estaba plagada de corrupción”.

“El taxista que me trajo del aeropuerto, sin saber que yo era el hermano de Rommel, me dijo que estaba aterrado por los casos de corrupción. Dijo que aquí destapan calles buenas para luego pavimentarlas y cobran por eso, pero las calles que están malas esas sí no son arregladas. Eso es un mal que campea por cualquier lado que uno camina”, expresó el ecologista quindiano, quien fue Premio Nacional Simón Bolívar.

De la misma manera indicó que el conductor del vehículo de servicio público se declaró desilusionado, al decir: “El único que denunciaba los casos de corrupción, ese señor Rommel, lo mataron”.

Frente a ello, José Jota Domínguez, quien estuvo en la eucaristía como gobernador encargado, precisó que “la corrupción es un cáncer que carcome a muchos integrantes de la sociedad, impide el avance de grandes programas y políticas sociales en todos los gobiernos del mundo. Este mal no sólo se genera en las entidades públicas sino que mucho de ese fenómeno aparece en la parte privada y lamentablemente no deja progresar a los países”.

Igualmente aseguró: “Recordemos que el presidente Álvaro Uribe Vélez cuando tomó el poder hace ocho años manifestó que esa problemática la iba a combatir y que ahora que está próximo a entregar el gobierno no ha tenido resultados favorables en ese asunto. Eso también es un problema de educación porque la gente debe tener una actitud para impedir ese problema”.

Por su parte, la alcaldesa de Armenia, Ana María Arango Álvarez, al ser indagada por este medio sobre el tema sólo comentó: “La alcaldía a través del pacto por la transparencia y la rendición pública de cuentas viene trabajando día a día para garantizar el cumplimiento de la ley en sus actuaciones ante la comunidad. Mi compromiso como alcaldesa es trabajar con honestidad y transparencia”.

Entre tanto, líderes gremiales enfocaron sus declaraciones al decir Rodrigo Estrada Reveiz, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Armenia, que “el tema es muy complejo y antes de decir que la entidad A o B tiene la responsabilidad de este, es claro que debería estar concentrado en las instituciones de control como la procuraduría o la contraloría”.

Sumado a ello, el ejecutivo opinó: “Sin embargo, desde el Comité Intergremial del Quindío se ha decidido contratar en próximos días una persona que se dedique de tiempo completo a analizar los procesos de licitación abierta y contrataciones, tanto en el cumplimiento de los procedimientos de ley como en forma más profunda, para ver si las licitaciones se están publicando a medida de alguno de los aspirantes. Por otra parte, sabemos que a muchos les da miedo denunciar, no tanto por amenazas de muerte como por la exclusión o bloqueos que esto les podría acarrear por parte de los contratantes. Por eso queremos implementar una herramienta en la que los ciudadanos puedan diligenciar su denuncia sin que exista el riesgo y, eso sí, que se encuentren fundamentadas. El tema nos compete a todos y para que haya un evento de corrupción se necesita de parte y parte, por lo que el llamado es a que las personas no se dejen chantajear ni se dejen ofrecer nada a cambio de su elección”.

Finalmente, Lina María Mejía Sierra, directora ejecutiva de Fenalco Quindío, subrayó que “lo importante es que cada persona denuncie los actos ilícitos de los que tenga conocimiento ante las autoridades competentes. Con transparencia y honestidad podemos cambiar, no sólo al departamento, sino al país en general”.

La homilía del padre Eduardo Mejía en las exequias

En las exequias de Rommel Hurtado García, el padre Eduardo Mejía, amigo personal de la víctima, centró su homilía en destacar los valores que como persona poseía. “Era un hombre muy bondadoso y eso mucha gente lo puede corroborar”, comentó el sacerdote.

Esa misma apreciación la comparte, el periodista Miguel Ángel Rojas Arias, quien lo acompañaba el día del asesinato. “Era un hombre muy bondadoso, despegado de las cosas materiales y dispuesto a ayudar a quien se lo solicitara. Era tanta su disposición, que tenía una especie de oficina en las sillas sobre la 14, donde se sentaba con sus amigos a tomar tinto. Allí llegaba gente a pedirle consejos en materia de su labor como abogado y él siempre acogía esas solicitudes, sin reparo”.
De otro lado, el presbítero Mejía relató la relación que tenía Rommel con su mascota, Firulai. “Lo primero que le pregunté a un policía esa tarde de la muerte de Rommel era que si en la camioneta había un perrito, y la respuesta fue que no. Lo hice porque sabía del cariño que le tenía Rommel, por lo que en ocasiones eran inseparables”.

Agregó: “En varias oportunidades, Rommel decía que Firulai era su único y fiel amigo. El día del crimen, según relato de la señora que cuidaba la finca de Rommel, ubicada sobre la vía a El Edén, el can se mostró inquieto y descompensado luego del mediodía, por lo que ella pensó que lo habían envenenado. Después del agite, el perro se echó en el sillón donde su amo veía televisión, y desde ese día, el jueves, no se ha levantado y no ha probado casi bocado”, replicó el padre Mejía.
Se enfatizó en el carácter fuerte de Rommel, pero se resaltó que la considerable presencia de personas el día de su sepelio, era un indicativo de que la “gente lo quería”.