22 de septiembre de 2023

Denuncia de «El Tiempo»: Reubicados habrían vendido sus casas y regresaron a zonas de riesgo

7 de mayo de 2010
7 de mayo de 2010
Unas 3.200 familias habitan en viviendas vulnerables.

Foto: Andrés Henao

Cuando el Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero (Forec) ejecutó el proceso de reconstrucción del Quindío, en 1999, después del terremoto del 25 de enero, cerca de 1.200 familias habitaban en zonas de alto riesgo. Once años después, esta cifra ha ascendido a más de 4.000 familias, 3.200 de ellas en Armenia, lo que tiene en alerta a las autoridades.

 

Jairo González, habitante del barrio Santander, al sur de Armenia,  explica que no tuvo más remedio que invadirle un lote al municipio. "No me alcanza para comprar o alquilar una casa, yo tengo familia y tengo que responder por ellos, lo que me gano, si mucho, alcanza para la comida", manifiesta González.

El señor añade que, si lo sacan de allí, el Estado tiene que ofrecerle un lugar en donde vivir, "porque no puedo irme a vivir debajo de un puente y mucho menos con mi esposa y mis dos hijos", enfatiza el señor mientras una gotera traspasa el techo de su casa y rebota en su hombro izquierdo.

Rosa Marín, una mujer desplazada, y la primera en invadir ese sector del barrio Santander, explica que lleva 10 años sufriendo por las inclemencias de las lluvias.
"En la noche se moja todo porque baja el agua, cada que llueve se inunda. No creo que estemos en riesgo de una avalancha, porque sólo pensamos en que Dios nos va a proteger", agrega la señora.
Rosa admite que ha recibido cuatro subsidios del Estado, pero asegura que ese dinero  sólo le ha alcanzado "como para comprarle ropa a sus hijos".

"Ahora último me aprobaron un subsidio de vivienda de 5 millones de pesos pero ¿yo dónde voy a conseguir una casa por ese precio?", se pregunta la señora.

Algunos vendieron sus casas
José Ignacio Rojas, director de Planeación Municipal de Armenia, explica que muchas de las familias que están en zonas de riesgo, fueron beneficiadas con viviendas en barrios de la reconstrucción. "Algunas de las familias que se desplazaron, desmantelaron sus casas, mientras otras las vendieron por precios irrisorios, 1 o 2 millones de pesos, cuando cada vivienda tuvo un costo de 15 millones", señala el funcionario.

Rojas agrega que, aunque las laderas representan peligro, las familias están en la zona central de la ciudad y "eso mejora su economía", razón por la que no aceptan las casas de la reconstrucción, que son en barrios periféricos.

Clara Inés Álvarez, directora de la Oficina Municipal de la Gestión del Riesgo (Omger) manifiesta que, en Armenia, hay 20 puntos activos en cuanto a riesgo, principalmente en zonas de asentamientos, sitios a los que las autoridades siempre deben acudir cuando llega la temporada invernal. "El proceso de reconstrucción del Eje Cafetero, liderado por el Forec, destruyó los tejidos sociales, por eso, muchas familias prefieren vender sus casas y devolverse a sus antiguos barrios", dice la funcionaria.

Álvarez concluye que el desplazamiento y la pobreza son factores que influyen notablemente en el fenómeno de reasentamiento, pero asegura que no son del todo la motivación, "pues muchas de esas familias ya recibieron subsidios por parte del Estado lo que les impediría volver a ser beneficiarios, lo que nos complica más la situación".

YEISON GUALDRÓN y ANDRÉS HENAO
Especial para EL TIEMPO
ARMENIA