25 de abril de 2024

De la vanguardia a la retaguardia

3 de mayo de 2010

Es bien sabido que la misma se vio zarandeada por el coletazo de la crisis global, la cual nos sorprendió con muy serias vulnerabilidades producto de los déficits gemelos y de contera sin el grado de inversión de su deuda soberana, como ninguna otra de la región. Si bien es cierto que al final la sacamos barata al no cerrar el año 2009 en negativo como sí le ocurrió a Latinoamérica en su conjunto, la economía colombiana pasó el año  pasado raspando con un anémico 0.4%. El comportamiento del último trimestre del año anterior al crecer el 2.5% nos salvó de terminar el año en recesión, pero ello no es para cantar victoria. Sobre todo si tenemos en cuenta que para el año completo la industria cayó el 6.3%, el comercio se contrajo el 3.1%, los dos sectores que sirvieron en el pasado de pivote del crecimiento, y el transporte por su parte retrocedió 1.2%. El leve repunte del crecimiento del PIB corrió por cuenta del rubro de la construcción que creció el 12.8%, referido fundamentalmente a obras civiles, las cuales experimentaron un aumento inusitado del 44.7% (¡!) el último trimestre y de la actividad minera (11.3%) que ha tenido un repunte importante.
Es bien sabido que la industria y el comercio  son los sectores con mayor peso en la demanda y en la generación de consumo, el cual representa el 70% del PIB y estos justamente fueron los que llevaron la peor parte en los estragos de la crisis, repercutiendo sensiblemente en la tasa de desempleo, la cual se situó en enero de este año en el 14.6%, la más alta en 6 años, la peor de las secuelas de la crisis. Preocupa aún más hacia el futuro el hecho de que los empresarios no se animaran a invertir en 2009, dado que la formación de capital fijo cayó 1.6% frente a 2008 y precisamente las inversiones que más baja tuvieron fueron en maquinarias y equipos. Ello se explica porque todavía es muy alta la capacidad instalada que se encuentra ociosa; entre noviembre de 2009 y febrero de 2010 el uso de la capacidad instalada se contrajo 2 puntos porcentuales, pasando de 68.1% a 66%. Y de contera el Índice de Confianza Industrial (ICI) de febrero de este año  bajó 1.3 puntos con respecto al registrado durante el mes de enero, pasando de 3.8% a 2.5%  Con razón el DNP reconoce que la economía colombiana se tomará por lo menos un año para recuperar el terreno perdido durante la crisis.
Colombia debe examinar seriamente las recomendaciones que le hizo  a su paso por el país Nouriel Roubini, el gurú de la economía que tuvo la perspicacia de vaticinar la crisis global que todavía nos tiene embromado, en el sentido de que Colombia debe “abandonar el modelo basado exclusivamente en las ventas en el exterior y concentrarse más en el mercado interno” y complementariamente “concentrar sus esfuerzos en los intercambios comerciales con los vecinos”, en vez de andar tras el embeleco del TLC con los EEUU, dejando de lado lo cierto por lo dudoso.
El entorno y la coyuntura internacional conspiran contra la posibilidad de una pronta recuperación de la economía nacional. Según el informe semestral Perspectivas Económicas Mundiales del FMI, la reactivación de la economía mundial se viene dando lentamente y a distinto ritmo; a diferencia de la recesión que fue sincronizada, la recuperación se viene dando con muchas asimetrías. Mientras su pronóstico para 2010 es de un crecimiento del PIB de la economía mundial del 4.2%, después de un magro crecimiento de 0.6% el año anterior, la economía de los países industrializados alcanzarían un crecimiento del 2.3%, entre tanto la de los países emergentes experimentaría un alentador crecimiento del 6.3%.
La economía latinoamericana según el FMI podrá crecer en promedio un 4% en 2010, destacándose Perú con el 6.3% y Brasil con el 5.5%, al tiempo que revisó a la baja su pronóstico respecto a  Colombia del 2.5% al 2.2%. Es decir que el PIB de Colombia estaría creciendo muy por debajo del promedio de la región. De ser así, Colombia estaría pasando de la vanguardia en Latinoamérica en 2009 a la retaguardia en 2010, debido en gran medida al lastre que significan la alta tasa de desempleo que acusa, las dificultades que afronta su sector exportador, amén de sus afugias fiscales.