Una grotesca salida
Es lo que acaba de hacer, prevalida quizá por esa alta votación que alcanzó en las elecciones del pasado 14 de marzo, la representante antioqueña y senadora electa, Liliana Rendón, perteneciente al partido conservador.
En ese bodrio televisivo que es el programa de la cámara de representantes –igual de malo al del senado de la república– la Rendón, en una grotesca salida que en nada la favorece y por el contrario desdice mucho de ella como persona, pretendió ridiculizar al candidato presidencial, Antanas Mokus.
Y decimos pretendió, porque a pesar de haber materializado su infamia, en la práctica lo que hizo fue enaltecer al ex alcalde y darle aún más motivos a sus simpatizantes para seguir rodeándolo hasta ungirlo presidente de la república.
Es cierto que el candidato de los verdes no es propiamente un adonis, pero de ahí a decir, sin ruborizarse siquiera, que utiliza su fotografía para amenazar a sus hijas cuando no quieren dormirse temprano, hay un abismo y constituye una grosería inadmisible, peor aún, si proviene de quien suele presentarse como figura de la renovación (¿) política.
Mucho se habla de la belleza interior de las personas para magnificar el cúmulo de calidades y cualidades que puedan poseer y que hacen de ellas seres especiales. A la Rendón, sin embargo, parece que toda la belleza se la dieron superficialmente y la dejaron con el cascarón vacío.
Para decir como lo hizo al final que jamás votaría por Antanas Mokus para Presidente, la senadora conservadora antioqueña pudo muy bien haberse ahorrado esa salida en falso, que seguramente miles y miles de quienes la acompañaron en las urnas el 14 de marzo no comparten.
En el desesperado afán de menoscabarlo y atacarlo aún con las armas más innobles, ya alguien muy encumbrado, sin querer queriendo como El Chavo, describió al candidato Mokus como un caballo incapacitado. Ejemplo encomiable seguido ahora por esta nueva orientadora del partido conservador, que comparándola con aquel rico que sólo poseía dinero, pudiera decirse que tan solo tiene votos y belleza pero nadita de nada por dentro.
Pertinente recordarle a la Rendón aquel aforismo que habla del oso, mientras más feo más hermoso, y dejarle también esta cuarteta de nuestro inmortal vate Julio Flórez:
“No os enorgullezcáis niñas hermosas/ porque líneas tenéis esculturales/ vuestras carnes se pudren y en las fosas/ todos los esqueletos son iguales”.