Por fortuna, viene una joven ola verde
El empleo público —basado en sumisión y tácticas de “doble-agente” (“te ayudo a nombrar, pero tienes la obligación de mantenerme al tanto de los puestos y contratos que averigües allá adentro”) —, es la principal fuente de trabajo, con subalternos dóciles, cómodos e incapaces. Cuando una empresa privada llega con buenas intenciones, le caen los guardianes de esta cárcel y lo acosan con los mismos métodos (pagar fortunas por los permisos, clientelismo, obligación de contratar con unos pocos) hasta que se aburren los inversionistas de este chantaje y se van en busca de mejores perspectivas morales. Por muchos años, las autoridades gubernamentales han sido hijas de dicho sistema que, mediante este eficiente método político, se aseguran la reelección indefinida: el gran apoyo económico del chance, admitido en la elección reciente de una senadora, me libera de palabras que ya he dicho muchísimas veces en los diarios y en persona.
Por fortuna viene una joven ola verde.
Cordial saludo, Jaime Lopera