14 de diciembre de 2024

La diferencia que cuenta

8 de abril de 2010

Es el momento para que los candidatos muestren su capacidad para proponer, su comprensión del país, de sus necesidades y posibilidades, para mover ideas, visiones. Su capacidad para jugársela. Y allí aparece Noemí.

Santos, por cálculo político, quiere situarse como el heredero único de Álvaro Uribe y plantea que quien no esté con él, está contra la obra y la herencia uribista. Pretende agrupar al uribismo en torno a su candidatura. La dupleta Mockus-Fajardo, por su parte busca convertirse en la novedad política del momento, la ola de moda, con gran eco en los medios. Son un aire fresco que ayuda a dinamizar y revitalizar una política amodorrada por las sucesivas reelecciones presidenciales. La suya es una propuesta de política con ética frente a los escándalos de los tiempos recientes con congresistas en la cárcel, ministros investigados, intereses económicos de dudosa ortografía que penetran la política con el ánimo de ponerla a su servicio. Buscan marcar una profunda diferencia con lo existente, con el propósito de convertirse en el polo del cambio en las costumbres políticas, que atrae a jóvenes votantes urbanos. Petro a su vez será el punto de convergencia de la oposición más radical, una posición consistente con la que se destacó como congresista en asocio con Jorge Enrique Robledo.

Noemí Sanín arranca en firme con un Partido Conservador unido que le garantiza la gobernabilidad , un partido que sobrevivió el interés de muchos que desde la orilla del uribismo puro soñaban con verlo dividido y por consiguiente debilitado. Noemi plantea una diferencia innovadora en la forma y el contenido de la política, nacida de su condición de mujer. La mujer vista en un sentido renovado de la responsabilidad, del compromiso solidario, en una sensibilidad que no es signo de debilidad sino de humanidad pues no hay autoridad más firme, más eficaz, sin estridencias ni provocaciones, que la de la mujer con su principio de realidad, de saber lo que se puede hacer con recursos siempre limitados y bien administrados – no olvidemos que etimológicamente economía significa “el manejo de la casa”-. La suya es la novedad, la diferencia de políticas y compromisos públicos iluminados por la sensibilidad femenina. Ejemplos de ello, la obra de gobierno de la Bachelet en Chile y la de la Merkel en Alemania. Diferencia y novedad que Colombia reclama y que en nada desdicen de su compromiso con la necesaria firmeza para enfrentar a los violentos, como lo reafirma el nombramiento de Marta Lucía Ramírez, , la “madre de la seguridad democrática”, como responsable de los temas de seguridad y quien como ministra de Defensa inició su puesta marcha. Razón tiene Noemi cuando afirma que le llego a Colombia la hora a las mujeres y esto marcará la diferencia.

[email protected]