28 de marzo de 2024

La apertura, otra vez relevante

18 de abril de 2010

ASOCAÑA y FEDEARROZ se destacaron entre quienes se opusieron rabiosamente al TLC con los Estados Unidos. El gobierno de Uribe, obsecuente, sacrificó darle al país ese instrumento.
Un mecanismo para restablecer el proteccionismo por la puerta de atrás, después de la apertura, es el Grupo Andino. Sirvió para que los productores regionales produzcan con mucha protección, tras el arancel externo “común” y una relativa libertad de comercio dentro de la región, limitada por salvaguardias y otros obstáculos al comercio regional.
Colombia se benefició, pues fue muy agresivo en los mecanismos para impedir importaciones provenientes de los países socios, pero promovía exportaciones a esos mismos mercados. Este esquema neo mercantilista se debilitó en las crisis y enfrentamientos recientes con Venezuela y Ecuador.
Ahora, los agricultores colombianos son víctimas de su propio invento: los protegen por barreras arancelarias de hasta el 80 por ciento del valor de los bienes importados de terceros países, pero no de los de sus socios andinos. Perú se beneficia del TLC que no dejaron hacer en Colombia y no está sujeto a las restricciones arancelarias que limitan y favorecen a los productores colombianos. Importa bienes agrícolas de Estados Unidos sin arancel para su consumo doméstico, y exporta a Colombia los que produce a mayor costo, pero por debajo del precio del productor colombiano.
Los agricultores que sabotearon el TLC y se refugiaron veinte años tras las distorsiones hipócritas que no permiten su desarrollo, son víctimas de la CAN, del TLC de Perú con los Estados Unidos y de la mayor eficiencia de productores agrícolas allá y en Ecuador.
En una nota en esta misma sección en julio de 2009 (“La Apertura ha sido un Hecho”), decía que en Colombia operan sectores agrícolas e industriales sobreprotegidos, que producen para el mercado interno con componentes importados que casi no pagan arancel y con maquinaria de protección efectiva negativa, y coexisten con un sector exportador que explota recursos naturales y productos tradicionales de exportación o utiliza tecnología moderna para producir bienes manufacturados para la región. Este esquema es particularmente pernicioso para el mercado laboral, si se compara con la demanda de mano de obra en una economía más abierta.
Urge otra reforma integral del comercio exterior. Mauricio Reina preparó para FEDESARROLLO un valioso documento (Internacionalización de la economía colombiana: comercio e inversión), que discute con los candidatos presidenciales. Insiste en primer lugar en la ratificación del TLC con Estados Unidos, en promover los TLC con Asia, abrir nuevos mercados para los bienes desterrados de Venezuela, bajar y uniformar la estructura de aranceles y eliminar regímenes de privilegio, como las franjas que benefician al sector agropecuario. Ojalá le paren bolas y privilegien el despegue de la economía y no las rentas de los ricos de siempre, mulas muertas atravesadas, que impiden el desarrollo, empleo y crecimiento.