La alianza Mockus-Fajardo le mete un turbo a la opción independiente
A menos de dos meses de las elecciones, la decisión del candidato de Compromiso Ciudadano de ser la fórmula vicepresidencial de Antanas Mockus impulsa la candidatura independiente y le da una opción real a una nueva forma de hacer política de llegar a la segunda vuelta.
La alianza entre los dos está acordada en lo fundamental. Antanas Mockus le envió una carta, casi un telegrama, el sábado desde Villa de Leyva reiterándole a Fajardo su “voluntad de consolidar el acercamiento entre nuestros proyectos” y solicitándole “su aceptación para que el Partido Verde pueda inscribirlo como candidato a la vicepresidencia de Colombia para el periodo 2010-2014.
Fajardo contestó el domingo aceptando pero con condiciones. “Como hemos conversado previamente tengo toda la disposición para aceptar este honor, pero hay unas condiciones que debemos cumplir antes de formalizar nuestra unión y que desafortunadamente el período de vacaciones de Semana Santa no nos lo permite”, dice el candidato paisa. Y le pide una semana para “escuchar a nuestra familia de Compromiso Ciudadano y garantizar que nuestros principios y nuestra propuesta programática se vean tangibles en la unión que construyamos”.
Aún no está claro, entonces, si mañana el Partido Verde podrá inscribir a Fajardo como su Vicepresidente o si tendrá que inscribir a otra persona y dentro de los cinco días que permite la ley para hacer cambios en las inscripciones cambiar el nombre por el de Fajardo.
Aunque nadie duda en el campo de los Verdes ni en el de Fajardo que él será la fórmula vicepresidencial de Mockus, Fajardo no quiere que su decisión sea interpretada como una mera adhesión a los Verdes sino como una verdadera coalición política.
Quiere tener un tiempo razonable para darle suficientes elementos de juicio a su red de voluntarios para asimilar la decisión y también para llegar a ciertos acuerdos programáticos con Antanas.
Uno de los puntos que los de Compromiso Ciudadano quieren que quede incorporado en el programa del candidato presidencial es su intención de vender el 10 por ciento de Ecopetrol para invertir en ciencia, tecnología y educación. También es importante para ellos que Mockus rescate su idea de un Fondo de Compensación Regional. Esta es una idea impulsada inicialmente por el cartagenero Adolfo Meisel y el Observatorio del Caribe y que propone que a las regiones les lleguen recursos para invertir en infraestructura más allá de la plata que les llega por el Sistema General de Participaciones.
“No queremos que esta sea una suma oportunista”, dijo un miembro de la campaña de Fajardo. “No queremos un negocio electoral”, agregó otro a La Silla Vacía.
El acuerdo entre los dos ex alcaldes se comenzó a cocinar el día siguiente de las elecciones legislativas. Después de que Compromiso Ciudadano no logró obtener ni una curul en el Congreso y quedó como uno de los grandes perdedores del 14 de marzo, Fajardo le concedió una entrevista a Cecilia Orozco, en El Espectador. En dicha entrevista, Fajardo resaltó lo bonita que había sido la campaña de los Verdes, reconoció que habían ganado en franca lid y confesó que él había votado por los tres ex alcaldes en diferentes momentos de su vida. Los Verdes tomaron nota. Sobre todo porque después del fracaso del proyecto de los ‘Quíntuples’, cuando Fajardo no aceptó que entre todos eligieran al candidato presidencial por encuesta cuando él salía punteando en todas, había creado la sensación de que Fajardo sólo creía en él mismo.
Pero esa misma semana, Fajardo llamó a Mockus y sin preguntarle a nadie, fue a reunirse con él. Fajardo reconoció que los Verdes habían ganado y comenzó a discutir con su círculo más íntimo la conveniencia de que ambos grupos se unieran.
Transcurrió otra semana, se encontraron en la firma del pacto de transparencia democrática, donde no hubo tanta química. Mientras tanto, amigos comunes comenzaron a tender puentes entre ambas campañas y columnistas creyentes en la opción independiente los animaban desde sus medios a dar el paso, sobre todo después de que en la última encuesta Fajardo siguió bajando.
La semana pasada se produjo una conversación entre los candidatos fallidos al Congreso de Compromiso Ciudadano y su líder. Los candidatos apoyaron a Fajardo en la decisión que él tomara. La Alianza Social Indígena que también apoya a Fajardo le dio su apoyo en cualquiera decisión que tomara. Al interior de su equipo, las discusiones también fueron intensas. En un google-group Fajardo lo discutió con los grpos locales y personalmente con los miembros más cercanos. Algunos querían llegar hasta el final. Otros, como el ex canciller Julio Paredes que renunció a su puesto diplomático en la Haya para ser la fórmula vicepresidencial de Fajardo, y el candidato al Senado Juan Carlos Flórez, proponían pensar la decisión con más tranquilidad para que fuera más una coalición que una adhesión. Al parecer esta fue la corriente que ganó. Habrá alianza pero sin apresurarse.
Más allá de los detalles que se concreten esta semana, la alianza ya es un hecho y así lo haga mañana o en cinco días, Sergio Fajardo será la fórmula vicepresidencial de Mockus. Esta alianza le trae varios dividendos a la campaña del candidato Verde.
La más importante es que fortalece la opción independiente. Que Mockus y Fajardo vayan en la misma fórmula evita dividir el voto de opinión y además, lo potencia. Fajardo es muy fuerte en Medellín, donde el alcalde bogotano no tenía una fanaticada. Además, seduce una porción del electorado que es más uribista, más empresarial y más yupie de la que ya tiene capturada Mockus. Y aunque su red de diez mil voluntarios no demostró gran habilidad para traducir su energía y su capacidad de trabajo en votos para los candidatos al Congreso de Compromiso Ciudadano, podrían ser una fuerza muy potente para movilizar a los abstencionistas si la fórmula Mockus-Fajardo comienza a tener una verdadera opción de ganar.
Por otro lado, aunque es más intangible, la decisión de Fajardo de aceptar la vicepresidencia y de Mockus de ofrecersela demuestra que ambos candidatos tienen más sentido político de lo que muchos les reconocen. Fajardo no sólo muestra que es mucho menos vanidoso de lo que lo han acusado en el pasado sino que pone por encima de sus aspiraciones personales lo que ha dicho desde el principio: que el cree en que Colombia necesita una nueva forma de hacer política. Y Mockus representa eso.
Ambos son matemáticos, ambos trabajaron durante años en la docencia, ambos fueron alcaldes exitosos de grandes ciudades, ambos creen en la importancia de respetar los medios para alcanzar los fines. No hay distancias ideológicas. Pero no todo será color de rosa.
La misma incertidumbre de si Fajardo inscribirá su nombre mañana cuando lo haga Mockus es un indicio de las dificultades por venir. El equipo del ex alcalde de Medellín estaba convencido de que llegarían hasta el final y aunque las encuestas no daban mucho espacio para la esperanza, muchos de ellos la conservaban. Por lo cual, la campaña de Mockus, ya de por sí lenta y extremadamente deliberativa, tendrá que incorporar ahora un nuevo elemento de debate y una fuerza grande con la cual lidiar para alcanzar nuevos consensos. Eso, en una campaña tan corta como la actual, podría ser letal.
Aunque con Fajardo como fórmula vicepresidencial, seguramente Mockus se trepará en las encuestas los cinco puntos que tenía Sergio, pisandole los talones a Noemí Sanín, el reto que les queda a los independientes sigue siendo grande por delante. Sobre todo porque aunque las afinidades entre Fajardo y Mockus son grandes, no se complementan mucho.
Fajardo como Mockus es popular entre los estratos altos y sectores profesionales pero cuenta con menos simpatizantes en los estratos más bajos donde está concentrada la votación. Aunque agrega Medellín, el resto del país –sobre todo la Costa Atlántica, que es clave electoralmente- seguirá sin verse necesariamente reflejada en esta fórmula. Ambos son fenómenos urbanos. No tienen maquinaria (No podrían tenerla porque ellos representan todo lo contrario). Y por último, aunque Fajardo hizo un esfuerzo grande por no matricularse ni con el uribismo ni con el antiuribismo y Mockus en varios temas es más de derecha que de izquierda, otra fórmula como Gina Parody o incluso Peñalosa habría acercado a los Verdes más hacia el electorado uribista.
Pero tanto Mockus como Fajardo tienen como prioridad la coherencia y no había una alianza más coherente que esta. Mockus, a quién le critican la falta de sentido político, ha creado dos hechos políticos durante esta campaña. Primero el fenómeno de los alcaldes verdes y ahora esta dupla independiente. ¿Lo registrarán las encuestas?