Colombia denunciará agresión de la Guardia venezolana ante organismos multilaterales
Igualmente, el Consulado de Colombia en El Amparo, Venezuela, presentará la denuncia formal por estos hechos ante las autoridades venezolanas respectivas.
El Gobierno de Colombia conoció que ayer – sábado 17 de abril de 2010 – a las 10:30 am, dos connacionales que navegaban en una embarcación de su propiedad por el río Arauca, en el lado venezolano, fueron retenidos por miembros del Batallón Sucre del Ejército de ese país.
Los ciudadanos identificados como Adelis Pabón y su hijo Naiker Pabón – menor de edad que padece una discapacidad auditiva y de lenguaje -, fueron mal tratados por unidades militares al mando de un teniente de apellido Aponte. Incluso, frente a las dificultades para responder los fuertes cuestionamientos de los uniformados el menor fue agredido física y verbalmente. Además, fueron despojados del motor de la embarcación sin que se conozca su paradero.
Una vez conocido el hecho, el Consulado de Colombia en El Amparo, Venezuela, indagó por el paradero de los ciudadanos ante las autoridades militares, judiciales y policiales venezolanas de la zona, que negaron saber en donde se encontraban. No obstante lo anterior, una vez fueron liberados se constató que estaban retenidos en el Batallón Sucre de La Victoria, desde donde se negó su estancia impidiendo así la verificación consular, en abierta violación a lo consignado en la Convención de Viena de relaciones consulares.
Despacho de EFE
El Gobierno de Colombia exigió este domingo a Venezuela una "aclaratoria exhaustiva" por la detención y agresión física a dos pescadores, padre e hijo, que por doce horas fueron llevados por la Guardia Nacional a una dependencia militar en la zona fronteriza.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores difundido este domingo en Bogotá alude al caso de los pescadores Adelys Pavón, de 36 años, y su hijo de 16 años, que es sordomudo, habitantes de la localidad colombiana de Arauquita y quienes permanecieron detenidos doce horas el sábado.
Padre e hijo, señaló el comunicado oficial, "navegaban en una embarcación de su propiedad por el río Arauca, en el lado venezolano y fueron retenidos por miembros del Batallón Sucre del Ejército de ese país".
Los ciudadanos (…) "fueron maltratados por unidades militares al mando de un teniente de apellido Aponte. Incluso, frente a las dificultades para responder los fuertes cuestionamientos de los uniformados, el menor fue agredido física y verbalmente", añadió el texto de la nota oficial.
"Además, fueron despojados del motor de la embarcación sin que se conozca su paradero", agregó.
Una vez conocido el hecho, indica también el comunicado, el consulado de Colombia en la localidad de El Amparo, Venezuela, "indagó por el paradero de los ciudadanos ante las autoridades militares, judiciales y policiales venezolanas de la zona, que negaron saber en dónde se encontraban".
No obstante lo anterior, anotó la Cancilería colombiana, "una vez fueron liberados se constató que estaban retenidos en el Batallón Sucre de La Victoria, desde donde se negó su estancia impidiendo así la verificación consular, en abierta violación a lo consignado en la Convención de Viena de relaciones consulares".
El consulado de Colombia en El Amparo, anuncia el documento, "presentará la denuncia formal por estos hechos ante las autoridades venezolanas respectivas".
Asimismo, concluye, "el Ministerio de Relaciones Exteriores notifica a los Organismos Multilaterales regionales sobre estas inaceptables irregularidades y exige a las autoridades de Venezuela una aclaración exhaustiva".
Luz Mireya Fonseca, madre y esposa de los colombianos retenidos, por su parte, relató unas horas antes que su hijo fue agredido físicamente.
"Mi hijo es sordomudo y no les podía responder y ellos le gritaban: rata maldita, colombiano maldito y le pegaban coscorrones, cachetadas y patadas", precisó la madre del menor.
Según la madre, "los insultos eran por ser colombianos" y no les importó que su hijo fuera sordomudo.
El sábado, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, insistió en pedir "respeto" a la vida de los nacionales en el exterior, sin citar a ningún país en particular y ante la detención en las últimas semanas de más de una veintena de colombianos en Venezuela.
La semana pasada, la Cancillería en Bogotá emitió una "advertencia" a sus nacionales para que tengan "cuidado" al viajar a Venezuela, en respuesta a las detenciones de las últimas semanas.