18 de febrero de 2025

Lo que dice el candidato a través de su vicepresidente

11 de marzo de 2010
11 de marzo de 2010

Lo primero resultó difícil esta vez, en parte porque la consulta del Partido Verde y del Conservador serán el próximo domingo, con lo cual quedó descartada una fórmula donde estén los perdedores de la jornada, que pueden adherirse con sus votos a una de las campañas.

Sin embargo, las fórmulas vicepresidenciales reflejan la estrategia del candidato con miras a llegar a la segunda vuelta y ganarla.

El candidato liberal Rafael Pardo necesita conquistar los votos de su partido como punto de partida para despegar en las encuestas. Y no es una tarea fácil. En la última Gran Encuesta, un 21 por ciento de los liberales tienen una imagen más favorable de Juan Manuel Santos que de Rafael Pardo.

Además de los liberales que arrastra Álvaro Uribe,  Santos y Germán Vargas Lleras son figuras que despiertan simpatía entre ciudadanos del común que se identifican con el liberalismo. Desde este punto de vista, la apuesta por Aníbal Gaviria busca atraer a la mayoría de electores que -según las encuestas- se consideran liberales. La escogencia de Gaviria consolida el mensaje estratégico de la campaña de 'ponte la camisa roja'.

Por otra parte, con Aníbal Gaviria en la fórmula, Pardo le apuesta a arrebatarle Antioquia a Sergio Fajardo. En la consulta liberal de septiembre pasado, Gaviria obtuvo 226 mil votos. A la gobernación del departamento llegó con 513 mil votos, que Pardo espera sumar a su campaña. Con tantos candidatos bogotanos, la contienda se definirá más por la Costa, Antioquia y Valle que por los votos que consigan en la capital. "Pardo manda un mensaje de renovación y recambio en el partido", afirma a La Silla Vacía el analista político Juan Fernando Londoño. Y en esta medida, Gaviria era mejor que el ex procurador Edgardo Maya Villazón, que tenía su fuerza en la Costa.

Santos: del Valle para el Mundo

La decisión de Juan Manuel Santos es una apuesta arriesgada: puede acercarlo al centro del espectro político, pero alejarlo del uribismo. El ex gobernador Angelino Garzón es visto como un hombre de diálogo, cercano a los movimientos sociales, sindicatos y organizaciones no gubernamentales. También como un hombre hecho a pulso y de origen humilde, lo cual contrasta con la imagen de bogotano de élite que tiene Santos.

"Desde el punto de vista de su campaña, es una decisión acertada. Si bien Garzón es resistido por algún sector de la izquierda, es bien recibido por muchos otros", opina Marcela Prieto, directora del Instituto de Cienca Política.

Por otra parte, Angelino Garzón tiene su propio caudal político en el Valle, donde fue considerado un buen Gobernador. Garzón nombró al actual alcalde de Cali Jorge Iván Ospina director del Hospital de Cali y luego le ayudó a llegar a la Alcaldía. También promovió la candidatura del polémico gobernador Juan Carlos Abadía y le entregó la Secretaría de Salud a una cuota del ex senador Juan Carlos Martínez, preso por parapolítica. Toda esa maquinaria valluna le sumará votos a Santos en un departamento que representa más del 10 por ciento del electorado.

La fórmula de Santos es también un mensaje para la comunidad internacional, especialmente para Estados Unidos: un hipotético gobierno suyo sería plural políticamente hablando, y los sindicatos y defensores de derechos humanos no sólo tendrían un interlocutor sino un representante propio. En ese sentido, la fórmula de Santos parece más un acto de un presidente electo que de candidato. Y, para algunos, ahí hay un problema: "Lo que a la gente le gusta del uribismo es el carácter fuerte del presidente Uribe. Eso es en lo que nadie quiere retroceder. Y la elección de Garzón hace ver a Santos débil", apunta el analista político Héctor Riveros.

La decisión genera una contradicción en el uribismo, que cada vez que lo necesita saca a relucir el discurso 'anticaguán' y antidespeje. Resulta al menos paradójico que la herencia del uribismo quede en manos de dos ex ministros de Andrés Pastrana, uno de los cuales defendió la zona de distensión y el despeje en Florida y Pradera, en el Valle del Cauca.  Esta decisión de Santos podría terminar forteleciendo el perfil de Vargas Lleras como el 'verdadero uribista'.

Vargas: por el voto costeño

Además de ser costeña, Elsa Noguera viene de trabajar con Alejandro Char, el exitoso alcalde de Barranquilla e integrante de la poderosa familia Char. De hecho, Noguera es sobrina de la esposa de Fuad Char padre.

Dicen que la motivación principal de Vargas fue consolidar su alianza con este clan. Fuad Char, padre del Alcalde y a quien en un principio consideraron como fórmula vicepresidencial, es la cabeza de lista de Cambio Radical al Senado. Y  fue Fuad Char quién recomendó a su sobrina política.

Más allá de los votos, Vargas Lleras también envía un mensaje simbólico al decidirse por una mujer exitosa y profesional que se sobrepuso a una discapacidad. De alguna forma, trata de matizar la imagen que tiene de hombre recio. Algo que genera suspicacias y críticas. "Es una decisión demasiado calculada", opina el asesor de una de las campañas rivales.

Los  analistas Juan Fernando Londoño y Héctor Riveros también consideran que si bien puede ser una buena decisión de campaña escoger a Noguera, no es tan claro si tiene la experiencia y trayectoria para reemplazar al Presidente.
 
Fajardo: más allá de las fronteras

"Julio Londoño le da seguridad a Fajardo, pero no votos", considera Marcela Prieto. Otros analistas consultados coinciden en que si bien se trata de una elección responsable de un Vicepresidente, no le da el empujón a la campaña que Fajardo necesita.

"Queríamos a una persona intachable, con experiencia en relaciones internacionales, economía, política y asuntos militares", explica Germán Medina, asesor de la campaña.

Con la elección de Londoño, el mensaje clave está en las relaciones internacionales y en la paz. En medio de una relación tensa con la mayoría de vecinos, Fajardo le apunta a capitalizar una debilidad del gobierno de Uribe, pues Londoño es la persona que más sabe de fronteras en Colombia. El problema es que como Canciller del presidente Virgilio Barco, Londoño lidió con la crisis de la Corbeta Caldas, el incidente fronterizo con Venezuela en 1987. Con este antecedente, la fórmula de Fajardo es considerada persona no grata por parte del establecimiento militar venezolano.

Por otro lado, Londoño hizo parte de las fallidas negociaciones de paz en Cuba con el ELN, lo cual le da credenciales en el tema, en caso de que un eventual gobierno de Fajardo quiera entablar diálogos con este grupo armado o con las Farc.

El problema es que aunque la inclusión de Londoño sea responsable y tenga impacto ante la opinión pública calificada, la mayoría de la gente no lo conoce. Para la mayoría de jóvenes que acompaña a Fajardo, e incluso para gente mayor, el ex embajador es un desconocido.

El nombramiento de este ex militar genera una preocupación adicional, que no tiene nada que ver con la campaña de Fajardo y es sobre el diferendo limítrofe con Nicaragua, ya que él era el agente de Colombia ante la Haya al frente de este tema. ¿En que quedó ese asunto?
 
Petro: del Polo para el Polo

Con la llegada de Clara López, secretaria de Gobierno de Bogotá, en la campaña de Gustavo Petro empezará a merodear el fantasma de Samuel Moreno. Si bien esta fórmula puede cohesionar al Polo Democrático, Petro tendrá que asumir el costo político de tener abordo a una ex funcionaria del impopular Alcalde de Bogotá.

La campaña también tendrá que lidiar con otro tema. El esposo de López, Carlos Romero, es candidato al Senado por el Polo. Según denunciaron algunos medios, a través de cuotas burocráticas Romero consolidó su aspiración política.

López también le permitirá a Petro consolidar el apoyo esquivo del Polo, fracturado desde la salida de Lucho Garzón y la derrota de Carlos Gaviria en la consulta. López fue candidata al Congreso en 2006, y cuenta con una maquinaria que no es despreciable.

Según algunas fuentes consultadas por La Silla Vacía, Petro estuvo interesado en nombres como Cecilia López y Gina Parody, opciones que le habrían permitido consolidar alianzas con otros sectores. Con un nombre de la casa, Petro hace una elección del Polo para el Polo.
Vargas: por el voto costeño