Las legislativas colombianas impulsan la carrera presidencial de Santos
Arias critica a Sanín por su poca coherencia: atacó a Uribe en las elecciones de 2002, lo llamó "paramilitar", y luego aceptó ser su embajadora y hasta defendió la reforma que le permitió la reelección. "Yo jamás me robaría el dinero de los campesinos pobres", replicó ella recalcando el escándalo por el reparto de ayudas agrícolas que implica a Arias. La justicia lo investiga por favorecer a los terratenientes uribistas.
Rafael Pardo, candidato del opositor Partido Liberal, valoró muy positivamente el resultado de su grupo en las legislativas. Y tiene razones. Sin apoyos oficiales y tras ocho años en la oposición, mantener el número de senadores en 18 es un triunfo. También Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical, cantó victoria. Este nieto de uno de los más importantes ex presidentes liberales se alejó del uribismo por el intento del presidente de optar a un tercer mandato. Cambio Radical cuenta con ocho senadores. Este partido y los liberales intentaron forjar una alianza, pero fracasaron. La U y los conservadores cuentan a Vargas Lleras entre sus aliados.
El gran batacazo fue para el PIN (Partido de Integración Nacional), la gran coalición de partidos uribistas que quedaron debilitados después de que muchos de sus miembros fueran acusados de tener vínculos con el paramilitarismo de extrema derecha. Lograron nueve senadores y se sitúan como cuarta fuerza política del país. Por este partido se sentarán en el Senado, entre otros, la hermana de Álvaro El Gordo García, condenado a 40 años de prisión por su participación en una matanza de los paras. "Apoyaremos al candidato que siga con las buenas políticas de Uribe y tenga buena propuesta social", dijo ayer un portavoz del PIN. Santos eludió la pregunta sobre si aceptará o no este apoyo.
Otros grandes perdedores fueron Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático, y el independiente Sergio Fajardo. Los dos políticos son los más valorados en las encuestas para las presidenciales detrás de Santos. Petro reconoció un "estancamiento" en su partido. Fajardo anunció que seguirá en la lucha. No sería el primero que, sin tener bancada propia, llegue a la presidencia. Ocurrió con Uribe en 2002.
La gran sorpresa la dio el Partido de los Verdes. Nadie apostaba por esta novedosa fórmula de tres exitosos ex alcaldes de Bogotá que apostaron por un mensaje moderado. Tienen cinco senadores y un candidato a la presidencia: Antanas Mockus.
El reto del partido es mantenerse unido tras una dura campaña plagada de recriminaciones y de una reñida y confusa disputa en las urnas. Con el 52% escrutado, Sanín mantenía ayer una escasa ventaja de 400 votos sobre su rival. Las dos facciones están nerviosas y se acusan de engaño y exigen transparencia. Ayer, Uribito -como se apoda a Arias por ser el político favorito del presidente- se apresuró a declararse ganador. Pero un nuevo recuento comienza hoy y probablemente se alargue hasta finales de la semana. El Partido de la U, que nació hace cuatro años para apoyar la reelección de Uribe, duplicó el número de votos y mantiene los 28 escaños que le dan la mayoría en el Senado. Hace cuatro años obtuvo 20 y llegó más tarde a 28 gracias al transfuguismo. El Partido Conservador, el otro gran grupo de la coalición de Gobierno, también ganó. Subió de 18 a 24 senadores. Pero su suerte con vistas a las presidenciales es incierta. Por demoras en el recuento de votos de las internas aún no se sabe quién es su candidato: la ex embajadora en España Noemí Sanín o el ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias. Con Sanín los conservadores apuestan por ir en solitario a las elecciones. Si el candidato es Arias se plantean unirse a la fórmula de la U.. El propio Santos ha salido tan reforzado de estos comicios que en su primer discurso tras conocerse los resultados dejó claro que cree que ganará en primera vuelta, sin necesidad de alianzas.
ELECCIONES 2010Las grandes conclusiones: se configuran dos partidos poderosos en el Congreso, dos de cada tres senadores son ‘nuevos’, la izquierda perdió terreno y el Capitolio no se libró de la parapolítica.
Los resultados de los comicios para el Congreso de la República dejaron en el escenario tres categorías de partidos. Los ganadores, que como estaba cantado son los uribistas (la U, el Partido Conservador y el PIN) que crecieron en número de curules. Los perdedores, que fueron los que le hicieron oposición a Uribe (el Polo y Cambio Radical) y perdieron un porcentaje significativo de sus puestos en el Congreso. La excepción a esta regla fue el Partido Liberal que, a pesar de estar en la oposición, mantuvo su caudal electoral. Lo cual es casi una hazaña si se tiene en cuenta que el trapo rojo está desde hace 12 años por fuera del poder y por ende del reparto burocrático. Y entre estos dos extremos apareció un tercer grupo de partidos que no son ni uribistas ni antiuribistas, y que como en el caso del Partido Verde resultaron un palo de las elecciones al sumar cinco curules.
Los siguientes son los fenómenos más importantes que revelan los resultados de los comicios parlamentarios.
1. El uribismo ganó pero perdió
Con las elecciones de 2010 se da un fenómeno que no se veía hace décadas en Colombia y es que surgen dos partidos con un peso específico suficiente para tomar entre ellos dos decisiones en el Congreso. La U y el Partido Conservador suman más de la mitad de las curules en el Senado. Eso quiere decir, que con un acuerdo entre esas dos bancadas podrían tener la mayoría simple en muchas votaciones.
Ese resultado entraña un aumento significativo del número de curules para cada uno de ellos. La U sacó 20 senadores en 2006 y ahora completa 27 (según el último reporte la Registraduría). El Partido Conservador tenía 18 y ahora suma 23. El incremento, en buena medida, se debió a que las dos agrupaciones fueron las grandes beneficiadas de la reforma política que el año pasado permitió a los congresistas trastearse de partido: la U recibió una camada de Cambio Radical y el Conservador a otros tantos de Alas Equipo Colombia.
Y si a estos 50 senadores “uribistas” se les suman las ocho curules obtenidas por el cuestionado PIN, la bancada del hoy presidente Álvaro Uribe completaría 58 de las 100 curules del Senado. La paradoja es que a pesar de que parece una victoria arrolladora, la realidad es que el uribismo pierde 12 curules con respecto a los comicios de hace cuatro años, cuando obtuvo 70. La explicación de esta pérdida de puestos en el Senado se debe en buena parte a que Cambio Radical se retiró de la coalición uribista.
¿Qué tanto van a durar estos partidos como “uribistas”? La historia de Colombia ha demostrado que las lealtades de un sector del Congreso son proporcionales al poder burocrático y por eso, hasta tanto no se resuelva quién será el candidato uribista, no se puede garantizar la solidez de la bancada.
2. Caras nuevas en cuerpo ajeno
Al comparar los resultados con los de hace cuatro años cualquiera estaría tentado de decir que en el Senado se dio una renovación sorprendente: de los 100 elegidos, 66 son senadores nuevos. En tres de los nueve partidos que lograron curules todos sus senadores son nuevos, el PIN, el Verde y Compromiso Ciudadano. Y en otros como la U, el porcentaje de recambio también es alto, 21 de 27.
Sin embargo, si se revisa uno por uno, la renovación es relativa. En primer lugar porque hay un alto porcentaje de nuevos senadores que dieron el salto de la Cámara al Senado, es decir, son viejos conocidos en el Capitolio. Es el caso de la U, partido en el que una cuarta parte de los senadores elegidos proviene de la otra corporación.
Y en segundo lugar no puede hablarse de una renovación en el sentido estricto de la palabra porque un número significativo de los nuevos senadores ganaron gracias a los votos que heredaron de familiares o jefes políticos que no pudieron entrar en la contienda electoral por estar investigados o condenados. Nadie espera, por ejemplo, que Arleth Casado, que se estrena en el Senado, haga ahora algo distinto de lo que hizo antes su esposo Juan Manuel López Cabrales, condenado por para-política. Ni mucho menos que lo haga Teresita García, la hermana del ex senador Álvaro García, condenado por la masacre de Macayepo.
En términos de renovación, llama la atención el hecho de que entre los grandes electores de los comicios de este año hay varias caras nuevas. De los nueve partidos que pasaron el umbral, los únicos senadores repitentes que encabezan las votaciones son Jorge Robledo del Polo, Alexandra Moreno de Mira y Javier Cáceres de Cambio Radical. Los demás son ‘caciques’ nuevos. Como Juan Lozano, en la U, quien había intentado ser alcalde de Bogotá y se había quemado pero su paso por el gabinete de Uribe lo reencauchó. Gilma Jiménez en el Partido Verde, que saltó directo del Concejo de Bogotá, a la élite del Senado. Juan Carlos Rizzeto, del PIN, que es el aporte del gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, a este controvertido partido.
Y en los tradicionales partidos Liberal y Conservador, las más votadas son dos mujeres que se convirtieron en candidatas de carambola: la mencionada Arleth para heredar los votos de su esposo Juan Manuel López y Olga Suárez Mira para capitalizar los de su hermano, el ex senador antioqueño Oscar, investigado por para-política.
3. La izquierda pierde terreno
Las elecciones al Congreso ratifican el fenómeno que se vio en la última consulta internas del Polo Demócratico: que el impulso que la izquierda había tomado en 2006 con los resultados a la Presidencia de Carlos Gaviria, cuando obtuvo históricos dos millones de votos, se fueron diluyendo con el paso del tiempo y el avance de la seguridad democrática del presidente Álvaro Uribe.
De los 10 senadores que el Polo Democrático sacó en 2006, y que logró aumentar a 11 cuando tras una demanda ganó una curul más, su caudal se redujo en estas elecciones a 8. El retroceso es aún más significativo si se tiene en cuenta que el Polo no está propiamente huérfano de poder, pues tiene la alcaldía de Bogotá. E incluso también podría contarse la de Cali. De hecho, los hermanos de ambos alcaldes –Iván Moreno y Mauricio Ospina—están en la son dos de los ocho senadores elegidos por el Polo Democrático.
En porcentaje de votos sobre el total, también es evidente el retroceso. Pues en 2006, el Polo Democrático había obtenido el 9,5 por ciento de los votos. Y este año está en el 7 por ciento.
Una de las razones del retroceso es la división interna del partido que, contrario a lo que ocurría hace cuatro años, cuando se veía una izquierda unida, dejó ver profundas grietas.
4. Nace la bancada de los independientes
Uno de los resultados más refrescantes de estas elecciones para la democracia colombiana es el del Partido Verde. En la historia reciente del país no había aparecido una colectividad con una filosofía ética como esta con tan buenos resultados en el Congreso. El partido de los ‘tres tenores’ -Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Lucho Garzón- saca cinco curules y consolida además a Gilma Jiménez como una de las grandes electoras del país con más de 140 mil votos.
El resultado es importante si se tiene en cuenta que en 2006 ese papel de independientes lo asumía solo el Mira, que con dos senadores y una agenda particular, poco se hacía sentir en las decisiones trascendentales. Las cuatro curules del Partido Verde a la hora de los votos puede que no cambien una decisión del Congreso pero si los convierte en una voz para tener en cuenta sobre todo en debates políticos.
A estas cuatro curules se les podría sumar dos o tres más –de Mira y de Compromiso Ciudadano, el movimiento del candidato Sergio Fajardo–, para formar una bancada de independientes. Entendidos estos como movimientos o partidos que proponen una manera distinta de hacer política.
5. El Capitolio sigue en cuarentena
Las elecciones del domingo demostraron que el Congreso de la República aún no se ha curado del cáncer de la para-política ni de otros males que lo aquejan. Nadie esperaba que de un día para otro el mal se curara. Pero lo que tampoco se pensaba es que muchos de los investigados se fueran a perpetuar en el Capitolio en cuerpo propio o ajeno.
Al cruzar los resultados del Senado con las señales de alerta enviadas por la Misión de Observación Electoral (MOE) se encuentra que al menos 35 senadores elegidos tienen investigaciones pendientes o son familiares de políticos que tienen líos con la justicia.
Las miradas se fijaron en partidos cuestionados como el PIN. Si bien los resultados no fueron los que ellos esperaban –calculaban entre 10 y 14 senadores— el hecho de que hayan logrado ocho senadores es un indicador para tener en cuenta.
Entre los elegidos por este partido hay cuotas de personajes políticos que tienen líos con la justicia como la polémica empresaria del chance Enilce López, ‘la Gata’ que puso dos senadores (a su hijo Héctor Julio Alfonso López y Antonio José Correa), el ex gobernador de Santander, coronel retirado Hugo Aguilar Naranjo que puso a su hijo Mauricio, y Álvaro ‘el Gordo’ García, quien hace un par de semanas fue condenado a 40 años de cárcel por la Corte Suprema por la masacre de Macayepo, quien le dejó sus votos a su hermana Teresita.
Sin embargo lo del PIN no es un caso aislado. El virus también se extendió a partidos más grandes y tradicionales como la U, el Partido Conservador y el Partido Liberal. En la U, por ejemplo, fue elegida Maritza Martínez, esposa del ex senador Luis Carlos Torres, investigado por parapolítica, y Jorge Visbal Martelo, también investigado. En el partido Conservador además de la ya mencionada Olga Suárez Mira (hermana de Oscar, investigado por para-política) también salió elegido Carlos Barriga (investigado por para-política).
¿Cómo y quiénes conformarían el Senado?
CONGRESOEscrutado casi el 94 % de las mesas, La U es la mayor fuerza política en el Senado. Su representación estaría en 27 curules. Así quedaría.
Cuando la Registraduría se acercaba al 94% de las mesas de votación en todo el país, la conformación del Senado parecía estar definida. La U se convierte en la mayor fuerza política con 27 curules, 7 más que las obtenidas en 2006. El Partido Conservador obtendría entre 23 y 24. El Partido Liberal se mantiene, al conservar sus 18.
Entre los partidos que tendrán una menor participación en el próximo Senado, el cuestionado PIN alcanzaría 8 curules, las mismas que tendría Cambio Radical y el Polo, dos de los que sufrieron un notable descenso en su participación en la Cámara Alta. El partido de Vargas Lleras, que sufrió las desbandada de ocho congresistas que buscaron refugio en La U, pierde siete respecto de 2006. El Polo, perderá dos.
La grata sorpresa de la jornada la constituye el Partido Verde. Amaneció no solo con la tranquilidad de mantener su personería jurídica, si no que estará representado en el Senado por entre cuatro y cinco curules.
El Mira, un movimiento independiente que mantiene su participación en el Senado, defendería las dos curules que obtuvo en 2002. La lista de Sergio Fajardo aún penaba por alcanzar el umbral y pelear al menos una curul.
Las cinco mayores votaciones individuales fueron: Juan Lozano (La U – 186.398 votos), Gilma Jiménez (Partido Verde – 179.447 votos), Jorge Enrique Robledo (Polo – 149.487), Dilian Francisca Toro (La U – 136.183 votos), Olga Suárez Mira (P. Conservador 112.396 votos)
Así se repartirían las curules en el próximo Senado. Datos consolidados hasta el 93% de los votos.
La U
(2 millones 790.801 votos)
27 curules
Juan Lozano
Dilian Francisca Toro
Jose David Name Cardozo
Efraín Torrado García
Roy Barreras
Armando Benedetti
Juan Carlos Vélez Uribe
Piedad Zuccardi de García
Germán Darío Hoyos Giraldo
Bernardo Miguel Elias Vidal
Oscar Mauricio Lizcano
Maritza Martínez Aristizábal
Jaime Alonso Zuluaga Aristizábal
Carlos Enrique Soto Jaramillo
Musa Besaile Fayad
Manuel Guillermo Mora Jaramillo
Manuel Enríquez Rosero
Jorge Eduardo Gechen Turbay
Jorge Aurelio Iragorri
Milton Arlex Rodríguez
Carlos Ferro
Plinio Olano
Claudia Wilches Sarmiento
Karime Mota
Jorge Eliécer Ballesteros
Martín Emilio Morales
Eduardo Carlos Merlano Morales
En capilla:
Fuad Emilio Rapag
Andrés Felipe Guerra Hoyos
Partido Conservador
(2 millones 289.117 votos)
Entre 23 y 24 curules
Olga Lucia Suárez Mira
Liliana María Rendón Roldan
Myriam Paredes Aguirre
Hernán Andrade Serrano
Roberto Gerlein Echeverría
José Iván Clavijo Contreras
Ramiro Chavarro Cuéllar
Efraín Cepeda
Luis Emilio Sierra Grajales
Juan Manuel Corzo Román
Fernando Eustacio Tamayo Tamayo
Nora María García Burgos
Eduardo Enríquez Maya
Jorge Hernando Pedraza
Juan Mario Laserna
José Darío Salazar Cruz
Germán Villegas Villegas
Juan de Jesús Córdoba Suárez
Samy Merheg Marun
César Tulio Delgado
Gabriel Zapata
Carlos Barriga
Arturo Yepes Alzate
En capilla:
Alfredo Ape Cuello Baute
Santiago Castro
Partido Liberal
(un millón 754.921 votos)
18 curules
Arleth Casado de López
Juan Manuel Galán Pachón
Rodrigo Villalba Mosquera
Piedad Córdoba Ruiz
Honorio Galvis Aguilar
Eugenio Enrique Prieto Soto
Edgar Alfonso Gómez Román
Jaime Enrique Durán Barrera
Jesús Ignacio García Valencia
Camilo Sánchez
Álvaro Ashton Giraldo
Amparo Arbeláez Escalante
Juan Fernando Cristo
Guillermo Santos Marín
Luis Fernando Velasco
Guillermo García Realpe
Luis Fernando Duque
Edinson Delgado Ruiz
En capilla: Sigifredo López
PIN
(900.737 votos)
8 curules
Juan Carlos Rizzetto Luces
Héctor Julio Alfonso López
Carlos Arturo Quintero Marín
Hemel Hurtado Angulo
Antonio José Correa Jiménez
Mauricio Aguilar Hurtado
Teresita García Romero
Manuel Mazenet Corrales
En capilla: Edgar Espíndola Niño
Cambio Radical
(882.373 votos)
8 curules
Javier Cáceres Leal
Fuad Char Abdala
Daira de Jesús Galvis Méndez
Bernabé Celis Carrillo
Antonio Guerra de la Espriella
Juan Carlos Restrepo Escobar
Rodrigo Lara Restrepo
Carlos Fernando Motoa
En capilla: José Francisco Herrera Acosta
Polo
(843.674 votos)
8 curules
Jorge Enrique Robledo Castillo
Iván Moreno Rojas
Luis Carlos Avellaneda
Camilo Ernesto Romero
Mauricio Ospina Gómez
Alexander López Maya
Jorge Eliécer Guevara
Gloria Inés Ramírez
Partido Verde
(526.010 votos)
entre 4 y 5 curules
Gilma Jiménez
Jorge Eduardo Londoño Ulloa
Félix José Valera Ibáñez
Jhon Sudarsky Rosecubaumm
En capilla: Wilfredo Uzuriaga
Mira
(lista cerrada – 295.329 votos)
2 curules
Alexandra Moreno
Carlos Baena
Compromiso Ciudadano
(181.186 votos)
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