El fantasma de la parapolítica en la Dorada
Un paseo por la plaza principal de la Dorada se presta para dos cosas. Primero, para pasar revista a un gran abanico de vallas y carteles de distintos candidatos, cosa que no ocurría desde hace muchos años. Segundo, para asistir a la primera campaña de las últimas tres décadas en la que no competirá Víctor Renán Barco, al menos no de forma directa. La muerte en enero de 2009 del ‘señor’ de los liberales es la razón fundamental para entender cómo se está moviendo la política en la Dorada.
Barco, nacido en Aguadas, no sólo fue senador durante 30 años, hasta el día de su muerte, sino una institución dentro del partido Liberal. “La gente sabía que el senador Barco estaba ahí, sentado en la cafetería al lado de la plaza y podían llegar allá a contarle sus problemas. Ahora no hay nadie que ocupe su lugar”, exclama Juan Carlos Castro, candidato a la Cámara por el Partido Liberal.
La muerte del senador Barco no sólo dejó un vacío en el electorado sino al interior del movimiento. “Él era quien mantenía la disciplina de unidad. Cuando él dirigía ya había fuerzas internas que buscaban posicionarse dentro del partido, pero el mismo Barco nunca quiso dejar que surgieran lideres y él siempre los bloqueo porque el líder era él. Ahora que no está se ponen en evidencia estas luchas”, sentencia el director del Programa de Paz del Magdalena Centro, Jorge Enrique Tovar.
Los herederos del Liberalismo-Barquista
El liderazgo tras la muerte de Barco, quedó en manos de Ferney Tapasco, quien no puede aspirar a cargos de elección popular por una sentencia del Consejo de Estado, que lo inhabilitó tras su condena a un año de prisión por encubrir al homicida de un profesor de la población de Supía, Caldas. No obstante, Tapasco ha seguido como Director del Partido Liberal en Caldas desde 1998. El poder se lo heredó a su hijo, Dixon Tapasco, quien fue posteriormente elegido como Representante a la Cámara, y junto a Enrique Emilio Ángel, ocupó una de las dos curules del partido Liberal en el Departamento en 2006. Una vez la Corte comenzó la investigación por nexos entre políticos y paramilitares, se ordenó el encarcelamiento de Tapasco y Angel. En su reemplazo entraron sus suplentes Jairo Alberto Llano y Carlos Arturo Gálvez.
Pero la investigación continuó y la Corte también ordenó la captura de Llano por supuestos nexos con las Auc. Esta decisión le abrió a Juan Pablo Sánchez la posibilidad de llegar al congreso con sólo 792 votos. En septiembre de 2009 la Corte Suprema de Justicia ordenaba la captura de Sánchez. (Ver artículo La curul maldita) Hoy, la necesaria renovación se presenta con rostros jóvenes y nombres desconocidos dentro de la desgastada arena política. Sin embargo, estas figuras son impuestas por los mismos políticos que se encuentran encarcelados. La lista para la Cámara la componen Carlos Arturo Gálvez, Nicolás Garavito, Juan Carlos Castro, Luis Fernando Loaiza y Adriana Franco Castaño. A dos semanas de las elecciones, la pelea por una curul se dice que está entre Juan Carlos Castro y Nicolás Garavito.
Castro es la figura más fuerte. “El liberalismo siempre ha aplicado su operación avispa y los votos del movimiento son para él, apoyado por Enrique Emilio y Jairo Llano”, sostiene Beatriz Peralta, profesora del departamento de Desarrollo Humano de la Universidad de Caldas.
La trayectoria política de Juan Carlos se resume en lo que hiciera su padre, Álvaro, quien estuvo al servicio del Senador Barco. “Fue su chofer y su hombre de confianza durante muchos años”, comentó a Votebien el asesor de campaña de Castro, Jorge Enrique Ángel, hijo del ex congresista Enrique Emilio Ángel, hoy preso por parapolítica.
El más fuerte competidor de Castro es Nicolás Garavito, hijo de Rodrigo Garavito, quien después de haber sido condenado por el proceso 8.000 se retiró directamente de la política y ahora está dedicado a la campaña de su hijo, quien también cuenta con el apoyo de Justo Capera, ex alcalde de la Dorada y acusado por la Fiscalía de vínculos con paramilitares. “Garavito tiene a su favor que él fue el elegido por el senador Barco para ser su sucesor”, dice Manuel Valencia, corresponsal de la Patria en la Dorada y quien tomó una foto en la que aparece Garavito acompañado de Barco. Este retrato ha sido utilizado por el aspirante como testimonio de ese relevo y como imagen de su campaña.
Por su parte, la gran protegida de Ferney Tapasco es Adriana Franco, de quien no se espera que obtenga una alta votación en el Departamento.
Las guerras de la U
César Alzate era quien tomaba las decisiones dentro del partido y todo pasaba a través de él. Alzate fue alcalde de la Dorada durante el periodo 2004-2007 y a mediados de 2009 la Fiscalía pidió medida de aseguramiento por sus presuntos nexos con grupos paramilitares.
Con la ausencia de Alzate, el partido de la U quedó en manos de nadie y esta situación desencadenó en guerras internas por parte de los candidatos. “Da la impresión de que son varios los partidos dentro de la U. Es sorprendente ver como se recompran los líderes comunales entre los propios candidatos. Son dos partidos diferentes, están compitiendo entre sí y no se respeta ningún acuerdo de partido”, afirma Tovar. El análisis de lo que ocurre al interior de la ‘U’ es más complejo en comparación con el Partido Liberal.
Si bien el movimiento logró posicionarse en la Dorada y su pulso político es muy importante, nunca tuvo una figura como la de Barco que mantuviera la disciplina dentro de la colectividad y hacia el electorado. Por el contrario, “en la U confluyen muchas tendencias muy disímiles, predominando una tendencia conservadora de derecha muy fuerte”, asegura Beatriz Peralta.
El panorama a la Cámara parece bastante claro y se pronostica una victoria de Gerson Bermont Galvis de la línea del candidato al Senado Mauricio Lizcano, hijo de Oscar Tulio Lizcano y quien tiene una investigación previa por parapolítica en la Corte Suprema de Justicia. El otro candidato al Senado en el Departamento que aparece como favorito es Jaime Alonso Zuluaga, primo del actual Ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, y de la ex senadora Adriana Gutiérrez.
La ex parlamentaria Gutiérrez renunció a su curul a principios de 2009 argumentando que se sentía víctima de una persecución política a raíz de la investigación previa que adelanta la Corte por sus presuntos vínculos con paramilitares.
Pese al debilitamiento de los liberales, a la división en el Partido de la U y a la presencia de múltiples candidatos, esto no parece indicar que la región vaya a vivir un revolcón de liderazgo político. “No hay que olvidar que la Dorada es y sigue siendo un municipio liberal barquista, es decir, con raíces profundas de un viejo cacicazgo representado en el fallecido Víctor Renán Barco. Sus seguidores son disciplinados, leales a sus líderes, por eso, estas dos fuerzas se mantienen y se mantendrán por mucho tiempo más en el poder”, asegura Beatriz Peralta. A orillas del Magdalena el panorama político se dibuja con muchos colores y nuevos nombres pero que representan la continuidad de las estructuras establecidas por los políticos que fueron condenados.
Votebien