28 de marzo de 2024

Desde el Quindío

31 de marzo de 2010
31 de marzo de 2010

Qué importa que nos traten de ilusos, que mañana nos cuestionen y nos maltraten porque desde ya estamos dando a conocer los nombres de reconocidos ciudadanos que en los doce municipios del departamento, figuran en el partidor para aspirar a igual número de alcaldías, gobernación, concejos municipales o asamblea departamental; esos mismos ciudadanos cuentan con todo el derecho de expresar libremente su propósito, y somos precisamente los medios de comunicación los que tenemos el deber de contarle a la opinión pública ese mismo interés.

Hoy, faltando una buena cantidad de meses para las elecciones de octubre del 2011, ya se sabe de varios ciudadanos que figuran en las correspondientes listas y que preparan su camino al proceso electoral del próximo año. Dicen que el que pega primero pega dos veces; entonces, si nos atenemos a ese aforismo, digamos que los que llamaremos precandidatos jugarán por esa aspiración.
En Calarcá, el médico Juan Carlos GiralJJ_ARIASdo hace campaña; el músico y empresario John Jairo Gaona volverá a presentar su nombre; se estima que el actual congresista, Faber Giraldo saltará a la arena en busca de remplazar a Carlos Enrique López, y el Mira resolverá en breve quién tendrá la responsabilidad de intentar repetir alcaldía para el próximo período. Estos son apenas algunos de los nombres que ya hacen sus preparativos para la campaña.

En Montenegro, la experiencia recogida por James Cañas en la anterior elección le permitirá llegar con nuevas alternativas; el concejal John Jairo Arias ya hizo su primera visita a la colonia de montenegrinos en Estados Unidos, lo que quiere decir que está en campaña y que seguramente deberá contar con todo el respaldo de la senadora electa, Amparo Arbeláez Escalante.
En Quimbaya, James Castaño quiere repetir alcaldía; Carlos Restrepo, con los casi tres mil quinientos votos que obtuvo para la Cámara de Representantes, será otro candidato fuerte, mientras que William Alberto Ruiz tendrá la gran oportunidad de llegar a la alcaldía tras el estruendoso fracaso del actual mandatario; a Ruiz Duque, lo recuerdan hoy más que nunca los quimbayunos que no le dieron el voto en las ultimas elecciones, y sólo hasta ahora se dieron cuenta del alcalde que se perdieron.
En la próxima hablaremos de La Tebaida, Córdoba, Pijao, Buenavista y Génova.

Nos quedarían Circasia, Filandia, Salento y Armenia.

J. Domínguez, inmejorable nombre

Y en esta aventura de nombres y ciudadanos que podrían figurar en el abanico para gobernación, algunos amigos ventilan con acierto el nombre del catedrático, reconocido jurista y periodista, J. Domínguez.
Su dilatada carrera en los medios de comunicación, su aquilatada formación como abogado, sus especializaciones, siendo actualmente y por muchos años director de Posgrados de la Universidad la Gran Colombia, además de su capacidad para dirigir, orientar y coordinar, el conocimiento que tiene sobre nuestro departamento, el talente, la responsabilidad, la honestidad y la seriedad en cada una de sus actividades le otorgan todo el derecho a figurar en la lista de nombres que bien podrían a suceder en el 2012 al actual gobernador, Julio César López Espinosa. J. Domínguez tiene ganado ese sitial, y si bien es cierto que hoy aparecen nombres de personajes hasta extraños en la política y con ambiciones de figurar, el de Domínguez hace buen rato se ganó ese derecho.
Derecho al cual también tiene acceso Hugo Herrera, actual gerente de Esaquin. 

Juan Camilo, acumule horas de vuelo

El joven Juan Camilo Londoño acumuló durante el debate electoral del pasado 14 de marzo la no despreciable suma de 30 mil votos, que no fueron suficientes para conseguir un escaño en el Congreso de la República, pero que sí le da margen para seguir pensando en un proyecto político.
juan_camilo_londooLondoño reúne una buena cantidad de argumentos que le permiten continuar  estructurándose,  si él quiere un movimiento de respeto que entre con fuerza en la vida pública del Quindío.
Factores a su favor:  joven, formado académicamente, heredero de una buena fortuna, hijo de alcaldesa y ex alcalde y con vena política, puntos que lo hacen poseedor, con toda seguridad, de un espacio en la región. Y aunque la derrota no lo quemó, dejó al descubierto que falló en la escogencia de sus asesores, que con un poquito de esfuerzo y menos orgullo, lo hubiesen llevado tranquilamente al Senado de la República. La experiencia fue positiva, Juan Camilo ganó perdiendo, y por esa razón, le queda un amplio espacio para seguir en escena.

Pero al impetuoso hijo de la alcaldesa le quedan faltando horas de vuelo, muchas horas de vuelo, para posesionarse como el gran jefe, y esas horas de vuelo las puede conseguir tranquilamente durante este resto de año y el 2011, presentando su nombre a consideración de los quindianos para ocupar una curul en el Concejo de Armenia o, por qué no,  en la Asamblea del Departamento. Ese ejercicio le  caería muy, pero muy bien, a Juan Camilo, quien quiso pasar derecho a las mieles del poder en el Congreso de la República, sin haber ocupado un sitial en la vida política del departamento.

Lo que planteamos es a titulo de sugerencia, mejor, digamos de recomendación, para una persona que le faltó asesoría, que no tuvo al lado una persona que le exigiera, que le hablara como amigo, sin sobar chaqueta, que ante todo la aportara ideas y argumentos serios para iluminar el duro camino que emprendió para llegar al Senado, y el cual quedó truncado a la espera de otra oportunidad. Dr. Juan Camilo: no le dé temor; al contrario, el Concejo o la Asamblea le caerían perfectamente en su próximo intento, ya que no puede dejar de un lado el ejercicio realizado el pasado 14 de marzo. Deje el orgullo y la soberbia, reúna verdaderos asesores, no personas déspotas y zalameras, que en lo único que piensan es en su beneficio propio, que cierran las puertas, que esconden al candidato, que humillan a las personas, que no aconsejan, que no recomiendan y que no exigen; usted no necesita áulicos ni mediocres, sino personas con carácter, conocimiento, temperamento y sencillez; así de fácil, mi estimado amigo. 

Quemado no está

Tras la derrota sufrida en las recientes elecciones para Congreso de la República, por parte del Senador Ricardo Arias Mora, algunos sectores de opinión aseveraron que el congresista resultó totalmente quemado para la política local y nacional. Arias Mora, un hombre decente, de muy buenos modales y alta formación, comenzó su trabajo como coordinador de la campaña presidencial de Juan Manuel Santos en el Quindío, y, además, tendrá notable participación en la cúpula uribista a nivel nacional, en el ejercicio que pretende llevar al ex ministro de Defensa al solio de Bolívar.

Lamentablemente, después del 19 de julio, el Quindío perderá un gran congresista; pero, a lo mejor, se podría ganar un buen ministro, porque Arias Mora está en los corazones de Álvaro Uribe y  Juan Manuel Santos.
Lo grave de todo es que el ingeniero-senador se olvida fácil de los amigos, ¿verdad, doctor Patiño?

Más sobre el uribismo

Aunque el período legal para los ‘voltearepistas’ hace rato paso, el enredo de el ex embajador Carlos Noriega Rodado y el de Enrique Gómez Hurtado, dos connotados lideres del Partido Conservador que abandonaron las toldas azules para refugiarse en las uribistas de Juan Manuel Santos, continúa ahora con un quindiano, el médico psiquiatra de Filandia, ex presidente de la Comisión de Paz y ex director de la U, Luis Carlos Restrepo, quien hasta hace pocas horas era defensor recalcitrante de Uribe, deja sus filas para enrolarse en la campaña de Noemí Sanín.
Restrepo no quiere saber nada de Juan Manuel Santos, detesta todo lo que sabe a Santos, y le adjudica en un alto porcentaje los efectos que provocaron su estruendosa caída del grupo de consentidos del actual Presidente de la República.
De modo que el tiempo de los ‘voltearepistas’ todavía no pasa en Colombia.

Agresión contra periodistas

Por fortuna, desde hace muchos años me curé de concurrir a eventos organizados por las administraciones departamental y municipal, sobre todo cuando se trata de la visita de un Presidente de la República, o donde se presente alguna concentración masiva con personajes reconocidos a bordo.
Aprendí en la vida que uno, como ciudadano y periodista, tiene que hacer valer sus derechos y cada vez que se periodistasorganiza un evento como el realizado en el Centro Metropolitano de Convenciones de Armenia, los periodistas son los que sufren. Son maltratados, desplazados y humillados por funcionarios de tercer rango, que poniendo todo tipo de trampas y trapisondas bloquean a su antojo la loable función que ejercen los comunicadores. Para solicitar las credenciales, ¡qué problema!, y para ingresar al sitio, ¡qué tragedia!
Conocí de cerca, cómo las personas encargadas de coordinar lo referente a la función de los periodistas durante la celebración del Encuentro Nacional de Gobernadores, pisotearon a mas de un colega, los ultrajaron, fueron vilipendiados y tratados como unos verdaderos pordioseros. Es increíble que en pleno siglo XXI la prensa siga sufriendo el escarnio de funcionarias y funcionarios que no buscan sino torpedear y pisotear a la prensa local. No me puedo quedar callado, y como lo dije al comienzo, esa es una de las razones por las cuales evito casi siempre concurrir a esos eventos, pues he escuchado de labios de muchos funcionarios, a lo largo de mi existencia, que a los periodistas sólo se les invita para calmar el hambre. Hoy me pregunto: ¿Para qué sirven las agremiaciones periodísticas? Cuando muchos de mis colegas, por no decir que todos, son empíricos en el departamento del Quindío, y nos formamos a pulso, cargando ladrillos, con una grabadora en la mano, un lápiz en el bolsillo y una libreta de apuntes bajo el brazo. ¿Acaso es pecado reconocer que el noventa por ciento del periodismo que triunfa en Colombia y en el Quindío no es de formación académica superior, como comunicadores Sociales? Me atrevo a asegurar que a la gran mayoría nos bridaron una oportunidad, nos capacitamos, nos estructuramos, recogimos la suficiente experiencia, el bagaje y el talante para llegar al sitial donde nos encontramos. En próximas ediciones hablaremos de estas figuras del periodismo que ocupan los lugares de privilegio y que no son comunicadores sociales.

Hasta la próxima