Un símbolo para el senado
Mientras Colombia entera– para no hablar sino de unos de los graves problemas que enfrenta ahora – busca subsanar la gran metida de pata del gobierno con la declaratoria de la emergencia social y los atrabiliarios decretos expedidos bajo su amparo, el acucioso funcionario del legislativo se duele, como gran cosa, que el Senado no tiene símbolo que lo identifique.
Como una de las virtudes que debemos observar los pobres colombianos es la de la solidaridad, de acuerdo con la cantinela que diariamente nos disparan desde distintos ángulos, supongo que millones de compatriotas debemos acompañar entonces al secretario de la cámara alta en su muy justificada preocupación.
Cómo así que el ilustre Senado de la República de Colombia no tiene símbolo que lo identifique. Vaya descuido!
Qué pena con usted doctor Otero, pero pese a esa carencia, así hemos sobrevivido en medio de la miseria, la pobreza, la guerrilla, los paramilitares, las nuevas bandas criminales, el desplazamiento, los falsos positivos, la emergencia social, las reformas tributarias a medias, los contratos entregados a la firma Nule, las pirámides legales e ilegales, las EPS y las encrucijadas del alma, entre otras grandes calamidades.E
Por ahora bástele de consuelo a Emilio Ramón Otero saber que si el Senado no tiene símbolo que lo identifique todavía de manera visible y publicitaria, si es en cambio para miles y miles de colombianos el símbolo de la politiquería, el arribismo, la corrupción, el transfuguismo, el aprovechamiento y el oportunismo, entre otras calidades y cualidades.
Pero como se trata es de aplicar la solidaridad y ayudar con ella a los necesitados o carentes de algo, ahí van algunas ideas para que el señor secretario del Senado tome atenta nota y busque desarrollarlas con algunos de sus asesores, con el fin de que lo más pronto posible, dada la urgencia, doten a esa entidad de su anhelado símbolo.
Como están de moda las letras para sintetizar y mejor visualizar lo que se quiere expresar, van los ejemplos con la S de senado: un Simio, por aquello de los micos; un Sapo, porque allí abundan; un Serrucho – obvio –; Sobresueldo, por aquello del aumento de $11 a $16 millones de pesos en su pensión, o mejor, para simplificar: $.
Por la idea no le cobramos nada doctor Otero, pero afánese, porque un senado como el colombiano sin símbolo, si es el acabose y los colombianos no le perdonaríamos semejante desgreño administrativo.