8 de julio de 2025

Un manejo irresponsable

15 de febrero de 2010

Pero, o el teflón se acabó o va en preocupante aumento la incapacidad del señor presidente Uribe y su equipo para acertar en temas críticos para todos los colombianos.

Probablemente esta es una de las peores crisis que ha afrontado el Gobierno porque no cesan las marchas ciudadanas, de sindicatos en la próxima semana, las protestas de médicos, estudiantes, académicos y, sobre todo, de enfermos, ante unas decisiones consignadas en los decretos de emergencia que tienen fuerza de ley. Al tratar de resolver una situación de flujo de fondos que llevó a elevar impuestos de cigarrillos, bebidas y juegos de azar, probablemente se evidenció lo obvio que se venía denunciando desde hace varios años: la crisis del sistema de salud, y se equivocaron al tratar de reformarlo de manera improvisada, irresponsable e inhumana. A esto se agrega ese estilo gubernamental de pasarse por la faja las normas y contratar los decretos con partes interesadas. Otro escándalo adicional, las EPS, las malas de paseo, reformando el sistema que les ha permitido aplicar la regla de que lo que es bueno para ellas es malo para los pacientes.

Los ministros de Protección Social y de Hacienda han sido incapaces de manejar la situación y ahora les cae el pecado de posibles faltas a la ética. Como siempre, el Señor Presidente ha salido a capotear la situación sin mucha suerte porque el hecho de estar veladamente en su propia campaña, lo ha obligado a actuar de manera irresponsable. Ante la avalancha de críticas a los decretos reglamentarios iniciales, y para tratar de complacer a todo el mundo, ha resuelto ir mucho más lejos de lo expuesto inicialmente sin sumar e ignorando lo básico: qué tan financiables y por ende sostenibles son sus propuestas de última hora. Tal es el caso del paquete de servicios que inicialmente era el básico y ahora resolvió que era el del régimen contributivo, que implica más del 40% del que hoy reciben los pobres. Magnífica la idea, ¿pero, y los recursos para hacerlo, dónde están?

Lo que ha sucedido ahora es realmente impropio de un Presidente: le pide al Congreso, al que el Ejecutivo no ha dejado actuar oficialmente sobre el tema, que derogue parte del decreto 128 que obligaba el uso de cesantías para pagar tratamientos de alto costo. Y la excusa es inadmisible, el señor presidente Uribe admite que no tuvo conocimiento de la redacción del controvertido decreto, según afirma El Nuevo Siglo. Primero, difícil creer que en un gobierno donde no se mueve una hoja sin que el señor Presidente lo sepa, se hubieran elaborado unos textos sin su conocimiento. Segundo, no es del talante del Presidente, y menos en semejante tema tan polémico, que se hubieran aprobado unos textos sin evaluar su contenido y su impacto cuando llevan su firma. Tercero, es absolutamente irresponsable que el Primer Mandatorio declare una Emergencia Social sin que se hubiese dado al interior del Ejecutivo y del Consejo de Ministros, un debate a fondo.

Pero la conclusión sí es coherente con el momento político que se vive. El señor Presidente está en campaña para su segunda reelección, y como vio que el mundo se le vino encima, decidió medio lavarse las manos. Sin embargo, no lo suficiente como para botar al Ministro Palacio. ¿Por qué será?  ¿Será que los silencios del Ministro obligan a mantenerlo en su cargo? La politiquería está haciendo su agosto en el Palacio de Nariño y parece ser el indicador de tanta actuación irresponsable.